Triángulo de Amor Bizarro – Salve discordia (Mushroom Pillow)
Entre todas las frases del cuñadismo ilustrado, posiblemente una de las más socorridas a la hora de evaluar etéreamente el trabajo artístico de alguien es aquella de “lo ha vuelto a hacer”. Lo más maravilloso de su indefinición (ha vuelto a hacer, ¿el qué?) es la apertura discursiva que propone: vale tanto para acérrimos seguidores como para detractores; tanto para encumbrar obras, como para advertir del hedor de un producto nada recomendable. Por lo tanto, si lo que queremos es emitir un juicio preciso, lo suyo sería evitar decir que Triángulo de Amor Bizarro lo han vuelto a hacer; salvo, en efecto, que lo que queramos sea simplemente anunciar que lo han vuelto a hacer: han publicado un disco otra vez.
La tentación es grande, pero el nuevo trabajo de los gallegos bien merece ponerlo bajo el foco del análisis. Salve Discordia es, sí, otro muy buen disco con el sello propio de Triángulo de Amor Bizarro: ruido, guitarras afiladas, pop y un universo bipolar que alumbra una ristra de himnos vitales imposibles de ignorar, todo junto y en una aparente anarquía que se revela calculada al primer requiebro. Relativizada ya la excitación natural de su debut en 2007, y muy tentados de asimilar erróneamente accesibilidad con calidad, en las casas de apuestas de la crítica no se paga demasiado decir que este es, además, su mejor disco hasta la fecha.
Parece evidente que el pop, que en Triángulo de Amor Bizarro siempre ha latido bajo espesas capas de ruido y urgencia punk, se abre camino esta vez con la luminosidad de una epifanía mariana; lo cual, por otro lado, no hace mejor o peor disco a Salve Discordia. Lo que verdaderamente lo convierte ya en uno de los trabajos del año es la sublimación de las virtudes de la formación gallega, materializada en una colección que bascula en el perfecto equilibrio entre la frescura debutante y el hardcore ruidista de sus inmediatos antecesores.
Salve Discordia es el disco más fino lírica y melódicamente de Triángulo de Amor Bizarro, y coincide con otra evidencia: el protagonismo de Isa Cea que, merced a 5 canciones casi consecutivas, se queda para ella sola casi toda la gloria. Su voz describe una especie de necrológica cronológica sentimental que, a través de la facilidad para hilar himnos y de cierto crescendo agresivo, atraviesa todas las fases a velocidad de crucero: del “rema, marinera, hacia el horizonte hasta que no puedas más” en “Barca quemada” al hiperrealista “si yo estoy sola y tú estás solo, no estemos solos nunca más” de “Seguidores”, y de ahí al “la ciencia es mentira sin ti” de “Baila Sumeria”; “habría votado a la derecha por ti” en la maravillosa “Qué hizo por ella cuando la encontró” (que termina con el mantra colectivo “no vuelvo ni muerta”) y “no esperaré a que un rayo te parta” en “Nuestro siglo Fnord” son el broche agridulce.
Y, a pesar de su excepcional entidad independiente, Salve Discordia sigue existiendo alrededor de todo esto. “Desmadre estigio” y “Gallo negro se levanta”, de hecho, abren acertadamente el disco recordando a los Triángulo de la década pasada: la prosa de ambas, junto a la de “O salve eris” (“protege tu cuello”) entronca directamente con el clásico instantáneo “llevar navaja siempre es conveniente” de su debut, y el sonido redunda en el turbio frenesí punk marca de la casa. El final del disco, con la contundencia integral de “Euromaquia” (“Europa es una zorra y está matando a su juventud”) y “Luz del alba”, deja pocas dudas al respecto y al final sí, en realidad sí: Triángulo de Amor Bizarro lo han vuelto a hacer.
Discazo. Mucho mejor que el anterior
“Gallo negro se levanta” es el pepinazo del año. Terremoto sonoro! el mejor grupo español
estaba deseando que saliera. me parece su mejor disco, así sin mas