The Wedding Present
Obviamente es mi banda, pero The Wedding Present siempre ha sido una especie de democracia
Cuatro años después de su anterior entrega, la incasable banda británica capitaneada por David Gedge regresa a escena con un álbum rematado con la inconfundible y tradicional impronta de The Wedding Present, tras dar por finalizado el ramalazo ligeramente más pop de su predecesor El Rey (2008).
Valentina (2012) es un álbum denso y desarrollado entre esos tupidos ambientes donde el cuarteto se maneja con soltura, que sacrifica la presencia de sencillos evidentes para dar prioridad a la homogeneidad de un conjunto que cuenta con diez nuevas composiciones de los de Leeds.
La banda prepara además una nueva gira especial que les traerá a España en verano para interpretar al completo Seamonsters (1991) con motivo del vigésimo aniversario de su publicación original.
Sobre todos estos temas y muchos otros conversamos con el propio David Gedge a lo largo de una interesantísima entrevista que puedes leer a continuación.
La primera pregunta es casi obligada… ¿Quién es la “Valentina” que da título al disco?
Cogí el nombre para el disco de un libro italiano de cómics bizarros hecho en 1960 por Guido Crepax. Valentina es una fotógrafa de moda que tiene algunas aventuras particularmente surrealistas. Evidentemente las canciones del disco no tienen nada que ver con el título del álbum, sólo es que a veces, si me gusta como suenan, me gusta pillar al azar nombres de la cultura pop.
Han pasado tres años desde vuestra anterior entrega ¿Crear y grabar el nuevo disco ha sido un proceso complicado? ¿Por qué tanto tiempo?
Creo que la razón principal por la que ha pasado tanto tiempo es porque la formación actual del grupo es básicamente nueva y los miembros de la banda estaban preocupados por las comparaciones con anteriores formaciones del grupo. Así que antes de lanzar Valentina (2012) preferimos esperar hasta tener una cuantiosa colección de canciones con mucha calidad.
“Valentina” (2012) es un álbum sensiblemente más crudo y agresivo que “El Rey” (2008), que tenía un aspecto más calido y pop… ¿Necesitabas volver a esa crudeza y recuperar el aspecto habitual de un disco de The Wedding Present?
Sí ¡Es algo bastante habitual en The Wedding Present! Si hemos hecho un cierto tipo de disco el siguiente tiene que ser diferente… así siempre nos movemos en una dirección diferente.
¿Quizá no quedaste del todo satisfecho con el resultado de “El Rey” (2008)?
No, creo que “El Rey” (2008) es un disco que está bien y estoy muy orgulloso de él, pero como tú dices, es fundamentalmente un disco de pop y ninguno de nosotros quería hacer justo ese mismo tipo de álbum de nuevo…
¿Qué diferencias destacarías entre este disco y los anteriores? ¿Qué dirías que tiene de exclusivo este nuevo álbum?
Creo que lo que más me gusta de Valentina (2012), en concreto en comparación con otros discos, es que durante ciertas partes suena bastante extraño. Por ejemplo, está la canción “The Girl From The DDR” que, en apariencia, es una canción de rock sencillo. Pero a la vez también es un dueto bilingüe que sale disparado con una sorprendente sección instrumental. Hay un montón de pequeñas ideas inhabituales en este disco…
¿Cuál ha sido la inspiración en este nuevo disco?
Creo que la principal inspiración ha venido de que nuestro viejo guitarrista dejó la banda, y nuestro batería Graeme Ramsay se convirtió en el nuevo guitarrista. Graeme trajo a la banda muchas ideas interesantes que han inspirado este nuevo conjunto de canciones.
Llevas ya tiempo junto a algunos compañeros de banda, e incluso los temas de “Valentina” (2012) han sido compuestos precisamente con el ahora guitarrista Graeme Ramsay… ¿Has encontrado definitivamente una banda adecuada con la que compartir tus canciones?
Sí, la actual formación es perfecta para el tipo de sonido que hemos explorado en Valentina (2012). Saben cómo “rockandrolear”. ¡No tienen miedo a hacer ruido!
Por tanto… ¿Dirías que The Wedding Present es el proyecto de David Gedge y tres personas más o hay cierta democracia y equilibrio creativo en la banda?
Las dos cosas. Es obvio que es «mi» banda… pero creo que The Wedding Present siempre ha sido una especie de democracia, porque cuando se hacen los arreglos de las canciones todo el mundo tiene su oportunidad y es animado a hacer aportes. Creo que por eso todos nuestros discos tienen su personalidad propia. Porque desde luego yo no dicto cómo debe sonar un disco. Me dejo llevar por el consenso de quienes en ese momento están en la banda.
Tras más de veinticinco años de carrera… ¿qué expectativas tienes cada vez que The Wedding Present publican un nuevo disco?
Puede sonar sorprendente, pero realmente no tengo ninguna expectativa. Estoy feliz por haber tenido la oportunidad de grabar una nueva fase en la vida de The Wedding Present. Y la única ambición que he tenido siempre es dar a conocer discos con los que todos los miembros de mi banda se encuentren satisfechos.
Del mismo modo y con la perspectiva que da el paso del tiempo… ¿Cómo ves ahora la trayectoria de The Wedding Present cuando echas la vista atrás?
Bueno, irrumpimos en la escena en un momento en la música de guitarras estaban de moda, y al menos durante unos cuantos años fuimos “queridos por los medios de comunicación”. Luego esa época obviamente pasó, y la gente comenzó a buscar nuevos sonidos y nuevos tipos de música, aunque creo que para entonces ya éramos lo suficientemente fuertes como para capear el temporal. Entonces The Wedding Present se instaló en un proceso de continua reevaluación de nosotros mismos dentro de la plantilla que habíamos creado. Creo que la banda ha continuado evolucionando a través de los años y aprendido de nuestras experiencias.
La última vez que estuvisteis de gira en España fue con motivo del veinte aniversario de “Bizarro” (1989) ¿Cómo fue la experiencia de girar tocando un disco al completo? ¿Qué fue lo mejor y lo peor de aquella gira?
En realidad reproducir un álbum en su totalidad fue una experiencia muy interesante… En cierto modo es como leer un viejo diario. Pero luego, desde otro punto de vista, es un reto fascinante para reevaluar y revitalizar algo en lo que no había pensado desde hace veinte años. Bizarro (1989) es un conjunto particularmente enérgico, así que creo que probablemente lo más difícil fue que físicamente era muy exigente, aunque en realidad eso no era un inconveniente ya que parte del atractivo de ese disco está en su musculatura.
En breve volveréis a hacer lo mismo con Seamonsters (1991)… ¿Por qué os decidisteis a repetir la experiencia con este otro álbum?
¿Por qué no? Creo que Seamonsters (1991) presenta un dilema interesante. No es tan inmediato y amistoso para el público como fue Bizarro (1989). Es una grabación mucho más intensa y malhumorada, así que será interesante ver cómo el público reacciona ante eso.
¿Qué significó Seamonsters (1991) en la carrera de The Wedding Present?
Seamonsters (1991) fue el primer álbum donde quedé totalmente satisfecho con el sonido grabado en estudio por la banda. Aunque en George Best (1987) y Bizarro (1989) me gustaban las canciones, nunca sentí que las grabaciones finales hiciesen justicia al sonido que la banda tenía en los ensayos y en los conciertos. Creo que Seamonsters (1991) tuvo un sonido más grandioso, un sonido de más de tres dimensiones…
¿Cómo serán esos conciertos? ¿Qué puede esperar la gente que vaya a veros en directo?
Bueno, como Seamonsters (1991) sólo dura 45 minutos, en los conciertos habrá un montón de tiempo para que toquemos canciones nuevas y otras antiguas que no están en Seamonsters (1991). De hecho, de la forma en la que yo veo Seamonsters (1991) creo que las canciones del disco pueden ser sólo una decima parte del concierto.
Personalmente, lo que más me ha gustado siempre de vuestros conciertos es que son intensos, sinceros y directos, sin adornos ni florituras… ¿Cuándo y por qué decidiste que así era como querías que fuesen tus conciertos?
Creo que la mayoría de los conciertos de todas las bandas son así cuando empiezan, pero con el paso del tiempo sienten la necesidad de desarrollar sus presentaciones en directo. Y quizás eso sea necesario o deseable para algunas bandas, pero con The Wedding Present nunca he sentido la necesidad de hacer nada adicional además de simplemente tocar las canciones en directo. Otro buen ejemplo de lo que estoy diciendo es el siguiente: una vez vi a Inspiral Carpets tocando en el Reading Festival. Lanzaban fuegos artificiales, llevaban majorettes y fue un show espectacular. Luego salieron los Pixies, casi inmóviles, simplemente tocando sus canciones, y fue una experiencia más cautivadora.
The Wedding Present es una banda íntegra que siempre ha funcionado al margen de las modas y tendencias musicales… ¿Cómo se ven o se entienden todas esas modas cuando van pasando a tu lado a lo largo de los años?
Bueno… siempre he estado interesado en las nuevas tendencias musicales, porque es interesante ver cómo cambian los estilos y cómo el público exige nuevas experiencias. Pero con The Wedding Present, durante los últimos 20 años, hemos estado fuera de ese proceso. Creo que sólo existimos en nuestro propio entorno.
Antes hablábamos del pasado. Ahora, en sentido contrario… ¿Cómo ve David Gedge el futuro de la escena musical británica desde un punto de vista artístico?
Creo que hay un problema en el hecho de que la música rock no ha sido realmente una forma de arte novedosa desde el cambio de siglo. Cada nueva banda que escucho hoy me recuerda a una banda del pasado. No es sólo que haya sido influenciada por ese grupo, quiero decir en realidad que suena exactamente igual que una banda de los 50, los 60, los 70 o los 80. He oído un montón de bandas actuales que quieren sonar exactamente como Joy Division, por ejemplo. Y el legado de Joy Division en enorme, pero creo que la única novedad en la actualidad está en la tecnología… ¡lo qué puede ser muy emocionante pero difícilmente muy rock ´n´ roll!
Muchas gracias de nuevo y mucha suerte con el nuevo disco.
¡No hay de qué!