The Wave Pictures – If You Leave it Alone (Moshi Moshi)
Los prodigiosos The Wave Pictures se encuentran en una evidente fase de evolución a la vista de este su segundo disco con Moshi Moshi. Aquellos que alucinaran con los milagros líricos de Instant Coffee Baby (2008) o ya estuvieran cautivados por la ronca brillantez de Sophie (2006) debían estar esperando con ansia esta nueva entrega de la bizarra poesía guitarrera de Dave Tattersall y los suyos. Y afortunadamente no se han hecho esperar demasiado, lo cual en realidad no es decir mucho ya que existen pocos grupos tan prolíficos como The Wave Pictures. De hecho, entre discos de grupo, proyectos en solitario, participaciones con otros artistas, etc…, seguir la discografía de estos británicos requiere prácticamente el mismo tiempo y dedicación que ellos han invertido en grabarla.
If You Leave it Alone sigue, insiste y profundiza en la línea de su predecesor: poesía fina, una acústica familiar y cuasi-improvisada (no es coincidencia que en concierto sean una auténtica maravilla) y algunas ocasiones de disfrutar de solos de ese excelente guitarra que es Tattersall – quizá menos de las que uno, viejo rockero que es, desearía. Y es que respecto a su anterior trabajo, encontramos aquí aún menos guitarra, menos electricidad, y menos oscuridad; pero más vientos, coros, y unos juegos de palabras que transitan entre lo provocativo y lo abiertamente travieso. Aquellos que ya disfrutaran en trabajos anteriores con versos sobre estatuas de mermelada o nombres escritos en pieles de plátano se lo van a pasar pipa con una nueva remesa de letras tejidas con ese estilo desenfadado y burlón que en If You Leave it Alone alcanza cotas de genial esperpento.
No obstante, a pesar de que la solidez musical y las ganas de divertirse haciendo música siguen ahí, es imposible no sentir algo de nostalgia por la caña perdida respecto a otros discos. Tal como nos explicaron ellos mismos, la clave de la singular disminución en intensidad y de la gran prevalencia de canciones de estilo folk tradicional (incluso de nanas como “Bumblebee”) es el destacado papel del enigmático y tornadizo Stanley Brinks (ex-Herman Dune), que prácticamente puede ser considerado parte del grupo, y que parece haber extirpado al trío británico la parte más oscura de su corazón rockero. Si Instant Coffee Baby ya era algo menos intenso que sus anteriores trabajos, en éste nuevo trabajo parece haber florecido por completo el estilo Herman Dune, y tan sólo podemos reconocer aquel sonido de los antiguos Wave Pictures en algunos temas, como en el soberbio “Canary Wharf” o en “Tiny craters in the sand”. Bueno, en eso y en su infalible instinto para parir buenas canciones y llenarlas de arreglos frescos, inmediatos y contagiosos.
Y es que esa parece ser la principal característica de The Wave Pictures, y la que da solidez a este disco – exactamente igual que a los demás: la habilidad para hacer buenas canciones, sean lo que sean. ¿Nunca te han gustado los temas acústicos intensos? ¿Odiabas a Violent Femmes? “Tiny craters in the sand” te encantará. ¿Nunca te han gustado las baladas arpegiadas? “I thought of you again” te atrapará. ¿Piensas que un cuento para niños no puede ser una canción decente? Inténtalo con “Bumblebee” (bueno, y échale un poco de buena voluntad). ¿Desprecias el pop de ascensor? Yo también, pero seguro que el día que los Wave Pictures hagan una canción me gustará.
Es así de simple, esta gente tiene magia. Y si se echa de menos un poco más de mala leche – por decirlo con sencillez – siempre nos queda la seguridad de que en otros cinco o seis meses tendremos un nuevo disco y una nueva de Dave Tattersall, Jonny Helm, Franic Rozycki y su banda de amigotes. Y seguro que nos dan buenos motivos para alegrarnos de nuevo.