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Singles Supremos: «Boom, boom» de John Lee Hooker

Si preguntásemos, al azar, a cualquier melómano cual es el momento que más intensamente recuerda de los, nada más y nada menos que 100 LPs que publicó, durante su longeva trayectoria, el emblemático bluesman John Lee Hooker, es bastante probable que en la mayoría de los casos la respuesta mayoritaria a esa hipotética encuesta sea la canción “Boom, boom”, de 1962.

 

Un single supremo éste que supuso la primera gran ocasión en que que el trascendental guitarrista de Mississippi consiguió colarse en la lista oficial de Estados Unidos; rascando aquí el puesto nº60 y también, dicho corte, se propulsó hasta nada menos, que al nº16 en Inglaterra; todo ello en ese citado año 62.

Boom, boom, boom, boom! / ¡Boom, boom, boom, boom!
I’m gonna shoot you right down, / Te voy a tumbar directamente,
right off’a your feet / te haré perder la cabeza
and take you home with me. / y te llevaré a mi hogar conmigo.
Put you in my house. / Te pondré en mi casa.
Boom, boom, boom, boom! / ¡Boom, boom, boom, boom!

How, how, how, how. / Cómo, cómo, cómo, cómo.
Mmmmmmm, mmmmmmmmm.

I love to see you strut / Me gusta verte pavonearte
up and down the floor / por todo el piso
when you’re talking to me / cuando charlas conmigo,
that baby talk. / con ese parloteo de jovencita.
I like it like that / Me gusta así.
Oooooh! / ¡Oooooh!

(Talk that talk) / (Habla de ese modo)
(Walk that walk) / (Anda de esa manera)

Would you walk that walk / ¿Andarías de esa manera
and talk that talk? / y hablarías de ese modo?
And whisper in my ear / Susúrrame al oído,
tell me that you love me / dime que me amas,
I love that talk. / me encanta ese modo de hablar.
When you talk like that / Cuando hablas de esa manera
you knock me out, / me dejas noqueado,
right off’a my feet. / me haces perder la cabeza.

How, how, how, how. / Cómo, cómo, cómo, cómo.

Well, talk that talk / Vale, habla de esa manera
and walk that walk. / y anda de esa forma.
Oh yeah!, Oh yeah! / ¡Oh sí!, ¡Oh sí!

 

Discurría el año 1962 y después de llevar muchos años rasgueando su guitarra, en solitario, durante sus actuaciones o, únicamente, acompañado por otro músico (en definitiva, el denominado hard blues), finalmente el incomparable John Lee Hooker firmó con la discográfica Vee-Jay Records, donde el artista trataría de potenciar su particular y rupturista sonido “bluesero” y hacer arribar su música a más tipos de audiencias. En consecuencia, en aquel sello le facilitaron a Hooker grabar con varios instrumentistas de estudio de amplísima destreza y procedentes nada menos que de la Motown Records; como el teclista Joe Hunter, el cual también se trajo a James Jamerson (bajo), Larry Veeder (guitarra), Hank Cosby y Andrew “Mike” Terry (saxofones) y Benny Benjamin (batería).

Junto a este equipo deluxe, John Lee Hooker grabaría el disco Burnin’; donde dicha obra se abría con una canción altamente llamativa y de tarareo fácil, la cual también fue lanzada como sencillo…

Pero retornemos un año atrás, a 1961.

Cuando todavía no era mundialmente conocido, ni entraba en los índices generales de audiencia (aunque sí que, al menos, había obtenido algunos éxitos moderados como, por ejemplo, “Boogie Chillen”, en 1948;  “I’m in the Mood”, de 1951 o “Dimples”, en 1956, en las listas específicas de rhythm and blues, de E.E.U.U.), el mismo Hooker solía ir a tocar en un emplazamiento de atmósfera insalubre, sombría y humeante llamado Apex Bar, situado en Detroit City.

John lee Hooker

Resultó que él acostumbraba a acudir de manera tardía a su propia actuación en directo, así que para recordarle esa frecuente impuntualidad, una extrovertida camarera de aquel local, llamada Luilla, le repetía continuamente a John Lee Hooker: “¡Boom, boom! Llegas tarde otra vez” o también incluso aquella mujer le decía siempre, provocativamente: “¡Boom, boom! Te voy a tumbar”.

Aquellas informales frases de esa muchacha que servía en la barra le dieron una idea, para una posible canción, al músico nacido en Clarksdale Town (Mississipi) y cuando éste se hallaba retornando a su domicilio, en la propia Detroit, fue canturreando una improvisada letra para que no se le marchara de la cabeza e incluso, John Lee se fue a dormir con aquellas embrionarias notas sonando en su interior.

A la mañana siguiente y con las ideas ya más frescas y perfiladas, Hooker fue agregando cada vez más frases y acordes hasta ir construyendo la canción, tras un duro y disciplinado trabajo de composición y cuando, por fin, la interpretó para el público asistente del Bar Apex, todos quedaron agradablemente impactados con aquel singular tipo de blues rápido, titulado “Boom, boom”.

Así que, dándose cuenta del oro rítmico que tenía entre las manos y temeroso de que alguien le arrebatara la composición recién creada, John Lee Hooker registró, velozmente, los derechos de autor en la Biblioteca del Congreso, en Washington D.C., en aquel citado año 1961.

Durante las posteriores jornadas, Hooker prosiguió tocando la tonada en dicha cantina y entonándola con su característica voz cavernosa y profunda hasta que el aplauso de la muchedumbre se fue tornando cada vez mayor y mayor e, incluso, desde la propia audiencia le gritaban la monumental canción que era “Boom, boom”; la cual el artista terminó incluyendo como pista de entrada en su álbum Burnin’, de 1962; como se dejó caer previamente.

John Lee Hooker Burnin'

Entonces, la camarera que le había dado la idea al bluesman sin ella saberlo en aquel momento, le fue contando luego a todo el personal del Bar Apex, muy dichosa la tal Luilla (aunque según distintas versiones, el nombre de aquella mujer era Willow o también Willa), que gracias a su oportuna intervención John Lee Hooker había obtenido aquella canción porque ella misma le había pedido al músico que la compusiera.

Lo que no queda esclarecido es si nuestro protagonista de hoy encontró la inspiración de la letra en el deseo de llevarse a su casa a la susodicha tabernera para jugar al “boom, boom” o si, por contra, el mismo Hooker le dedicó aquel estimulante compás a su bienamada esposa de por entonces Maude Mathis, con la que tuvo 5 hijos.

Proseguiremos explicando que tras retornar a Estados Unidos después de su primera gira por Europa, en el mismo 1962, Hooker se encontró con que “Boom, boom” se hallaba erigiéndose como un absoluto “pistoletazo” a ambos lados del Océano Atlántico, como se dejó caer al inicio del artículo acerca de las listas oficiales. Aquel guitarrista sureño, que por entonces supuestamente tenía unos 45 años (y es que su fecha de nacimiento nunca quedó del todo nítida), comenzó ahí mismo a estar en boca de todo el planeta musicómano y no solo, exclusivamente, de los audiófilos del blues.

Una de las primeras versiones de la tonada en cuestión fue la de los británicos The Animals, en 1964, algo que contribuyó, decisivamente, a que John Lee Hooker fuese también apreciado por una audiencia más relacionada con el rock and roll y no solo con el blues, recalcamos; una intención ésta que, más o menos, ya albergaba el propio artista americano cuando firmó por Vee-Jay Records, en 1962, tal y como se expuso con anterioridad. Precisamente, el mismo Hooker afirmó que el blues tuvo un “bebé” al que se bautizó como rock and roll.

Anecdóticamente, bluesmen de la inconmensurable talla de Muddy Waters y B.B. King empezaron a comentarle a su apreciado compinche John Lee Hooker lo muchísimo que los acordes de éste agradaban al público blanco y es que no era sencillo ni habitual para un bluesman negro, durante aquella época de los años 60, que ésto mismo acaeciese. Sin embargo, Hooker consiguió rebasar esa barrera y demoler ese muro porque aquel hombre desprendía tal resonancia distintiva por medio de su instrumento que, sin duda, conquistaba los oídos de infinidad de melómanos indiferentemente de la raza de los mismos.

Entonces, “Boom, boom” supuso una catapulta artística para que una compañía americana de renombre como ABC Records se fijara en Hooker, en 1967; así que el músico firmó un contrato con ese sello y sacó varios álbumes con dos de sus filiales como son Bluesway e Impulse; ya establecido el intérprete en Los Angeles, en California.

John Lee Hooker Boom Boom

Por otro lado, Hooker, decidió darle un par de vueltas de tuerca a la canción cuando la retituló “Boom, boom, boom” (aquí con triple onomatopeya) y la publicó como como Cara-B del single “Cry before I Go”, en el año 1968, ahora con la discográfica Stateside Records.

Una nueva variante brotó cuando el mismo John Lee volvió a renombrar la tonada ahora como “Bang, bang, bang, bang” (además de injertar él dicha frase en la propia letra), ahora para su álbum en directo Live at Soledad Prison, de 1972.

Añadiremos que músicos de los años 60 como The Rolling Stones o Canned Heat, de los 70 como George Thorogood o Bonnie Raitt o de los 80 como, por ejemplo, Stevie Ray Vaughan y un extensísimo e insigne etcétera, fueron influenciados por el blues de John Lee Hooker; e incluso cuando, en 1973, ZZ Top publicó su muy afamado tema “La Grange”, el guitarrista y cantante Billy Gibbons pronunció esa pegadiza y ronca frase de la canción que hoy nos ocupa y que dice “How, how, how, how”; todo ello debido al influjo directo del mismísimo Hooker.

Ya en 1980, el mismo John Lee Hooker resultó invitado a aparecer en la imborrable y divertida película The Blues Brothers (Granujas a todo ritmo); donde el propio bluesman interpretó “Boom, boom” en un concurrido ambiente de calle, en Chicago, mientras los dos hermanos protagonistas, Jake y Elwood, llegaban a ese sitio en su destartalado coche y se hallaban a punto de entrar en el bar regentado por Aretha Franklin; aunque, dicha versión del clásico de Hooker no fue incluida en el LP de la banda sonora del propio film del año 80. Verdaderamente, aquello se trataba de una ficticia escena preparada porque, en verdad, el mismo Hooker no llevó nunca “Boom, boom” a una simple actuación callejera que fuese auténticamente real.

 

Desembarcando ya en el año 1995, la canción disfrutó de la inclusión en el Rock and Roll Hall of Fame, en el apartado de “Las Canciones que Dieron Forma al Rock and Roll” y también en 2019, “Boom, boom” fue admitida en el Salón de la Fama de la Blues Foundation, en la categoría de “Clásicos de la Grabación del Blues”; entre otros muchos reconocimientos internacionales.

En 1998, John Lee Hooker llevó a cabo otra adaptación más moderna y más extensa del tema, a dúo con Jimmie Vaughan (el hermano del citado Stevie Ray), destinada al disco del propio bluesman estadounidense, titulado The Best of Friends.

De las más de 80 versiones efectuadas haremos resaltar las de Rufus Thomas (1963), la ya comentada de The Animals (1964), The Yardbirds (1964), Them (1967), Dr. Feelgood (1975), Big Head Todd and the Monsters (1997) o incluso el actor Vinnie Jones (2002).

 

Comentaremos que cuando se hallaban grabando en el estudio una de las mentadas adaptaciones de “Boom, boom” los propios rockeros Big Head Todd and the Monsters, en el año 97, éstos tuvieron la colaboración vocal de una persona, cuya sola presencia dejó intimidados a todos los miembros de esta banda de Colorado, a su productor, a sus ingenieros y todo el mundo de la propia sala: se trataba del propio John Lee Hooker. Esto mismo ofrece una pequeña idea de la magnitud de la leyenda que rodea a este gigantesco, influyente e icónico músico del mejor y más hondo blues.

2 comentarios en «Singles Supremos: «Boom, boom» de John Lee Hooker»

  • Muy buen artículo de Txus Iglesias sobre una de las mayores leyendas musicales del blues, de toda la historia. Una gran canción que merecía un capítulo en esta estupenda serie de Singles Supremos.
    Bravo Txus y Bravo Muzikalia.

  • Efectivamente, una canción paradigmática que define a un artista (pese a contar con muchas otras gemas sonoras en su dilatada trayectoria) sensacional, que ayudó a inmortalixar el Blues, y venerado por artistas de nuevas generaciones y estilos, entre los cuales, los hijos del «bebé» Rock and Roll. Indiscutible e indispensable, su reivindicación, por lo que restamos muy agradecidos tanto a Txus Iglesias como a Muzikalia. Un cordial saludo.

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