Julieta Venegas – Limón y Sal (Sony-BMG)
El problema de Julieta Venegas no es otro que el haber entregado 3 grandes discos antes de ser abrazada sin piedad por ese monstruo llamado comercialidad. Y es que a nadie se le escapa que Limón y Sal no llega, ni por asomo, a las cuotas de calidad de sus trabajos anteriores.
Julieta ha perdido en todos los terrenos. En el musical, ha tirado por el camino de un pop facilón y extremadamente poco arriesgado (“Canciones de amor”, “Dulce compañía”, “A dónde sea”), incluyendo concesiones fuera de lugar, como el sonrojante pseudo-hip-hop-reggaetón “Primer día”.
Perdió también en la producción (algo plana y aburrida) y sobretodo, en las letras. Otra vez, son más fáciles. Nos encontramos a una Julieta desengañada que habla del amor de una manera sencilla que llegará seguro a muchísima más gente, especialmente a las mujeres, pero acaba cansando tanto azúcar en un disco dónde pensábamos encontrar más limón y sal.
Aun así, a pesar de que a nivel global el disco pierde en la comparación inevitable con sus anteriores trabajos, Julieta Venegas sigue siendo la artista latina más interesante de cuántas podemos ver asomar la cabeza por los medios mainstream. “Me voy”, destrozada a la fuerza de tanta repetición, es un todo un hit y una canción de pop maravillosa, y tampoco podemos quedarnos impasibles ante grandes canciones como “De que me sirve”, “La última vez” o “Te voy a mostrar”.
La pena es que, por primera vez, los momentos brillantes queden por debajo del resto. Que Julieta Venegas puede hacer mucho más, lo tenemos claro. Y que si hiciera mucho más, vendería mucho menos, también. Supongo que ella mejor que nadie conoce el camino que seguirá a partir de ahora. Por el bien de la música, esperamos que vuelva al camino que la vio nacer.