Tuxedomoon & Cult With No Name – Blue Velvet Revisited (Crammed Records)
Antes de empezar a frotarse las manos o a rasgarse las vestiduras, conviene apuntar que el disco que nos ocupa no es una nueva banda sonora para la oscurísima y fascinante película del maestro Lynch, que supongo que es lo que todo el mundo (yo incluido) pensaría al ver el título y la portada; la historia es bastante curiosa: durante el rodaje de Blue Velvet, el fotógrafo alemán Peter Braatz tuvo acceso total, sin restricciones, a todo el proceso de la película. Aprovechó la ocasión y acumuló cientos de horas de grabaciones y fotos que luego utilizaría para su documental de corte experimental No Frank in Lumbertown. Actualmente todo ese material, además de fotos y material inédito en Super 8 y 16mm, se halla en proceso de reconstrucción para montar otro documental sobre el rodaje de la misma, aprovechando el 30º aniversario de su estreno, en el que Braatz muestra su propia experiencia como testigo privilegiado. Este documental aún no se ha estrenado y es a lo que se atreven a ponerle música Tuxedomoon y Cult With No Name.
Más curioso todavía resulta el hecho de que, normalmente, las bandas sonoras se encargan para ambientar una película (documental, corto, etc), ya hecha. Pero estamos hablando de David Lynch, que nunca se ha caracterizado por su ortodoxia. En un acto de sumo respeto creativo, encargó –junto a Braatz – la música a CWNN dejando claro que no quería influencias de la BSO original del film, que este era un nuevo proyecto y que no iba a ser el documental el que dirigiera la música, sino al revés. Toma ya.
Si Tuxedomoon necesitan presentación para alguien, sugiero que corran como alma que lleva el diablo a hacerse con, por lo menos, el material básico de la tremenda banda norteamericana (aunque mucha gente piensa, no sin cierto fundamento, que parecen europeos), uno de los no muchos grupos que consiguieron desde el principio eso por lo que miles de grupos se dejan la piel en esto del musiqueo: tener un sonido absolutamente único y una personalidad reconocible a kilómetros. Más desconocidos (para mí) eran Cult with No Name, dúo británico que me ha interesado enormemente por su mezcla de influencias y lo que consiguen sacar de ellas, que es lo importante. Ya habían colaborado con Blaine L. Reininger y otros miembros de Tuxedomoon con muy buenos resultados, así que cuando Braatz les encargó este proyecto, no dudaron en reclutar al combo de San Francisco y a otra luminaria como es John Foxx, primer cantante de Ultravox! y autor de uno de los mejores discos de la historia del pop sintético, Metamatic. Este aporta Lincoln Street, situada en el disco estratégicamente para separar una mitad más, ejem, convencional , con guiños al jazz de cabaret un tanto surrealista y enloquecido, un sitio donde podrías ver a un taciturno Tom Waits trasegar bourbons mientras sigue con los ojos entrecerrados las insanas melodías de Reininger, de otra algo más oscura y ambiental, donde meten mano a saco CWNN.
El resultado es una obra fascinante que se acerca claramente a los terrenos transitados por ambas bandas por separado, donde destaca el conjunto más que composiciones separadas, que hay que escuchar del tirón y sin distracciones, y nos deja esperando ansiosamente el documental. Recomendadísimo.