Loreena Mckennitt (Noches Del Botánico) Madrid 09/07/24
En la segunda noche consecutiva en Noches del Botánico, Loreena McKennitt volvió a cautivar a su audiencia, celebrando el aniversario de su emblemático disco de 1994; The Mask and Mirror (Wea Music). Como muchos de sus discos este fue escrito inspirándose en sus viajes, en este caso por España y Marruecos en los noventa.
Esta travesía musical por el mencionado álbum y por otros temas, sin duda, fue mágica y envuelta en nostalgia, enriquecida en algunos momentos por la presencia de invitados especiales como la productora y música Ana Alcaide y el guitarrista Daniel Casares, que ya había colaborado con la canadiense en algunas grabaciones.
Así, apostados en el FOH, al lado de la mesa de sonido, por las características propias del concierto, ya que la totalidad de las plazas eran sentadas; y con teleobjetivos nos dispusimos a ver el espectáculo.
El concierto arrancó con «All Souls Night», un tema que inmediatamente sumergió a los asistentes en la atmósfera mística característica de McKennitt, para continuar con «On a Bright May Morning», esta vez con Loreena abandonado el piano en beneficio del arpa.
«The Gates of Istanbul» fue la primera gran celebrada de la noche por el respetuoso público. Minutos antes la organización –por petición del equipo de Loreena McKennitt– había pedido amablemente que no se usasen los móviles para vídeos o fotos, cuestión que fue respetada por la práctica totalidad de los presentes, con alguna salvedad.
La aparición de Ana Alcaide en «Ages Past, Ages Hence» y «Penelope’s Song»fueron momentos destacables, su interpretación con el característico sonido del nyckelharpa añadió un tono etéreo que encajó perfectamente con el espíritu celta de la música de McKennitt.
«Marco Polo» y «Spanish Guitars and Night Plazas», esta última con la magistral guitarra de Daniel Casares, volvieron a dejar constancia de la habilidad de McKennitt para narrar historias a través de su música, transportándonos tanto a bazares como a lugares recónditos de nuestro país. Tan solo una sensación mía, es que la guitarra del mencionado Daniel Casares pareció ir en algunos momentos a más BMP que el resto de la banda, cosa que tampoco estuvo mal, pero me extrañó.
La primera parte del concierto culminó con clásicos como «The Lady of Shalott», dedicada a su madre y «The Mummers’ Dance», canciones que, sin importar cuántas veces se escuchen, nunca dejan de emocionar y asombrar por su belleza. Maxime en directo, con ese final de “The Mummers´Dance” con la banda a todo gas, que bien podría haber sido un tema de una formación de post rock.
Tras un intermedio, la segunda parte del concierto se dedicó por completo al mencionado The Mask and Mirror. Sorpresas pocas, ya que el disco fue tocado de principio a fin, lo que no impidió que Loreena volviera a tejer su narrativa sonora con una maestría apabullante.
El viaje por tan mítico trabajo fue enriquecido de nuevo por Daniel Casares, que se volvió a unir en “Santiago”, esta vez mucho más en consonancia con la totalidad de la formación.
Loreena McKennitt demostró una vez más por qué es tan respetada y querida en el mundo de la música celta y folk. Fue una noche para recordar por todos los fans, que atendieron respetuosamente en todo momento a la artista. Impresionó asistir al silencio y la atención que dispensaron miles de personas en un recinto de tal tamaño.
Fotos Loreena Mckennitt: Fernando del Río