Edward Shape & the Magnetic Zeros – Up From Below (Vagrant Records)
40 años después del ya histórico concierto de Woodstock, su música, su espíritu e incluso su estética aún perviven en muchas bandas en pleno siglo XXI. Y es que Edward Shape & the Magnetic Zeros parecen llegados de finales de los años 60-principios de los 70. Así lo demuestran en Up From Below (Vagrant Records, 2009), su primer disco, de base folk-rock, con ritmos y melodías sencillas al más puro estilo de la gran fiesta del Magical Mistery Tour, de The Beatles. Su nombre interminable también recuerda a esas bandas de finales de los 60 con nombres más que completos: Big brother and the holding company; Crosby, Stills and Nash (y después también Young) o Quilksilver Messenger Service.
El disco arranca con paso firme con la animada y melódica «40 Day Dream», que recuerda a Funeral, de Arcade Fire sin distorsiones, para pasar a la ´popera´ «Janglin» marcada por un estribillo pegadizo y unos coros femeninos muy sesenteros. De hecho, Up From Below es un disco positivo que le hace a uno sonreír. Te hace sentir bien. Las preciosas melodías de «Home» y «Come in please» consiguen transmitir exactamente eso. La misma sensación que tuve cuando escuché por primera vez Next year in Zion, de los parisinos Herman Dune. ¿Influencias? Bob Dylan, M. Ward, Arcade Fire e incluso recuerda alguna canción del reciente experimento eléctrico de Paul McCartney con la banda Fireman y el disco Electric Arguments.
Sin embargo, en el disco de los norteamericanos también hay canciones más de atardecer y melancólicas como «Carries on» o «Simplest love». Las firmes voces incluso recuerdan al bueno de Richard Hawley. Up From Below transcurre con subidas y bajadas con melodías pegadizas, ya sea con coros, trompetas, guitarras o silbidos. Un disco bastante completo del que sólo puede molestar «Kisses Over Babylon», cantada en español.
Nueve son los músicos que forman Edward Shape & the Magnetic Zeros con instrumentos de cuerda, de viento y de percusión, liderados por Alex Ebert, ex cantante de Ima Robot. Una muestra del potencial de la banda es la canción que cierra este disco de debut, «Om Nashi Me». Se hablará, seguro, de este grupo que hace posible creer en que aún se puede «reiventar», siendo fiel a su espíritu, la música de finales de los 60 y comienzos de los 70.