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Especial: 20 años de You Are The Quarry, la resurrección de Morrissey

Se cumplen dos décadas de You Are The Quarry, la que podríamos llamar resurrección de Morrissey tras siete convulsos años de hiato discográfico. Un hito que revitalizó su carrera para afrontar el arranque del siglo XXI reinando, volviendo a convertirse una década más (e iban tres), en cabecilla de los atormentados.

Pero para entender lo que supuso la publicación de este álbum, debemos retroceder en el tiempo a mediados de la década anterior. Morrissey venía de tocar el cielo con dos obras de mucho peso como Your Arsenal (1992) y Vauxhall and I (1994), hasta que en 1995 empezaron a complicarse las cosas con una gira que llegó tarde para promocionar el recopilatorio World of Morrissey; cuya novedad, el single «Boxers» no llegó ni al top 20. Una suerte compartida por los otros tres sencillos que Morrissey lanzó en 1995 para acompañar a su siguiente trabajo, Southpaw Grammar una obra menor comparada con su anterior éxito de crítica y público (número 1 en ventas).

1996 fue aún peor, con el famoso juicio por los derechos de autor de The Smiths, interpuesto por Mike Joyce reclamando el 25% del porcentaje y cuyo desenlace ya conocen. Ese año estaba previsto grabar un nuevo EP que iba a ser producido por quien fuera líder de The Clash, Joe Strummer e incluso su próximo disco. Desafortunadamente, con apenas un día de antelación, la sesión fue cancelada. Morrissey nunca tendría otra oportunidad de trabajar con Strummer, quien murió de un ataque al corazón en 2002 a los 50 años. No fue la única cancelación de ese año, muchas fechas de la gira cayeron, arrancando ese mito que ha llegado hasta a hacer que se fabrique merchandise (pirata) sobre «conciertos cancelados» del de Manchester.

En enero de 1997 entró al fin a grabar un álbum largamente retrasado, originalmente titulado Ambitious Outsiders. Ya desde el principio la cosa se torció como él mismo confesaría poco después: «Cometí muchos errores en Maladjusted, como trabajar con Steve Lillywhite por tercera vez, y firmar con un sello como Mercury que no mostró interés en mí. Ante esto, bajé los brazos. La prensa me estaba matando, la radio no estaba radiando mis discos y comencé a dudar. No podía dar lo mejor de mí».

No es que estuviéramos ante un desastre, cualquier disco del británico tiene asideros a los que aferrarse con garantías, pero comparado a obras anteriores el nivel no llegaba donde se espera siempre de él. Estábamos ante el peor disco de su carrera hasta la fecha (posiblemente el posterior Low In Highschool (2017) tenga el dudoso honor de superarle en desaciertos). No es de extrañar que cuando obtuvo su reedición ampliada en 2009 se arreglara el desaguisado con bastantes variaciones, empezando por la nueva portada (la original es terrible), siguiendo por eliminar del tracklist dos canciones menores como «Roy’s Keen» y «Papa Jack», y añadiendo las brillantes caras B de sus tres sencillos junto con «Sorrow Will Come In The End», que originalmente no aparecía en su edición británica. El resultado es notablemente superior al original.

Ahondando en su grabación el propio artista escribía esto en esta edición ampliada «Joe (Strummer) sintió interés en producir Maladjusted y sentí mucha presión por ello. Parecía que iba a suceder hasta que se reunió con Boz y le dijo que no podía producir fuego sin humo. La idea de tener humo en el cuerpo parecía tan natural como tragar gasolina, pero lo achaqué a mis propios fallos personales. Linder (su amiga de confianza) dio un paso adelante y me dijo: «Joe no te merece», y la confusión se multiplicó. Algo me estaba poniendo a prueba.

Sonreí débilmente y contacté a Steve Lillywhite. Humillado incluso antes de comenzar, entré a la sesión aguantando, pero con la mente apagada. Se espera que tenga todas las respuestas en todo momento, incluso antes de que se hayan formulado las preguntas. Lillywhite bromeó sobre la letra de la canción Maladjusted y suspiré en italiano. Algo estaba apretando mi cráneo. Ejercí control muscular. Admiraba a Lillywhite y nunca podría criticar su trabajo.

Unos años más tarde, Joe fue arrastrado hasta la muerte y, si hubiera producido Maladjusted, una nota al pie sin duda marginal en su currículum empírico, afirmaría que había sido uno de varios productores de Morrissey que se habían unido a la línea de conga hacia el más allá».

La acogida de la prensa fue más que tibia y empezó a hablarse de su declive creativo. Morrissey abandonó Reino Unido, trasladó su residencia a Los Angeles y la herida tardó bastante en cerrarse. Su siguiente álbum no llegaría hasta 2004, siete años después, el lapso más largo desde 1983 sin entregar material nuevo. Pronto se quedaría sin sello iniciando una lucha sin cuartel con la industria que dos décadas y media después, sigue intacta. Polygram rescindió su contrato en 1997 y no sería hasta 2003 cuando firme con ATTACK del sello Sanctuary Records. Durante este tiempo realizó dos giras mundiales sin respaldo promocional que fueron un éxito (la primera de 1999 a 2000 y la segunda en 2002). Atribuyó su incapacidad para encontrar un nuevo contrato a las exigencias irrazonables de las grandes discográficas, que incluían desde la falta de anticipos hasta demandas de escuchar demos antes de firmar y sugerencias de cambiar su banda por músicos de estudio interpuestos. Justo de aquella época es el interesante documental The Importance Of Being Morrissey dirigido por Tina Flintoff y Ricky Kelehar, que emitió la BBC y puede disfrutarse en Youtube.

 

Ese halo de misterio y esos años apartado de los grandes focos terminaron beneficiándolo, ampliándose su aura como leyenda, con reivindicaciones continuas a su figura desde distintos flancos. Es por ello que cuando el 12 de abril de 2004 llegó el single «Irish Blood, English Heart», la acogida fue tremenda. Un sencillo que llegó al nº3 de las listas, su puesto más alto hasta entonces. Una canción escrita junto a su fiel Alain Whyte, que llevaba tiempo esperando ver la luz. De hecho, la pieza había sido previamente grabada por el guitarrista en su etapa en Johnny Panic And The Bible Of Dreams, con quienes la editó en 1998 como «Not Bitter But Bored» en otros parámetros, pero compartiendo parte de su estructura y su música. Morrissey la adoptó y la presentó por primera vez en directo en 2002, pariendo una canción política con menciones a Oliver Cromwell y sus intentos por poner fin a la sucesión real. Volvían las formas musculosas de Southpaw Grammar, con una sorprendente acidez lírica y efectividad.

 

You Are The Quarry empezó a grabarse en 2003 bajo la producción de Jerry Finn, conocido por trabajar con bandas de punk americano como Blink 182 o Bad Religion. Con temas escritos por la mejor dupla creativa con la que ha contado en su carrera, la formada por Alain Whyte y Boz Boorer, que le acompañaban desde 1991. A estos se les unía el bajista Gary Day por primera vez desde Your Arsenal, el batería Dean Butterworth y los teclados de Roger Joseph Manning, Jr. El estudio elegido fue Hook End Manor, donde se grabaron la mayoría de los singles contenidos en Bona Drag álbumes como Kill Uncle, Vauxhall & I, Southpaw Grammar y Maladjusted. Se terminó en Conway Studios en Los Ángeles.

La gran acogida del primer single y toda la promo y declaraciones al respecto dispararon las expectativas hasta lo más alto. Las buenas críticas de los medios especializados no fueron suficientes para que el disco alcanzara el nº1 de las listas, se quedó en el nº2 por detrás de Hopes And Fears de Keane. Eso no quita para que estuviéramos ante un regreso triunfal que contenía un puñado de momentos lo suficientemente brillantes, para que los puntos débiles del mismo pasaran desapercibidos.

 

El segundo single del disco, «First of the Gang to Die», se convirtió en un clásico instantáneo, que alcanzó el puesto número 6 en las listas. Un tema que daba cuenta de la historia de Hector, líder de la pandilla latina de la Calle 18 de Los Ángeles, un joven latino cuyo peligroso estilo de vida le llevó a la tumba antes de tiempo. Un irónico retrato en tono glam, con un genial riff de guitarra a cargo de Whyte que termina de tejer una perfecta pieza pop. El sencillo venía acompañado de una cara B también meritoria, «My Life Is A Succession Of People Saying Goodbye». Una meditación sobre la mortalidad y la cantidad de personas que le han ido abandonando a lo largo del tiempo.

Y es que la calidad de las caras B de la era de Quarry también fue excepcional, lo que provocó cierto debate sobre si pudo haber cometido un error al dejar algunas fuera o si debería haberlas guardado para un próximo disco. Como comentábamos You Are The Quarry se editó en mayo, pero en noviembre llegó su edición ampliada con esas ocho caras B adicionales, aparte de tres de los singles grabados en directo en Late Show With Craig Kilborn y el vídeo de «Irish Blood, English Heart».

 

Cabe destacar la autoflagelante «Friday Mourning», esa «Munich Air Disaster 1958» que hacía referencia al accidente del vuelo 609 de la British European Airways estrellado en el aeropuerto de Múnich-Riem, donde viajaba el equipo de fútbol del Manchester United. Una tragedia en la que murieron 23 personas entre futbolistas, periodistas, cuerpo técnico y personal aéreo. También el tono melancólico de esa oda antiracista llamada «Mexico», la enérgica «Don’t Make Fun Of Daddy’s Voice» o la reflexiva «The Never Played Symphonies».

En You Are The Quarry tampoco faltaban la resistencia de «I»m Not Sorry» o la nostálgica «Come Back to Camden», de las que daba buena cuenta en su autobiografía. Sus años entre juicios y disputas, habían generado cierto sentimiento de venganza reprimido y canciones como «How Can Anybody Possibly Know How I Feel?», «The World Is Full of Crashing Bores» y «You Know I Couldn»t Last», demostraron que las heridas aún no habían cicatrizado. Tampoco podemos dejar de mencionar la bella «All the Lazy Dykes», ni el también single «Let Me Kiss You».

«Let Me Kiss You» citaba a Montgomery Clift  y su película A Place In The Sun nada más arrancar y narra una trágica historia con todas las trazas en el ideario del mancuniano: la súplica de un vagabundo enamorado que deambula en busca de afecto, pero que termina siendo repudiado. Una cruel letra escrita originalmente para su amiga Nancy Sinatra, que la editaría a la vez que él después de aceptar su propuesta: «si la cantas y la lanzamos como single, estarás en las listas por primera vez desde 1972». Dicho y hecho, dos versiones del mismo tema que efectivamente entraron en las listas de éxitos, Nancy en el puesto 46 y Morrissey en el 8.

 

Terminamos con el que fue su último sencillo y otro de los momentos de mayor altura, la autoflagelación psicológica de «I Have Forgiven Jesus». El tema de la religión católica vuelve a asomar en su carrera en una pieza llena de ingenio, angustia y redención: «Jesús me lastimó cuando me abandonó. Pero te he perdonado Jesús, por todo el amor que colocaste en mí cuando no hay nadie a quien pueda recurrir con este amor (…) ¿Me odias?». Agregando igualmente una transición antológica:«Monday – humiliation, Tuesday – suffocation, Wednesday – condescension, Thursday – is pathetic. By Friday life has killed me…»

A destacar igualmente el vídeo con Morrissey vestido de sacerdote católico, un uniforme que también usó durante algunos conciertos de la época.

 

Con este LP Morrissey recuperaba el cetro al frente de la escena pop, ganando amplia aclamación crítica, éxito en las listas y conciertos agotados en diferentes recintos del Reino Unido como Earls Court, con una capacidad de 20.000 espectadores. Una actuación que fue editada un año más tarde. De esa misma gira vio la luz el memorable DVD Who Put The ‘M’ In Manchester? grabado en Manchester Arena el día de su 45 cumpleaños, con un setlist completamente distinto al otro, versiones, interpretación de algunos temas de The Smiths poco habituales y un repaso por el disco y otros momentos de su carrera. Quizá su mejor directo editado sea el anterior Beethoven Was Deaf (1993), pero sin duda este podría andar cerca.

 

En nuestro país presentó el disco en el AV Festival de Fuengirola (aquí tienes nuestra crónica) y canceló en el FIB de Benicàssim pocos minutos antes de la actuación (así te lo contábamos en directo), por un problema en el avión que debía traer al artista a Valencia. Aún muchos no se lo perdonan, aunque volviera al recinto castellonense en 2006 y 2008.

Escucha ‘You Are The Quarry’ de Morrissey

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