Los Deltonos – Craft Rock (Guitar Town/Folc Records)
A Hendrik Röver no parece importarle que los tiempos cambien (y no para bien precisamente), que a la gente en general le importe cada vez menos la música y solo la entiendan desde una óptica puramente lúdica y superficial, ni que a él y a los suyos los tachen de inmovilistas, carcamales o cualquier otra sandez a mano. Por hacer lo que sabes hacer mejor, y además sabiendo que es lo que nos gusta a muchos y muchas, nunca se debería pedir ni permiso ni perdón.
Así, para dar la bienvenida a la nueva era post pandémica, si es que eso existirá algún día, ha titulado el nuevo disco de Los Deltonos muy acertadamente Craft Rock, resaltando la idea de artesanía inherente a cada una de sus entregas. Junto a su magnífico lugarteniente Fernando Macaya y el resto de la banda ha dado forma a más de una treintena de canciones que, según sus intenciones, verán la luz de una u otra forma en los meses venideros. Casi pues se podría afirmar que este álbum es algo así como el volumen uno de otro u otros venideros gracias al carácter prolífico de un músico de vocación y convicción por encima de otros muchos.
Ahora, en su decimotercer disco, apela a la grasa saludable que debemos ingerir en cantidades mínimas a partir de cierta edad si queremos conservar la salud y, por qué no decirlo, la cordura. Se aplica la receta a sí mismo y empieza arengando a las masas escépticas respecto a la perdurabilidad de las especies adscritas a ese concepto, hoy tan difuso, llamado rock and roll. Lo hace llamando al orden con un “¡Hey, gente!” que no es sino la enésima carta de presentación de un trabajo grabado a la manera tradicional pero con el plus que le da la tecnología, útil para fijar las bases contundentes de “Lo dejo” –que nadie se alarme, es pura ironía marca de la casa- y “Conduzco yo”, donde el rock sureño cobra cierto protagonismo aunque no como única influencia. “Villano”, por ejemplo, es un blues tradicional y sentido hecho una vez más con respeto y dedicación, y en “Así lo entiendo yo” hay mucho de pub rock oleaginoso como regocijo en unos presupuestos básicos pero no únicos. La base rítmica sigue funcionando como desde el primer día, pero se expande hasta límites psicodélicos que entroncan con los ambientes setenteros en “La pieza principal”, una espléndida muestra de versatilidad sin dejar de ser a la vez identitaria. La misma conciencia de clase que exhiben en “Invencibles”, orgullosos de seguir inyectando anfetamina y rotundidad a un marco sonoro inevitablemente clásico, con sus aliños de country, power pop y una eterna raíz melódica.
En los múltiples proyectos de Mr. Röver también se otea la nueva aventura de otras bestias de la escena, Los Míticos GT, en los que experimenta menos y tal vez fija más unas letras que en Craft Rock cojean a veces por planas y sometidas al ropaje rítmico. No es óbice para el pleno disfrute de una docena de canciones que solo adolecen de falta de altavoces. Aunque los que tiene suenen tan fuerte y tengan un alcance tan alto que no necesitan suplemento alguno. Igual que su música.
En cuestión de guitarreos rock-blues Los Deltonos siempre siempre saben muy muy bien lo que se hacen y, para mí, son de los mejores de la historia de España en ese terreno «southern».
Felicidades por la sublime reseña al autor del artículo, J.J. Caballero.