Jeffrey Lewis & The Junkyard – La Lata de Bombillas (Zaragoza)
Imaginen que cuatro norteamericanos algo freaks le invitan a presenciar un concierto que tendrá lugar en algún garaje desubicado. Allí descubren que sobre el escenario los tipos son muy poco tradicionales y algo anárquicos, pero que la distorsión del efecto conjunto proporciona un curioso y extraño efecto magnético gracias en parte al poderoso talento de una embaucadora serie de canciones.
Claro que a Jeffrey Lewis ya lo conocemos desde hace años sabiendo de su capacidad y versatilidad como compositor, pero a lo largo de su primera visita a Zaragoza dejó sensaciones similares en cuanto a asombro y peculiaridad, en la penúltima fecha de una extensa gira en la que ha presentado su espléndido nuevo disco A Turn In The Dream-Songs (2011). Hablamos de alguien capaz de verter sobre el escenario una personalidad singular que le ha erigido como abanderado del confuso movimiento anti-folk, además de como reputado dibujante y paradigma activo del underground neoyorquino contemporáneo.
Armado con una guitarra envuelta en decenas de pegatinas y su banda The Junkyard -con su hermano Jack como bajista y David Beauchamp como batería además de una teclista adicional-, el cuarteto alumbra un sonido amable que no renuncia a la distorsión y permite gran presencia del bajo, de aspecto ligeramente cacharreado que encaja a la perfección acompañando la cualidad vocal del propio Lewis, alejada del virtuosísimo clásico pero familiar y encantadora. Incontables cambios de ritmo y picoteos estilísticos al servicio del impulso con el principal protagonismo centrado en temas nuevos, sin olvidar la recuperación de clásicos pasados o narraciones sobre Marco Polo o Jeff Buckley ilustradas por el autor con sus propios cómics durante la interpretación.
Un talento anormal de un tipo peculiar al que la creatividad quema a la altura del estómago hasta que lo exterioriza y comparte, en una velada maravillosamente desconcertante en el que sólo la escasa y reprochable respuesta del público zaragozano, concretada en menos de medio centenar de asistentes, puso la nota negativa. En el pecado llevan ustedes la penitencia, no lo duden.