Tricky – Back to mine (DMC)
Back To Mine es un interesante experimento en el que algunos de los iconos de la música de los años 90, como Underworld o Roots Manuva, seleccionan sus canciones favoritas. Y este es, posiblemente, el más interesante de los que han aparecido hasta ahora, porque quien está detrás de la selección es Tricky.
La lista de canciones, por su variabilidad, destaca por sí sola. Mezcla géneros y épocas con una facilidad epatante, y sin embargo tan necesaria para que la gente comprenda, de una vez por todas, que dividir los gustos musicales en relación a los estilos o a las modas es un error que alimenta la banalidad y la estupidez. Así, Tricky loa a The Cure y Eric B & Rakim, en una misma cara de vinilo. Mucha emoción hay en «Lullaby» y «My Melody», dos canciones pertenecientes a dos auténticos poetas, Robert Smith y Rakim (rock y hip hop, respectivamente). Cada canción recibe una pequeña explicación del porqué ha sido seleccionada y Tricky dice de Smith que su legado debe ser preservado para siempre, «porque es el mejor compositor de canciones de amor del mundo».
Hay temas desconocidos, que sólo él posee, por pertenecer a grupos que le venían con maquetas, tras sus conciertos: es el caso de las interesantes voces de Constanza, Kat Cross o Liz Densmore (una chica de 14 años de la que dice que es lo que «Britney Spears y Timberlake quisieran ser: ellos mismos»). También, en un acto de autoafirmación, incluye dos temas hechos por él: Radanna (Tricky mismo en plan sucio, como antes) o Radagan & Tricka (él mismo y un amigo). De paso, aprovecha para comentar que con «Night Nurse» de Gregory Isaacs (reggae dub) hizo el amor con «una chica medio española, medio jamaicana, en casa de ella, en Bristol». Y es que el ex Massive Attack es un narcisista. Pero, como es un genio, es normal que se cite a si mismo constantemente. Quiere demostrar que en su capazo cabe de todo.
Hasta Kate Bush y su ampulosa «Eat The Music». Una enorme canción, la mejor del disco, es «Loop Garoo» de Dr John, un icono del rock psicodélico de los años 70. Una brutalidad sólo apta para free riders. Casi tanto como el «My Funny Valentine» del jazzman Chet Baker o «Much Finer» de las sorprendentes Le Tigre. O aún «Potion» de Morphine.
Tricky aprovecha la ocasión para reirse de algunos de los héroes de la música actual. Al comentar «Mirror In The Bathroom» de The Beat, se mofa de Mike Skinner (The Streets), de quien dice que «no merece la atención que le están dando, y sus sampleos son una mierda» (si le oyeran algunos modernetes actuales…). Afirma, además, que «Blur, The White Stripes o The Vines no existirían sin The Buzzcocks«, al comentar la divertida punkada de «You Tear Me Up» de los mismos (como ande suelto algún indie ortodoxo por Bristol…).
Con todo, es un disco interesante por ser una miscelánea que abarca mucha música e ideas, que es de lo que se trata. Si hubiera mantenido el nivel de la cara A, con ese arrebatador arranque con The Cure y Eric B & Rakim, este recopilatorio daría mucho más de que hablar. Tricky conoce música y tiene discos en su casa, algo fundamental para ser un buen compositor y tener ideas frescas cada cierto tiempo. Sólo a partir del conocimiento se puede crear. De cajón, vaya.