The Morlocks – La Boca del Lobo (Madrid)
The Morlocks fue una de las bandas más legendarias del revival de “Garage Punk” de la década de los ochenta. La formación original del conjunto de San Diego (California), venia de otra formación mítica para los seguidores de este género musical; The Gravedigger Five, y eso les ayudo bastante a colarse en la escena californiana.
Los buenos aunque escasos discos, sus potentes directos y ese aura de malditismo y peligrosidad ayudaron a crear la leyenda, si a eso le unimos que en 1999 dieron por muerto al cantante de la banda; Leighton Koizumi, cuando en realidad fue a parar a la cárcel por un asunto todavía no muy claro, entonces ya tenemos un mito.
El caso es que Leighton ha intentado resucitar en diferentes ocasiones a The Morlocks con mayor o menor fortuna, y parece que esta es la buena. Acaban de editar su nuevo y flamante disco “Play Chess”; un álbum en el que rinden homenaje al sello norteamericano que tantas alegrías nos dio. Y eso es lo que están haciendo durante esta extensísima gira que les llevara por toda Europa, tocar sus canciones favoritas del susodicho sello discográfico.
Leighton Koizumi es uno de esos tipos que con su sola presencia en el escenario llena de tensión la sala, y pone en acción a los asistentes a sus conciertos. Así la banda comenzó a tocar los primeros acordes de “Help Me” cuando el vocalista apareció copa en mano y con la “chulería” que le caracteriza saludo a los presentes, para empezar a cantar como un poseso. Aunque en principio la banda venia a presentar su nuevo álbum, no dejaron de lado temas clásicos en su repertorio; “Dirty Red”, “Sex Panther”, “Be my Side” o la versión del “Teenage Head” de los Flaming Groovies, en los cuales el quinteto demostró estar en plena forma, con un sonido agresivo a la par que compacto.
Entre bromas en “spanglish” del vocalista y trallazos sónicos de la banda, especialmente del guitarrista Nicolas Jodoin, con un estilo impecable por cierto, también dieron rienda suelta a su pasión por el blues en versiones como; “I´m a Man”, “Help Me” o “Who Do You Love”. Otros temas del nuevo álbum no salieron tan bien parados en cuanto a factura, no porque fuera mala, si no por las formas, así; “You Never Can Tell” o “Feel so Bad” quedaron prácticamente irreconocibles por la velocidad imprimida.
No estuvieron más de una hora sobre el escenario, hecho este que puede dejar boquiabiertos a los neófitos en un concierto de los californianos, pero los que los conozcan sabrán que sus conciertos rara vez pasan de los cincuenta minutos.
Quizás sea mejor así, tanta mala leche sobre un escenario es divertida, pero no puede ser buena para la salud lo miremos por donde lo miremos. Por mi parte me apunto a la insalubridad de The Morlocks.