40 años de The Glove, la aventura de Robert Smith y Steven Severin
1983 fue un año convulso dentro de The Cure. La banda, que parecía condenada a la desaparición, se resquebrajaba tras la intensa gira de Pornography -que terminó con Simon Gallup fuera del grupo- y con un hastiado Smith enrolado como guitarrista en Siouxsie & the Banshees. Fue entonces cuando el bajista Steven Severin le propuso retomar su actividad conjunta (ambos llevaban tiempo colaborando). Decidieron nombrar su proyecto The Glove, en referencia a un guante volador gigante llamado «murder mitten» que pertenecía a un policía corrupto llamado Blue Meany en la película animada de The Beatles de 1968 Yellow Submarine.
Una aventura que en principio iba a generar tan sólo un EP, pero el dúo comenzó a dar muestras de una gran capacidad creativa grabando 15 canciones en apenas tres días. Y así nació Blue Sunshine, su único LP editado en agosto de 1983, en el no pudo cantar Robert Smith ya que tenía firmado un contrato con su manager Chris Parry, que impedía poner su voz a cualquier disco que no fuera de The Cure, aún así le convencieron hacerlo en dos de las canciones siempre y cuando no fueran lanzadas como single. Decidieron contar con una cantante y la elegida fue la por entonces novia de Budgie, Jeanette Landray, una bailarina sin experiencia que trabajaba en Top Of The Pops dentro de un colectivo llamado The Zoo.
Blue Sunshine, que también contó con colaboradores como el futuro (y efímero) batería de The Cure Andy Anderson, fallecido en 2019, es un recomendable artefacto de tecnopop psicodélico. Un viaje lisérgico inspirado en varias películas de serie B en el que los ecos de Syd Barrett y los ambientes de la época. La producción, a cargo de Smith, Severin y Merlin Griffiths, se caracteriza por su atrevida yuxtaposición de elementos sonoros. Las pistas del álbum abrazan una amalgama de géneros, desde el rock siniestro hasta tintes de psicodelia y sintetizadores exuberantes. Este coctel musical se ve complementada por las letras, que oscilan entre lo enigmático y lo inquietante, a menudo tocando temas relacionados con la alienación, la desorientación mental y el vértigo emocional.
The Glove trasciende su estatus como mero proyecto colateral, presentando una perspectiva singular y aventurera de dos figuras fundamentales en la escena post-punk británica. Más allá de su recepción comercial modesta en su momento, el álbum ha ganado una apreciación renovada a lo largo de los años, siendo reconocido como una cápsula del tiempo que captura la efervescencia artística y sonora de su época, así como la búsqueda personal y creativa de sus protagonistas. Cabe destacar que este trabajo discográfico también se originó en el contexto de una etapa de redescubrimiento personal para Robert Smith, marcada por su experimentación con sustancias psicoactivas, lo cual, de una forma u otra, influyó en la dirección creativa del proyecto.
The Cure estaban por entonces a medio reconstruirse, tras la edición de los singles de tecnopop «Let’s Go To Bed» y «The Walk» y sus correspondientes caras B (poco después de The Glove grabarían «The Lovecats»), Smith participaría activamente en la gestación de Hyaena (1984) de Siouxsie & The Banshees componiendo, tocando la guitarra y el teclado. Algunas de las canciones sobrantes de The Glove terminarían formando parte del siguiente disco de The Cure, The Top (1984) como «Dressing Up». Una de las pocas apariciones televisivas del proyecto tuvo lugar en el programa musical de The Riverside ( BBC2, UK TV, 24 de octubre de 1983) grabada en el museo del vapor junto al puente de Kew sobre el río Támesis en el oeste de Londres. El grupo se complementó aquí con dos miembros de The Cure en ese momento, Andy Anderson en la batería -que como decíamos tocaba en el disco- y el guitarrsita Porl Thompson en los teclados.
El sencillo «Punish me with kisses» fue lanzado el 18 de noviembre de 1983 y alcanzó el puesto 97 en las listas Top150 Singles del Reino Unido. Una canción inspirada en la «novela pulp» del mismo nombre de William Bayer publicada en 1981. Como decían sus protagonistas en las entrevistas de la época estábamos ante 12 canciones que parecían de 12 grupos diferentes que desde entonces a nuestros días, sonarán familiares a los fans de los Banshees y The Cure y quizá algo menos accesibles para el resto. Ahí estaban «Like an Animal», que irrumpía con su ritmo hipnótico y voces distorsionadas, transmitiendo una sensación de desarraigo y confusión. O piezas como la bailable y ondulante “Sex-Eye-Make-Up”, que chocaban con la pesadilla pop de «Mr. Alphabet Says» -con la voz de Smith– o la cacofonía sombría de «Orgy».
Otro de los temas cantados por Smith, la casi futurista “Perfect Murder”, se encuentra entre lo mejor del conjunto, que también cuenta con dos instrumentales, el tono ambient de la fantasmal «A Blues In Drag» y la locura lisérgica de «Relax», utilizada para abrir algún concierto de la gira de 1986 de The Cure, como ese mítico documento llamado In Orange grabado los días 8, 9 y 10 de agosto en el francés Théâtre antique d’Orange.
El álbum, que fue reeditado en 2006 en una Deluxe Edition que recogía un segundo CD con todas las canciones cantadas por Smith, ha quedado para la historia como un esfuerzo artístico escapista y al mismo tiempo introspectivo, yaciendo en la intersección de la psicodelia y oscuridad que forma parte del legado musical de ambos artistas.
Un disco que gana con cada escucha y va más allá de la mera curiosidad.
Excelente artículo. Gracias muzikalia por traernos estos regalos de cuando en cuando
cuando Robert Smith se tomaba la musica en serio….
Una época rara de Don Smith, un The Cure incierto, un presente Siouxxie, uno de los peldaños cercanos a la explosión masiva….un disco atemporal para mi, lo escucho bastante seguido desde que lo descubrí….muy bueno el artículo, felicitaciones!