Julio de la Rosa – Sala López (Zaragoza)
Cuando Julio de la Rosa actúa en Zaragoza es casi como si jugase en casa. No en vano el músico presentaba el intachable La Herida Universal (2010), referencia co-publicada recientemente por el sello aragonés King of Patio junto a Ernie Records. En su cuarto disco en solitario después de la disolución de El Hombre Burbuja, el compositor ha aumentado accesibilidad tras incluir rica instrumentación y limar aspereza en sus formas habituales, manteniendo un fondo donde maneja con anormal habilidad las narraciones acerca de contusiones vitales.
La nómina de amistades del artista en la ciudad es relevante, contando la circunstancia con ventajas e inconvenientes. El protagonista descalzo se mostró motivado y relajado sintiéndose en familia para tejer una especial relación con el público, acompañada a su vez de excelsa efusividad que sacrificó profundidad a cambio de complicidad. Acompañado de eficiente banda completa que incluye al impagable Abraham Boba a los teclados y un sobreexcitado batería, el andaluz desgranó prosa urbana con más contundencia que delicadeza.
Durante el tramo central sonaron composiciones recientes como “Entresemana”, “Hasta que te Hartes”, “Una Mierda de Canción”, “El Traje” o unas espléndidas “Sexy Sexy Sexy” y “Canción de Guerra”, mientras que los extras justificaron el ambiente con un arrasador vistazo al cancionero de El Hombre Burbuja que incluyó “Kill The Mosquito”, “Rey Mugre” y “Mejor Fuera”, así como lejanas canciones como “Otro de sus Juegos” y “El Monstruo Nunca Duerme” recuperadas de M.O.S. (2004).
El final llegó con “Las Camareras” y la celebración definitiva en forma de improvisada conga por parte de los asistentes, con la actuación convertida en indisimulada fiesta y consiguiente desconcierto refiriéndonos a Julio de la Rosa.
El de la pasada noche resultó un buen concierto alejado sin embargo del óptimo potencial latente en un artista imprescindible. Porque tras lidiar con la sorpresa sin duda nos divertimos, pero no sin echar de menos esa faceta sobria y templada que siempre nos ha fascinado de Julio.