SOS 4.8. Asistimos al festival murciano
Intro
La edición 2012 del festival SOS 4.8 ha llegado precedida de cierta polémica debido a los recortes que parecen haber afectado a todas las ramas culturales de la Región de Murcia pero en menor medida al festival. Así, las camisetas que hacían referencia al tema no dejaron de hacerse notar y rivalizaron con el ya clásico -y horrible- cartel de “Pedazo Temazo”.
Sin querer entrar en politiqueos varios -no es de lo que va este artículo- lo que está claro es que el cartel confeccionado en esta edición era menos atractivo que prácticamente el de todas las ediciones anteriores del festival, y eso se notó en la afluencia de público, que si bien volvió a ser notable, no registró las cotas casi de “locura” de las dos ediciones anteriores.
Los que defienden que el SOS es un festival ideado por y para la fiesta, donde la música es sólo una excusa para reunir gente y organizar un macro-botellón (o botelleo, como decimos por estas tierras) habrán visto, un año más, apoyada su teoría. Sólo así se explica la gran cantidad de música que roza el bakalao más hardcore a última hora, o que por momentos el parking del centro comercial contiguo esté más abarrotado de gente bebiendo que el propio recinto de conciertos.
Aún así, un festival de estas características siempre tiene cosas interesantes que ofrecer, conciertos sorprendentes, los clásicos grupos que no fallan nunca, otros de los que esperas mucho y decepcionan y esos otros de los que no esperas demasiado y tampoco luego te lo ofrecen.
Viernes
Perro
Comenzaba el festival con los murcianos Perro, auténtica sensación regional esta temporada. Tras su victoria en el concurso de talentos del SOS para bandas de la Región, eran los encargados de abrir el escenario Jagermeister, y desde luego no decepcionaron a los más madrugadores.
Y es que si al punk-pop ruidoso, fresco y de melodías arrebatadoras de estos chicos le añadimos unas letras en ocasiones tan surrealistas como inspiradas, es fácil que tengan el éxito que se están ganando. Temas como “Bicicleta”, “Terrorista del Zapping” o su gran himno, “Popera”, nos alegraron el inicio de festival y volvieron a demostrar que en los escenarios pequeños, y a primera hora, también se esconden grandes conciertos (Dani Nieto)
Analogic
Los siguientes en tomar el escenario Jagermeister eran los también locales Analogic, grupo que intenta que cada uno de sus conciertos sea una celebración y que el público baile y disfrute del hedonismo que desprenden canciones como “Sex on the Beach” o “Gliese 581C”.
Para los que lo de bailar nos va menos, temas como “Red Room” o una desconocida pero estupenda nueva canción que estos chicos se marcaron al comenzar, pueden hacer que la experiencia de verlos en directo sea satisfactoria.
En el debe, tal vez el hecho de que su cantante abuse de ciertos “tics” propios de estrellas del rock de estadios (en un escenario pequeño y a primera hora queda algo forzado), haga que cierto sector del público no termine de conectar con ellos. (Dani Nieto)
The Magnetic Fields
Totalmente diferente era la propuesta que presentaban Magnetic Fields en el auditorio. En un concierto tal vez demasiado largo para lo que suele ser un festival, la banda de Stephin Merrit y Claudia Jonson, repasó, de modo intimista, temas de toda su discografía, haciendo hincapié en su último trabajo “Love at the Bottom of the Sea” (2012) y en su reconocido “69 Love Songs” (1999).
La escasa duración de la mayoría de las canciones permitió a la banda poder superar la veintena de temas, entre las que destacaron, por celebradas o simplemente por emocionantes, las interpretaciones de “You Must be out of your mind”, “The Book of Love”, “Andrew in Drug”, “The Horrible Party”, “Your Girlfriend´s Face” o la preciosa “No One Will Ever Love You”. (Dani Nieto)
Nacho Vegas
El asturiano tenía la difícil papeleta de competir con Stephin Merrit, una de las actuaciones que más expectación generó en todo el SOS 2012, agotando las mil localidades del Auditorio horas antes de que comenzara el festival.
Nacho no se amilanó y tras dar las gracias a los que prefirieron su concierto, comenzó con canciones recientes, entre las que sigue destacando “Como hacer crac”, cada día más premonitoria. Quizás algo empequeñecido por el inmenso escenario principal, cumplió a la perfección su papel de aquietar las primeras horas de un largo fin de semana. (Iñaki Espejo-Saavedra)
Hidrogenesse
Carlos y Genís a punto estuvieron de salir a hombros de un Auditorio que se llenó de fans entusiasmados. Hidrogenesse dedico menos tiempo del esperado a su último trabajo Un dígito binario dudoso y ofreció una agraciada colección de hits celebrados por el público como si fueran las 4 AM. (Iñaki Espejo-Saavedra)
The Kills
Saliendo del auditorio nos encontramos en el escenario principal con la interesante propuesta de los londinenses The Kills. Apoyados en cuatro percusionistas y con una puesta en escena sobria pero a la vez impactante, Alison Mosshart y Jamie Hince desgranaron, a pesar de no conectar del todo con mucha parte del público (los festivales, ya se sabe) su eléctrico repertorio.
Me gustaría destacar la impresionante versión de “DNA”, plena de fuerza, o la de temas ya clásicos como “Cheap & Cheerful” o “Tape Song”. (Dani Nieto)
Friendly Fires
Sigo sin saber por qué demonios no consigo conectar con los conciertos de Friendly Fires. Los dos discos que han publicado hasta el momento tienen calidad de sobra y Ed Macfarlane tiene suficiente carisma sobre el escenario para defenderlos con solvencia. Sin embargo escucho dos canciones y me quedo frío, envuelto de ritmos adictivos, pero vacío de cualquier tipo de sentido. Suena “Paris” o “Lovesick” y pienso, ¡Qué temazos!, mientras me doy la vuelta y me voy a buscar algo para cenar. (Iñaki Espejo-Saavedra)
Pulp
Era el turno de las estrellas de la noche, el gran Jarvis Cocker y la banda con la que conquistó el mundo en los 90, Pulp.
El concierto en sí no difirió en gran medida del ofrecido el año pasado en el Primavera Sound de Barcelona, y así, su célebre “Different Class” (1995) fue la base de toda la actuación (con menor presencia incluso de “His ´n Hers” (1994) que en las actuaciones del año pasado).
Como era de esperar, la inicial “Do You Remember the First Time?”, “Disco 2000”, “Babies”, “Razzmataz” y “Common People”, fueron los temas más celebrados de la noche, pero no por ello interpretaciones más intimistas como la de “Something Changed”, inesperadas como la de “Like a Friend” o intensas, como “Underwear” o las magníficas “This is Hardcore” o “Sunrise” dejaron de impresionarnos.
Un valor seguro a pesar del ridículo volumen de sonido del escenario principal. (Dani Nieto)
Sábado
Yuck
A Yuck se les ha criticado su exceso de mimetismo con bandas clásicas del indie americano de finales de los 80 o principios de los 90, especialmente con Dinosaur Jr. Sin embargo, su álbum de debut y su correspondiente traslación al directo están tan plagados de temas gigantes, que poco importan las comparaciones.
Empezar una jornada de festival con una descarga ruidosa como la que ofrecen estos chicos es altamente recomendable para desprenderse de resacas y empezar a animar al personal. (Dani Nieto)
Antonia Font
Reconozco que a pesar de los muchos años que llevan los baleares en esto, nunca les he prestado demasiada atención. Como era de esperar, mientras disfrutaba de su concierto en el escenario pequeño (Jagermeister, o como se llame el susodicho brebaje), me arrepentí de no haberles prestado nunca la atención que merecen.
Estupenda interpretación de unas canciones en las que destacaba el tremendo trabajo del teclado, dando color e intensidad a cada recoveco. Apuntados quedan. (Dani Nieto)
Bigott
A mi me cae bien este tipo. Sus canciones son tan entrañables como divertidas, locas, muchas veces sin sentido, pero siempre con un estribillo genial y reconocible desde primeras escuchas.
Mientras caía una ligera lluvia, Bigott se contoneaba en el escenario recordando (¿parodiando?) a Jarvis en el mismo lugar la noche anterior. Con ese extraño acento con un deje ruso, “Canibal Dinner” y especialmente la genial (desde el título) “I´m little retarded”, destacaron dentro de uno de los conciertos del festival. (Dani Nieto)
Klaus & Kinski
Jugando en casa a veces se defrauda, pero no fue el caso de Klaus & Kinski. Los murcianos no se anduvieron con tonterías y elegieron el setlist más contundente posible, seleccionando las canciones más potentes de sus tres discos.
Así, su concierto fue una perfecta simbiosis de ruido y costubrismo al que solo le faltó que Marina acertara con el tono de alguno de los temas. (Iñaki Espejo-Saavedra)
Mogwai
Lo peor que se puede decir de Mogwai es que los que seguimos al grupo hemos tenido tantas oportunidades de verlos (sin ir más lejos en este mismo recinto, en el auditorio, en febrero de 2009) que sus conciertos ya no nos sorprenden.
Dicho esto, creo que puede incluso darse por sentado, sin comentar nada, que los escoceses se marcaron un conciertazo, como siempre. ¿El setlist?, pues centrado en sus dos últimos discos, con “I´m Jim Morrison”, “Rano Pano”, “White Noise”, etc. Emoción a raudales a pesar de ciertos problemas de sonido, y es que este escenario grande del SOS nunca ha sonado como debiera. (Dani Nieto)
The Flaming Lips
Flaming Lips en disco es un grupo y en directo otro totalmente diferente. ¿Cómo un grupo al que adoras y del que tienes casi todos sus discos puede decirte tan poco en directo?
Por mi parte estoy harto de la parafernalia, del confeti y la gente alrededor del escenario disfrazada.
Cuando tienes tantas grandísimas canciones lo más comentado de tus conciertos no puede ser ese detalle accesorio. De las veces que un servidor los ha visto tal vez ésta haya sido la más decepcionante, ni “Do you Realize?” sonó a lo que debe sonar un himno como ese. (Dani Nieto)
El Columpio Asesino
Hay grupos que crean un hit tan grande, que terminan empequeecidos por su propia obra. En alguna ocasión eso he pensado de “Toro” y El Columpio Asesino. Afortunadamente cada vez que les veo, no dejan de demostrarme que me equivoco. Cada día más rotundos, los Pixies furiosos de Pamplona ofrecieron un concierto imparable rematado con una tremenda versión de “Vamos.” (Iñaki Espejo-Saavedra)
Una gran pena.
Love of Lesbian
No deja de sorprenderme que un grupo como Love of Lesbian sea el que más reclamo tenga y el que más gente congregue en un festival de este tamaño. Vale que gran parte del público del SOS tiene escaso interés por la música y que probablemente éste fuera uno de los pocos grupos que conocían, vale que sean españoles, que tengan algún tema resultón o que en el escenario lo den todo (frase que por otra parte vale para ocultar mil defectos) pero no por ello puedo dejar de estar sorprendido de la masa que mueven.
Sobre el concierto, lo esperado, mucha gente saltando y el clásico karaoke generalizado en los temas más conocidos. (Dani Nieto)
La Casa Azul
Da igual que Guille Milkyway toque con un grupo postizo, solo o acompañado de músicos de verdad, porque el barcelonés ha encontrado la fórmula mágica para hacer felices a sus fans simplemente a base de pop. Sus armas son sencillas, hedonismo bailable y un punto de romanticismo de perdedor, que hacen imparables canciones como “Los Chicos hoy saltarán a la pista”, “Superguay”, “Esta noche solo cantan para mí´ o una apoteósica “La revolución sexual”.
De lo mejor del festival, las caras de inmensa felicidad de los cientos de fans que no podrían dejar de sonreir horas después de terminado el concierto, y eso que también habían visto a Yuck o Flaming Lips. (Iñaki Espejo-Saavedra)
CSS
Y antes de dar paso a la zapatilla suicida que cierra cada día el SOS, las brasileñas de CSS sirvieron de puente perfecto entre el pop de los conciertos y la electrónica de los djs.
Desenfrenadas y absolutamente hiteras, Cansei de Ser Sexy ofrecieron una adictiva actuación encabezada por un despligue total deLovefoxxx que hizo hasta volteretas sobre el escenario. (Iñaki Espejo-Saavedra)