Ash – Meltdown (Infectous)
Ash funcionan al revés. El grupo irlandés, capitaneado por Tim Wheeler, surgió como un producto prototípico a principios de los noventa. Eran adolescentes cargados de energía intentando establecer los límites de su sonido. Y aunque siguen experimentando, sus primeros discos eran un puñado de buenas canciones de aire punk melódico. Con los años, en lugar de frenar su sonido como suele ser habitual, Ash han sufrido un fenómeno atípico de aceleración en todas sus canciones. Algo que en directo ya habían demostrado y que no acabó de consolidarse en estudio hasta la publicación de su segundo disco Nu-Clear Songs (1998).Y si a eso le añades un toque de dureza metal, algo así como subir cien veces el volumen de las guitarras, obtendrás el sonido de los Ash del 2004.
No hay que ser ningún genio para percatarse de que su cuarto disco, Meltdown, suena diferente a sus anteriores entregas. Nick Rasculinecz ha ejercido las labores de productor y es, sin duda, uno de los verdaderos responsables del cambio sustancial en el sonido de Ash. Aunque tampoco hay que dramatizar, los chicos de Belfast siguen creando melodías pop aceleradas y estribillos que rozan la perfección. Sólo que esta vez el contexto que acompaña la almibarada voz de Wheeler es mucho más oscuro, rozando en algunos momentos guitarrazos propios del metal como en el tema “Clones”. Los coros de la guitarrista Charlotte Hartley salvan algunas canciones, por ejemplo “Evil Eyed”, de la mera linealidad. “Starcrossed”, el tema más reposado de todo el disco es, quizá, el más pesado, tampoco hay que extrañarse, el disco contiene algunos momentos de relleno, pero en conjunto es uno de lo álbumes más redondos del año. “Out of blue” y “Won’t Be Saved” suenan a unos Ash mucho más clásicos, parecen temas sacados directamente de las sesiones de grabación de su primer álbum 1977. “Orpheus”, uno de los singles extraídos del disco, es el mejor ejemplo de la convivencia perfecta entre melodías pop y ritmos rock-metal setentero. Con Meltdown, su nueva aventura sonora, los miembros de Ash han encontrado la madurez musical y se acercan más que nunca al éxito masivo, aunque como viene siendo habitual en ellos, seguirán experimentando.