La Habitación Roja – Fue Eléctrico (Mushroom Pillow)
Cualquiera que haya seguido la carrera de los valencianos desde sus inicios, hace ya más de tres lustros, sabe que su trayectoria ha mantenido una cierta constancia a lo largo de los siete trabajos que hasta ahora llevaban publicados, lo que no quita para que puedan citarse algunos puntos álgidos (Radio o Nuevos Tiempos) y también pequeños sinsabores (Cuando ya no quede nada, Universal) en su carrera, pero su sonido es fácilmente reconocible y cualquier oyente sabe a qué tipo de música se enfrenta con cada nueva entrega de un grupo tan consolidado en la escena indie nacional y su octavo disco tampoco supone una excepción en este caso, ya que nadie se sorprenderá de su contenido, ni para bien ni para mal, en función del concepto previo que tenga del grupo y su discografía.
En este trabajo, se confirma la incorporación definitiva de Jordi Sapena, un completo multiinstrumentista que ofrece gran variedad de recursos y cuya presencia, por otra parte, da un mayor grado de libertad a Pau Roca, guitarra solista del grupo desde sus inicios y todo un virtuoso de los instrumentos de cuerda, como viene demostrando constantemente con cada proyecto paralelo en el que se implica, pero especialmente en el penúltimo de ellos: Litoral, donde muestra sus grandes cualidades con todo tipo de instrumentos de cuerda.
Sin duda este es el disco con el sonido más claro y nítido que han grabado nunca los de L´Eliana, lo cual dice mucho tanto de ellos, al ver su evolución técnica tras tantos años dedicados a la música, como de los Estudios Ultramarinos Costa Brava de Santi García, quien fuese líder de No More Lies, que poco a poco están haciéndose un nombre en la escena nacional como valor seguro y de referencia a la hora afrontar las nuevas grabaciones por la calidad y sobriedad que muestran los trabajos allí ya grabados.
A nivel lírico, el cantante y compositor Jorge Martí siempre se ha caracterizado por elaborar unas letras bastante personales e introspectivas, aunque en muchas ocasiones demasiado simples y en ocasiones hasta casi sonrojantes, pero tratando siempre temas cercanos al oyente que permiten casi a cualquiera identificarse con muchas de ellas, debido al eterno romanticismo que le caracteriza; esa tónica se mantiene en este disco, si bien es cierto que se aprecia un cierto progreso estilístico, al abundar recursos literarios como los dobles sentidos, haciendo referencia en varios temas a partes iguales tanto a situaciones personales como del mundo actual, siendo especialmente acertada la letra de “Annapurna”, un tema en el que se hace un paralelismo entre la vida de Iñaki Ochoa de Olza, montañero navarro que falleció en mayo de 2008 tratando de alcanzar la cima del Annapurna (Nepal) y la historia de cualquier persona atravesando dificultades vitales, sin duda una de sus mejores composiciones líricas a lo largo de todos estos años.
El disco se abre con potencia gracias a temas como “El Resplandor” o “Siberia”, toda una vigorosa descarga de energía con la que el grupo está abriendo los conciertos de presentación de este nuevo trabajo, que les están llevando por toda la geografía nacional y que sirven de anticipo para el que sin duda es el tema estrella de este trabajo: “Ayer”, acertada elección como single de presentación y que supone un hito en su trayectoria, al ser su primera canción verdaderamente bailable; pero a continuación, todo toma un discurso excesivamente uniforme y aunque temas como “Indestructibles” o “La razón universal” logran hacerse notar, lo cierto es que las primeras escuchas se hacen largas y aparentemente demasiado lineales, si bien es cierto que la mayoría de los temas muestran su verdadera talla al escucharlos por separado y algunos de ellos, incluso ganan en detalles al ser ejecutados en directo, que es donde el grupo siempre ha sido capaz de mostrarse más intenso.
No es su mejor trabajo, pero “Fue eléctrico” supone un cambio de tendencia tras la aciaga dinámica en que habían entrado con sus dos anteriores discos, dándonos esperanzas de que podrían volver a alcanzar el nivel de sus mejores trabajos si así se lo proponen los componentes de un grupo, que a pesar de contar con acérrimos detractores, ha de ser considerado como uno de los más notables del indie patrio por su trayectoria y la cantidad de seguidores con los que cuentan tras tantos años “al pie del cañón”.