Primal Scream – Beautiful Future (Warner)
Dos palabras nos bastan para definir la ya extensa carrera de Primal Scream desde que debutaran hace más de veinte años: eclecticismo e irregularidad. Ellos abrazan de igual forma el pop clásico, que el rock; como nos sorprenden con un trabajo plagado de lisergia electrónica, o de funk, psicodelia, dub, punk electrónico… o son capaces de ofrecer algunos hitos memorables (Screamadelica (91) o XTRMNTR (00)) así como algunos tropiezos para el olvido. Los de Bobby Gillespie pueden salir del escenario abucheados, como ofrecer el mejor directo del planeta. Sin olvidar otra de sus cualidades, la de saber arrimarse a buenas compañías que en ocasiones les reporta resultados deslumbrantes (Andrew Weatherall, Kevin Shields, Adrian Sherwood) o en otras no tanto (George Clinton, Chemical Brothers).
Y eso es justo lo que nos ofrece su nuevo álbum: luces y sombras. Han pasado dos años desde el disco de transición Riot City Blues, y los de Glasgow vuelven a su máxima de mostrarnos algo nuevo en cada entrega. Para esta ocasión optan por su faceta más luminosa y hedonista. Beautiful Future es un giro al pop sin concesiones, con teclados ochenteros y estribillos pegadizos que a pesar de tener un comienzo arrollador, termina por convertirse en una colección de canciones huecas (lo de “Zombie Man” es una broma pesada) que no terminan de salvarse ni gracias a la labor de sus nuevos productores Björn Yttling (Peter, Björn and John) y Paul Epworth (Bloc Party).
Nos quedamos con la frescura de las apabullantes “Beautiful Future” o “Can’t Go Back”, así cómo con la hipnótica “I Love To Hurt (You Love To Be Hurt) (con Lovefoxxx)” o el poso flokie de “Over & Over” (con Linda Thompson). El resto, resulta prescindible y hace que el conjunto les sitúe algunos peldaños por encima de su anterior trabajo, aunque muchos pisos por debajo de sus mejores obras.
Todo parece indicar que su fórmula comienza a dar preocupantes signos de agotamiento.