Conciertos

The Posies + Backyard Babies – Oasis Club Teatro (Zaragoza)

Ante la coincidencia en la ciudad de los directos de dos bandas con reconocido recorrido como The Posies y Backyard Babies, ambas citas terminaron fundiéndose en una sola. No obstante, la disparidad de estilos entre ambas formaciones hacía fácil distinguir a los seguidores que cada una de ellas había arrastrado a la sala.

Backyard Babies fueron los encargados de inaugurar la noche. El motivado cuarteto escandinavo salió a arrasar y, repartiendo repertorio entre temas de su reciente Fuck off and Die (Billio Dolar Babies/Spinefarm, 2008) -“Idiots” o la misma “Fuck off and Die”- y antiguos éxitos como “Highlights”, cumplieron con los fans de Hellacopters, Ramones o Guns N’ Roses, al firmar una contundente actuación.

Tras el cuero negro y los tatuajes de los escandinavos, llegó el turno de la mítica banda de Power Pop, The Posies, que ha decidido unirse a la creciente moda de girar interpretando al completo uno de sus discos. En este caso, celebrando los quince años desde la publicación de su mejor trabajo, la elección recayó en Frosting on the Beater (Geffen Records, 1993). Los mismos músicos terminaron de poner a punto sus instrumentos antes de interpretar en riguroso orden el elepé.

Los de Seattle, encabezados por los incombustibles Jon Auer y Ken Stringfellow comenzaron, por tanto, con las maravillosas “Dream All Day” y “Solar Sister”, mostrando a un desenfrenado Stringfellow, contoneándose y escupiendo sin parar. Las guitarras fueron las protagonistas principales de la velada, con un rotundo punto adicional de velocidad con respecto a su versión registrada años atrás. De paseo por el mítico álbum, quedaron unas inolvidables “Definite Door” o “20 Questions”, entre la referencia política con motivo de las próximas elecciones en Estados Unidos o los elogios a sus predecesores en el escenario.

Por su parte, Matt Harris al bajo y Darius Minwalla a la batería, permanecen siempre en un discreto segundo plano, tanto que incluso desaparecieron en la mimada “Coming Right Alone”, que finiquitaba el álbum así como la parte central del concierto. Para entonces la camisa del voluminoso Jon Auer ya goteaba de puro sudor. A partir de ahí llegaron los extras, rescatando primero “Start a Life” y echando inmediatamente mano del celebrado Amazing Disgrace (Geffen Records, 1996), con el incontestable trío formado por “Please Return It”, “Throwaway” y “Ontario” como bacanal final, mientras Auer arrancaba las cuerdas de su guitarra antes de lanzarla sobre su cabeza en pleno éxtasis.

Minutos después, unos satisfechos Ken y Jon, Jon y Ken, tenían el siempre agradecido detalle de vender y autografiar sus propios discos. La leyenda de la banda había quedado plenamente justificada…

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