Presentamos a Platz, jovencísima banda que se estrena con Todo el Mundo Tiene Sueño
No acudiremos al topicazo de «aún queda esperanza» para el rock. No, es algo tan vano y estéril como decir que aún queda esperanza para el impresionismo en pintura. Sin embargo, sí que es una gran noticia que chavales de 15 años cojan guitarras y, a su aire, comiencen a rasgarlas para lograr algo que recuerde al pop-rock clásico de toda la vida. Sin duda aporta frescura, una nueva visión, de algo ya demasiadas veces revisado, casi siempre por gente que ya no cumple los cuarenta. No es la salvación de nada, pero es insólito, vigorizante, y por tanto, una buena noticia, al menos en nuestra opinión.
Es lo que sucede con Platz, esta nueva banda valenciana formada por tres chavales de entre 14 y 15 años. Para ser sinceros, tiene algo de truco: los padres del cantante, guitarrista y principal compositor forman parte del mundo del arte (actriz y artista plástico) y además, mantienen con vida un interesante y longevo proyecto musical llamado Sokolov. Ellos son, suponemos, en gran medida los que han aportado empuje a su retoño que, clases de guitarra mediante, empezó a desarrollar una pasión por sacar del instrumento sus propias conclusiones en forma de canción, que ahora se traducen en todo un EP de cinco canciones, bastante sugerentes, además.
El muchacho del que hablamos es Massad Kassab, que junto a Daniel Biot (batería) y Lucas Calpe (guitarra) completa la formación de Platz, trío orientado al rock melódico de guitarras estridentes, pero nítidas, y rezumantes de influencias variadas, no fácilmente localizables, que van desde Bowie o a Buffalo Tom o incluso Joy Division. Juntos, bajo la atenta batuta del productor Uve Martínez, se han sacado de la manga, como si tal cosa, todo un disco de cinco canciones que cumplen la difícil misión de presentarles a un mundo sobre informado, pero cuentan con la baza de la sorpresa que supone que unos muchachos tan jóvenes sean capaces de perfilar canciones tan bien acabadas, tan maduras para su edad.
La voz de Massad, de un barítono que casi recuerda a Iggy Pop, tiene personalidad y brilla especialmente en el único tema que entona en castellano, «Suicidio», quizá el mejor del lote por su tensión dramática bien resuelta, pero al que no le van a la zaga los otros cuatro -todos cantados en inglés- que una vez más, despliegan clasicismo pop sin que sea directamente enunciable ningún mimetismo. Tanto la bravura de rock pesado que aporta la apertura con «Time», como el romanticismo eléctrico de «Blue sunday», la ternura de «Tell me» o las reminiscencias folk-pop del cierre con «Optimism» (curioso que esta canción siga a una que se titula «Suicidio»), dan forma a un debut compacto, altamente disfrutable y que hace augurar gran futuro a este trío tan joven, que si no se aparta de esta senda y se dejan influir bien por su contexto, seguro que será capaz de hacer grandes cosas en un futuro no lejano.
Puedes escuchar Todo el Mundo Tiene Sueño, el EP de debut de Platz, en su página de Bandcamp.