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Singles Supremos: «Summer in the city» de The Lovin’ Spoonful

A pesar de su sonoridad pegadiza, dinámica y extrovertida, “Summer in the city”, de The Lovin’ Spoonful, no encaja del todo exactamente en el prototipo de canción donde la gente disfruta de las jornadas soleadas y playeras del verano, sino que más bien la letra hace alusión a soportar, como se pueda, el asfixiante calor diurno. Sin embargo, dicho texto también anima a vivir, con alta intensidad, la atractiva y fresca noche durante esta misma estación estival, a través de conocer mujeres y de bailar sin parar; además de lamentarse de que, por el día, dicho descontrol juerguista no pueda ser igual. Todo ello queda ambientado en un atardecer de la metrópolis Nueva York, emplazamiento originario de este grupo.

 

Este single supremo fue publicado en Julio de 1966, encaramándose al nº1 en las listas oficiales de Estados Unidos, en agosto de aquel año; para convertirse, a partir de ahí, en un intemporal emblema planetario.

Aquí ofrecemos la traducción de la letra para comprender mejor su significado:

 

Hot town, summer in the city,
back of my neck getting dirty and gritty.
Been down, isn’t it a pity?
Doesn’t seem to be a shadow in the city.
all around, people looking half dead,
walking on the sidewalk,
hotter than a match head.But at night it’s a different world.
Go out and find a girl .
Come on, come on and dance all night.
Despite the heat it’ll be all right.And babe, don’t you know it’s a pity
that the days can’t be like the nights
in the summer, in the city?
In the summer, in the city.

Cool town, evening in the city,
dressing so fine and looking so pretty.
Cool cat, looking for a kitty.
Gonna look in every corner of the city
till I’m wheezing like a bus stop.
Running up the stairs,
gonna meet you on the rooftop.

But at night it’s a different world.
Go out and find a girl.
Come on, come on and dance all night.
Despite the heat it’ll be all right.

And babe, don’t you know it’s a pity
That the days can’t be like the nights
In the summer, in the city?
In the summer, in the city

(Chorus repetition)

Ciudad calurosa, verano en la ciudad,
mi nuca se pone sucia y arenosa.
He estado desmoralizado, ¿no es una lástima?
No parece haber una sombra en la ciudad.
Por todos lados, la gente se ve medio muerta,
caminando por la acera,
más acalorada que la cabeza de una cerilla.Pero por la noche es un mundo diferente.
Sal por ahí y encuentra a una chica.
Vamos, vamos, baila toda la noche.
A pesar del calor, todo irá bien.Y nena, ¿no sabes que es una pena
que los días no puedan ser como las noches
en verano, en la ciudad?
En verano, en la ciudad.

Localidad fresca, noche en la ciudad,
vistiendo tan bien y luciendo tan elegante.
Un “pavo enrollado”, buscando una “pavita”.
Voy a mirar en cada rincón de la ciudad
hasta que resople yo como una parada de bus.
Corriendo por las escaleras,
te encontraré en el tejado.

Pero por la noche es un mundo diferente.
Sal por ahí y encuentra a una chica.
Vamos, vamos, baila toda la noche.
A pesar del calor, todo irá bien.

Y nena, ¿no sabes que es una pena
que los días no pueden ser como las noches
en verano, en la ciudad?
En verano, en la ciudad.

(Repetición del estribillo)

El lanzamiento de la canción se llevó a cabo en verano, insistimos, para hacerla coincidir con esta vacacional fase del año. De hecho, las estrofas se hallan inspiradas en que, durante un mes entero, se registró un récord de temperatura, de 39 grados centígrados, en una Nueva York poblada, en 1966, por 17 millones de habitantes padeciendo éstos una agobiante canícula y los humos del tráfico; además de hallarse con la moral baja y con dos generaciones enfrentadas entre sí debido, quizás, al conflicto del Vietnam o al racismo. Matizar que desde 1869 el termómetro no había subido de esa manera en la apodada “Gran Manzana”.

Las estrofas de “Summer in the City” podrían, por tanto, tratar de sugerir o simbolizar dos atmósferas muy distintas: por el día, el conservadurismo de los estadounidenses  más veteranos; algo que perduraba desde la conclusión de la Segunda Guerra Mundial y por la noche, el amor libre reverenciado por la naciente contracultura hippiesca. En consecuencia, se representan aquí las subidas y bajadas de la gigantesca urbe neoyorquina, cuyos residentes más jóvenes se van transformando durante el tránsito diario de la luz a la oscuridad y viceversa.

Lovin' Spoonful Summer in the City portada

Planteamos un interrogante acerca del momento de la letra en que se expresa la metáfora: “Voy a mirar en cada rincón de la ciudad hasta que resople yo como una parada de bus”. La segunda parte de dicha frase desprende un significado bastante indescifrable, aunque quizás, ¿podría referirse dicha comparación a ir corriendo hasta dicho andén y quedarte jadeando porque se te escapa ese vehículo urbano? Es solamente una conjetura que yo mismo lanzo.

La semilla de aquella tonada brotó cuando el líder y co-fundador de la banda, el genial cantante, armonicista y guitarrista John Sebastian potenció y reelaboró una idea que había creado su hermano pequeño Mark. Éste último, anotó un poema cuando tenía 14 años, lo imaginó como un tema de folk acústico y lo tituló “It’s a different world”  (“es un mundo distinto”); destilando los versos un tono literario bastante melancólico, al estilo de las canciones de Sam Cooke.

Entonces, al propio John le encantó la frase que había escrito su familiar y que expresa “pero por la noche todo es diferente” y el primero le pidió prestada toda la idea al segundo.

A su vez, el músico aprovechó y perfeccionó aquella melodía porque se apercibió de que The Lovin’ Spoonful necesitaba nuevas canciones tras publicar sus dos primeros álbumes Do you believe in magic? y Daydream, en un intervalo de solamente 6 frenéticos meses; entre 1965 y 1966.

Lovin' Spoonful Do you believe in magic

Ya en los Estudios Columbia en la propia Nueva York, “Summer in the city” se grabó en dos jornadas distintas, siendo la primera únicamente instrumental; donde se añadieron la batería de Joe Butler, la guitarra rítmica de Zal Yanovsky y el órgano tocado por el propio John Sebastian. De tal modo, éste último pulsó las teclas de este instrumento y también rasgueó el autoarpa de una manera que la canción adquiriera la máxima tensión posible y así, transformar en más pomposa la desnuda maqueta original. Por su parte, Steven Boone hizo una sobregrabación del bajo y de modo auxiliar, el arreglista Artie Schroeck se encargó de hacer sonar el piano eléctrico Wurlitzer porque el mismo John Sebastian no acabó de encontrar el feeling con este instrumento, durante la toma primeriza en el estudio.

Exhausto debido a las intensas sesiones de grabación de inicio, el citado John Sebastian dejó para la segunda jornada el registro de su rutilante y vibrante parte vocal. Una vez inmersos en esta siguiente fase, el batería Joe Butler cambió su manera de hacer los coros a sugerencia del propio Mark Sebastian (el hermano de John, recordemos) y Zal Yanovsky completó dichas background vocals.

A petición expresa del propio Yanovsky, el ingeniero Roy Halee introdujo un micrófono dentro de un bote de basura y el mismo Zal golpeó dicho recipiente por el lado, con una baqueta, para simular un efecto de percusión más fuerte; el cual se escucha, nítidamente, en el breve prólogo de la canción. El mismo técnico Halee, además, empleó el método de micrófonos en una escalera metálica de un octavo piso y un altavoz enorme en la planta baja para obtener una mayor reverberación en las pistas; muy al modo del complejo muro de sonido de Phil Spector.

La parte del “puente”, que protagoniza y acapara el tensionado piano eléctrico, la compuso el bajista Steven Boone, el cual sugirió que ese instante tan particular de la canción debía recordar a un estilo de jazz como si fuera George Gershwin; cuya pieza, por cierto, “Un americano en París” es orquestada, durante un minuto, hacia varios sonidos de claxon que tocan los taxis. Entonces, bajo esta influencia clásica, el cuarteto le sugirió al productor Erik Jacobsen que sería una buena idea añadir ruidos de ciudad a la propia “Summer in the city”.

Lovin' Spoonful

En base a ese fundamento, un técnico de sonido (sin acreditar en la canción) que trabajaba en la radio y que estaba familiarizado con colocar efectos onomatopéyicos en programas de teatro para emisiones en ese medio de comunicación, portó una montaña de cintas que llevaban grabados efectos sonoros. Entonces, los miembros de la  banda, tras varias horas de revisiones de ese mismo material sónico, se decidieron por incluir la bocina de un Wolkswagen Escarabajo que derivaba hacia un atasco de tráfico en la muy poblada urbe y también escogieron una potente y molesta taladradora de obra percutiendo en el pavimento; situándolo e injertándolo todo ello, luego, el ingeniero Roy Halee en la zona central de la canción. Dicho oportuno efectismo para imitar, tal vez de modo sarcástico, el estrés diurno de Nueva York, en Verano, se erigió como absolutamente pionero dentro de la música pop.

Ya después durante las actuaciones en directo, sin embargo, la banda no pudo reproducir esos precursores artificios que calcaban las resonancias de la metrópolis mentada debido a las limitaciones técnicas para los conciertos, en los años 60. Agregar  que, en el escenario, como John Sebastian no era capaz de cantar y tocar el piano al mismo tiempo, al final, fue el mismo batería Joe Butler el que tuvo que vocalizar, en vivo, la propia canción.

Por otro lado y siguiendo con el proceso de grabación, para la parte que servía para rematar la canción, el productor Erik Jacobsen suprimió un eco de guitarra Fender, el cual probó de entrada Zal Yanovsky. Así que, el mismo Jacobsen tomó otra opción en su lugar y a través de la mesa de pistas reprodujo, en bucle, la parte de todo el estribillo haciendo lo mismo con el puente del tan marcado piano eléctrico. Además, Erik manejó los controles para que, acto seguido, la canción se fuera apagando; progresivamente.

Lovin' Spoonful studio

 Cuando escuchó la melodía finalizada, el propio Mark Sebastian quedó encantando de como The Lovin’ Spoonful habían mutado y engrandecido su idea original, aunque también el mismo Mark figuró como compositor firmante, junto a su hermano John y a Steven Boone.

El tema posee un sonido algo más fuerte y suena más pop-rock que la mayoría de canciones anteriores de suave y melodioso folk-pop de The Lovin’ Spoonful, cosa que satisfizo al propio bajista Steven Boone porque el público ya les habían demandado algo más de endurecimiento, anteriormente. Según el mismo Boone, el mundillo del rock no les aceptó hasta que publicaron este  carismático sencillo, el cual apareció justo antes de la explosión de la psicodelia.

Una vez publicada la canción de la que hoy hablamos, al combo neoyorquino le atraparon unas dudas artísticas porque se preguntaron si sería un acierto que el inmediatamente siguiente single  guardara el mismo estilo que “Summer in the city” para así conservar a los nuevos fans o si debían volver ser fieles a sus inicios y retomar la tendencia más blanda y folkie que la banda desarrolló anteriormente. Al final, se decantaron por retomar ésta última vía sonora publicando el tema de sonido ligero “Rain on the Roof” y casualidad o no, la banda ya no volvió a repetir ningún nº1 en las listas.

Después de eso, para colmo, The Lovin’ Spoonful comenzaron a sumergirse en una espiral de drogas, a partir de 1967 (recordemos, además, que el nombre del cuarteto significa “La cucharada amorosa”, lo cual es una posible referencia a una esnifada de cocaína). Esos excesivos problemas con los estupefacientes afectaron al proyecto, definitivamente y los dos cerebros e instauradores de la banda, Zal Yanovsky y John Sebastian, abandonaron el grupo; arrancando éste último intérprete su trayectoria en solitario, en 1969.

Se debe explicar que el cineasta germano Wim Wenders llevó a cabo su primera película, en 1970, y ésta resultó titulada, precisamente, Summer in the city. El propio director alemán tomo como inspiración, para este film, la canción de The Lovin’ Spoonful; aunque, paradójicamente, se rodaron escenas en que el actor protagonista va caminando en un día de frío y nieve, en Junio.

Fueron incontables las versiones que se efectuaron de la tonada, así que haremos sobresalir aquí las de B.B. King (1972), Quincy Jones (1973), The Drifters (1976)  Joe Cocker (1994), Isaac Hayes (1995), The Stranglers (1997), Joe Jackson (2000), Styx (2005) o la de Johnny Marr y Matt Johnson, a dúo (2018).

 

Así pues, es incuestionable que “Summer in the City”, la cual también fue nº1 en las listas de Canadá, nº2 en Finlandia y Holanda o nº8 en Inglaterra, trascendió en dirección hacia todas las posteriores franjas temporales; hasta continuar muy presente en la actualidad.

 

4 comentarios en «Singles Supremos: «Summer in the city» de The Lovin’ Spoonful»

  • Muy buen artículo de Txus Iglesias. Una amplia descripción de este fantástico hit de los 60, con anécdotas y extensa información. Una de esas míticas canciones que no te cansas de escuchar.
    Bravo Txus y Bravo MZK

  • Muy acertada revisitación de este clásico instantáneo de The Lovin’ Spooful, con mucha más enjundia en el significado que el que aparentemente parecía, sí, a nivel sonoro. Muy gratificante la mención al genial ingeniero Roy Halee, cuyo buen quehacer dio grandes momentos de gloria a Paul , y de entre las versiones, una de las más conseguidas, sin dudas, es, efectivamente, la del añorado Joe Cocker. Muchas gracias a Txus Iglesias por profundizar en «Summer in the City» y a Muzikalia, por la publicación de este artículo. Un cordial saludo.

  • A Paul Simon, me refería, al elogiar el buen quehacer de Roy Halee, y bueno, ya puestos, reinvindicar la figura de John Sebastian, muy presente en la escena musical en solitario de los años inmediatamente posteriores.

  • Muchas gracias por sus opiniones y comentarios a Gemma y a Xavi, aquí en Muzikalia, acerca de The Lovin’ Spoonful y sobre el artículo acerca del tema «Summer in the city».

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