The Yellow Melodies – Sunshine Pop (Autoeditado)
Si hay un personaje en la escena indie patria al que yo definiría como “Perfecto Festivalero”, ese es Rafa Skam. Desde el FIB al Lemon Pop pasando por el Contempopranea, este murciano de pro se ha hecho todas las ediciones de los festivales “indies de verdad” de nuestro país, no los que portan esta bandera como mera etiqueta.
Pero además de eso, Rafa es el cantante y compositor principal de The Yellow Melodies, grupo de culto de la ilustre región de Murcia y que acaban de facturar “El Disco Pop del Año”.
Ahora que todo el mundo dice que las críticas de discos ya no valen para nada porque lo puedes escuchar todo en “Explotify” y que el periodismo musical está muerto, voy a intentar hacer un doble tirabuzón con peineta incorporada y demostrar que estas críticas sirven, sobre todo, para aprender de música (influencias, otros grupos similares, anécdotas varias, etc) y, sobre todo, para pasar un buen rato de lectura, que no es poco.
Pues venga, vamos al tajo.
El nuevo álbum de Yellow Melodies, autoeditado, como buen indie de pura cepa, se llama Sunshine Pop, así que por aquí poco misterio, la verdad, pero si escuchamos las canciones con atención y sosiego, vamos a descubrir el universo personal de una de las personas que más sabe, y más siente la música, de este país: Rafa Skam.
El primer tema es UN PUTO HIT. Se llama “Follow the sun” y lo compararía con el “Wake up boo!” de The Boo Radleys. Si te despiertas todos los días con esta canción, te comes el mundo, te lo aseguro. Un diez en composición, arreglos y producción. Tema exquisito donde los haya.
Seguimos con “It´s a Good day today”, canción que me recuerda mucho a un grupo mod inglés de revival de nombre The Jet Set y que tenían un tema llamado “Wednesday girl” tan buena como esta. Melodía de diez y unos coros a modo de “parapapá” y “uhuhuhuh” tan imbatibles como Arconada.
En el tercer tema, “La magia de aquellas noches”, Rafa se atreve con el castellano y se casca una letra de desamor capaz de hacer llorar al mismísimo Charles Manson. Musicalmente nos remite al “Incense and Peppermints” de Strawberry Alarm Clock y nos muestra el lado más “sixties” del compositor levantino.
Seguimos con el idioma de Cervantes con un tema llamado “C-86 e Indiepop”, que abre con esta frase: “Cientos de discos en mi habitación sin basura en mi colección”, con lo que uno no puede por más que estar identificado con la madre de Rafa, que seguro que está tan contenta como la mía con todas las estanterías de su casa petadas de vinilo como si de una colección de Karl Lagerferd se tratase.
Rafa ya me tiene ganado con cuatro pepinazos como castillos, pero lo mejor de todo es que aún quedan dos temas más en la Cara A. En “Explotify”, aunque tienen mucha cara, no hay ni “Cara A” ni “Cara B”, con lo que jamás encontrarás un disco así de ESPECIAL en la máquina de hacer churros sueca.
No hay quinta mala, y en “Tan real”, Rafa se acerca al garaje norteamericano de la costa oeste emulando a bandas como The Chocolate Watch Band o The Music Machine. ¡Olé sus huevos! (y no los de Rubiales).
Cerramos la primera cara del acetato volviendo al idioma de Shakespeare con un tema de nombre “What i do” que nos remite al “Tired of waiting” de The Kinks y que nos vuelve a mostrar al Rafa más sesentero. También tiene ecos de “In my room” de The Beach Boys, por lo que el tema cabalga entre el Reino Unido y los USA, a modo de oleoducto transoceánico.
Nos levantamos del sillón y cambiamos el disco de cara. Nos podemos incluso hacer un menta-poleo antes de “encarar” THE OTHER SIDE.
La “Cara B” empieza con un tema “surfero” que me recuerda a los Surfin´Lungs, el grupo de los 80 que mejor supo rescatar el legado del primer Brian Wilson, antes de comerse tripis y echar tripa, y que, con permiso de los Barracudas, ha hecho las mejores canciones de revival del género de la historia.
Volvemos al castellano con “Importante”, tema que me recuerda a los madrileños Doctor Petaco, que a principios de los 90 eran los únicos que supieron capturar el sonido del punk primigenio del ´77 con reminiscencias de grupos como los Rezillos o los Undertones. También me suena a los americanos The Queers, y eso me pone palote. Rafa cierra la canción con una secuencia bitelesca (de The Beatles, no de Bitelchús) que la podría haber firmado el mismísimo Paul McCartney.
Y llegamos a la mejor canción del disco, “Ya no sueñas con ganar”, la novena del disco (en “Explotify” no hubieras llegado ni a la quinta y te la hubieras perdido, asúmelo).
Este tema, digno del grupo “La buena vida” tiene la letra derrotista más luminosa de la historia, con versos que dicen “El placer inmediato ahora es lo principal, ya no hay paciencia, es la comodidad…has cambiado, ya no sueñas con ganar”.
Rafa, si me está leyendo te aconsejo que vayas por esta senda, pues “La Buena Vida” desgraciadamente ya no existen y tú bien podrías cubrir su añorado hueco.
“Driving back home” es probablemente la canción más ramplona del disco, pero es que todos los genios se merecen un descanso, así que, por ser esta vez, te lo vamos a perdonar Mr. Skam, pero para el siguiente disco, “all killers, no fillers”, que dirían Sum 41.
Nos vamos acercando al final, con lo que Rafa se vuelve a poner “melosón”, y se vuelve a tirar en plancha al castellano con la preciosa “Tu paraíso al anochecer”, letra enigmática que parece hablar de una estrella del pop desaparecida de paradero desconocido. Como Chenoa cuando lo dejó con Bisbal, o sea.
Y todo lo bueno se acaba, así que regresamos al inglés con “The sunshine of your eyes”, tema también sesentero que podría haber firmado Donovan o incluso Nick Drake. Estribillo de diez y coros en plan “aaaaaaaahhhh” que te ponen los pelos como Scorpions y te hacen volver a saltar del sillón y darle la vuelta al vinilo una vez más.
Y así, hasta el infinito y más allá, como yo con Rafa Skam.
Escucha The Yellow Melodies – Sunshine Pop