A Perfect Circle – Zeleste (Barcelona)
22:01 en mi reloj; puntualidad inglesa y aunque la gente empezaba a impacientarse (Auf Der Maur acabaron su actuación a las 21:30) A Perfect Circle salió puntual a escena ante un público que llenaba la sala Zeleste prácticamente hasta la bandera.
“Vanishing” fue la encargada de abrir la descarga aderezada con un interesante efecto visual; Maynard proyectado como una holografía sobre una tela se encargó de las primeras notas al mando de una especie de timbales. Durante el resto de la canción el efecto evolucionó a la proyección de Maynard en la misma lona sobre una espiral interminable y bajo efectos de luz que la hacían aparecer a diferentes distancias. Simplemente curioso.
Siguió “Pet”, contundente, con la desaparición de la tela que dejó a Maynard en una especie de púlpito donde adoctrinar a las masas; Era una mezcla de tarima y jaula sin rejas donde se movía entre la oscuridad pues la iluminación no permitía ver su figura más que como una sombra. Curioso segundo efecto.
A la quinta canción me di cuenta de que la broma iba en serio. Maynard no se había bajado de la tarima y la luz seguía sin enfocarle a la cara. Era el momento de “Weak and Powerless” que sonó realmente épica envolviendo completamente la sala. No le vimos la cara en todo el concierto.
El resto del grupo se mantenía igual, prácticamente inmóvil, dedicándose únicamente a tocar y aunque Iha se molestó en coger el micro y contar un chiste al respetable, su actitud fue totalmente apática. Completamente PERFECTOS y lo escribo en mayúsculas porque así era; hacía tiempo que no escuchaba un directo tan potente y tan magistralmente ejecutado, pero si hubiera escuchado cualquiera de dos discos que han publicado hasta el momento sentado en el sofá de mi casa y las luces apagadas el efecto hubiera sido el mismo.
Musicalmente impecables, nada se le puede echar en cara a un grupo de tan alto nivel. A destacar el trabajo rítmico de Josh Freese tras la batería, simplemente impresionante verle sacar partido de su instrumento de esa manera y, siendo el único que estaba sentado, fue el que más se movió de todos ellos. Howerdel al mismo nivel, impresionante dirigiendo todas sus composiciones, es capaz de envolver de música toda una sala con solo su guitarra. Maynard ya nos enseñaba en “Tool” como se canta y ahora consigue dar aún más matices a su voz y desgarrar cuando es necesario; digan lo que digan no está en horas bajas, sigue siendo brutal.
Siguieron “Orestes”, “The Package”, “3 Libras” (una de las canciones que más conectaron con el público aunque recuerda irremediablemente a los Incubus) y “The Nurse Who Loved Me” entre otras dando un repaso por igual a “Mer De Noms” y “Thirteenth Step”.
“The Outsider”, segundo single de “Thirteenth Step”, fue simplemente para enmarcarla, la mejor de la noche, intensa, directa y muy contundente.
Finalizó el concierto con Judith, solamente una hora y veinte minutos después de haber empezado y con una intervención final de Iha y White que realmente no llegamos a entender. Los allí presentes fueron abandonando la sala entre la satisfacción musical y el desengaño por lo corto del concierto y lo apático de la actuación.
Musicalmente perfecto, impresionante, puedo decir que no tengo palabras que describan la capacidad envolvente que A Perfect Circle consiguen con sus melodías, pero creo que a los que vamos a este tipo de conciertos no nos gusta sentarnos ante un grupo que parecía la filarmónica de Viena, inmóvil y apático y ante un espectáculo medido hasta el milímetro, sin un solo ápice de improvisación y tan distante del público.
Auf der Maur no supieron conectar con el público pese a los esfuerzos de Melissa por hablar en catalán, cosa de agradecer. Sonaron espesos y aburrieron aunque he de reconocer que conforme avanzó la actuación fueron mejorando con piezas curiosas.