The Mars Volta – The Mars Volta (Cloud Hills)
Si nos dicen que íbamos a tenerles de vuelta tras su separación en 2013 no nos lo hubiéramos creído, como tampoco que el dúo llevaba tres años preparando concienzudamente este regreso. Porque no nos engañemos, ningún proyecto que haya unido al guitarrista/compositor Omar Rodríguez-López y al cantante/letrista Cedric Bixler-Zavala, incluyendo At The Drive-In, ha funcionado tan bien como The Mars Volta. Y lo saben. Y por eso aprovechan para retomarlo allí donde lo dejaron, con uno de los mejores discos de su carrera.
Su talento es innegable, pero por lo que sea, no han llegado a trascender. Quizá este sea el momento de intentarlo de nuevo, habiendo encontrado por fin la fórmula que les permita continuar con esa carrera que hace una década dejó como testamento ese Noctourniquet. Es momento de mirar al futuro con las catorce canciones más reposadas y maduras de su carrera – y sí, también más cortas-. La banda ha evolucionado más allá de los límites del rock progresivo en los que les conocimos y aparte de seguir bebiendo de influencias como la música latinoamericana, el rock más poderoso, la psicodelia, el jazz o el krautrock, se abren a sonoridades más accesibles.
Sus raíces latinas y caribeñas están más presentes que nunca, al igual que su querencia por esa pulsión de antaño que asoma en «No Case Gain». Del resto podemos destacar esos tres adelantos que nos anticipaban las novedades de esta entrega: “Blacklight Shine”, “Graveyard Love” y «Virgil», aparte del brío de la conmovedora «Tourmaline», el R&B de «Shore Story» y «Cerulea», la experimentación sintética de «Collapsible Shoulders» y «Flash Burns From Flashbacks», el spanglish de «Que Dios Te Maldiga Mi Corazón» o el jazz de «Equus 3». Como veis, una ensalada de estilos con el mejor aliño posible. Una obra para trascender con la que deberían obtener la recompensa que tanto merecen desde hace años.
Aquí hay motivos de sobra para conseguirlo.