Nick Cave – Idiot Prayer (Bad Seeds Ltd. / Popstock!)
Dice Nick Cave en el texto que acompaña la edición física de Idiot Prayer que la idea de deconstruir parte de su repertorio, de desnudar las canciones hasta dejarlas en la mínima expresión de la voz y el piano le rondaba por la cabeza desde hace tiempo. La situación provocada por la pandemia y la cancelación de su gira con los Bad Seeds fueron el empujón definitivo, tanto anímico como logístico, para abordar el proyecto, que tomó forma en un concierto retransmitido en directo en streaming de pago desde el Alexandra Palace londinense el pasado 19 de junio.
Si en la parte visual el concierto contó con una realización de auténtico lujo, sustentada en una escenografía minimalista que dotaba a la cambiante y sugerente iluminación de un acertado protagonismo (al frente de la filmación estuvo Robbie Ryan, director de fotografía de enorme prestigio), a nivel sonoro el resultado es sencillamente apabullante. El australiano realiza un extenso repaso a casi todas las etapas de su discografía y en sus nuevas encarnaciones las canciones se reinventan y adquieren una novedosa personalidad, gracias a una voz en estado de gracia que emociona, sobrecoge e intimida a partes iguales, cambiando de registro con tal maestría que parece que se trate de una grabación de estudio.
El mejor ejemplo de ello es el baile de sensaciones de la secuencia formada por la acongojante “Waiting for you” de su aún reciente Ghosteen, la intensa y desatada versión del clásico “The Mercy Seat” y la sutil, cruda y desarmante “Euthanasia”, único inédito del disco que pone los pelos de punta desde la primera escucha -ojo a su letra-. En cuanto al resto de la selección hay cabida para todo en sus 22 cortes, desde imprescindibles como “Into my arms”, “Jubilee Street” o “The Ship Song” hasta sorpresas como el estreno en directo de “Idiot Prayer”, el rescate de “He wants you” del infravalorado Nocturama, cuya versión supera a la original, o “Man in the moon”, uno de los dos temas de Grinderman que recupera para la ocasión junto al también acertadísimo restyling de “Palaces of Montezuma”.
A pesar de los limitados recursos de que dispone y de la dificultad de adaptar ciertos temas de su variopinta discografía a este formato –pienso en “Papa won´t leave you Henry” o “Higgs Boson Blues”, por citar dos ejemplos- el concierto no cae nunca en el tedio y evita cualquier atisbo de rutina gracias a unos arreglos concisos y en cierto modo sencillos que sirven para recordar que, además de sus audaces producciones y unas interpretaciones tan viscerales como honestas, la brillante carrera de Nick Cave se sustenta en la esencia de sus canciones y en su fino olfato melódico. Y es que escuchar de nuevo joyas como “Brompton Oratory”, “Nobody´s baby now”, “Far from me” o “Stranger than kindness” reducidas a su esencia más pura es un auténtico deleite musical y emocional y una buena muestra de la dimensión que va tomando, paso a paso, la carrera de Nick Cave, a quien ya podemos considerar uno de los elegidos, por derecho propio entre los más grandes de todos los tiempos.
Escucha Nick Cave – Idiot Prayer
una maravilla, como siempre
Pues de verdad y mira que me gusta Cave… me parece un tostón de disco
una obra de arte, pausada, emotiva y llena de sensibilidad