Depeche Mode – Memento Mori: Mexico City (Columbia)
Hace unos años cualquiera hubiera dicho que los discos en directo volverían a estar de plena actualidad. En un mismo fin de semana se editan dos de los gordos (Live God, de Nick Cave & The Bad Seeds y el que nos ocupa), pero hay que decir que son cada vez más los artistas, grandes o pequeños, que apuestan por dejar testimonio de su fuerza escénica en una determinada gira en formato álbum. Y algunos, como es el caso, a todo lujo. Quizás sea debido a que tras el elevado precio por entrada que el público paga por ver a sus ídolos, es más que deseable un souvenir bien pertrechado de lo que uno vivió. No obstante, en ninguno de los dos casos citados es algo que venga de nuevo. Tanto Cave como Depeche Mode (curioso, ambos compartieron discográfica, Mute Records) han ido sembrando su carrera de discos en directo, todos ellos notables, pero tanto en el caso del de Nick, como en el de los de Basildon, este Memento Morí: Mexico City, parecen querer dar el todo por el todo, ofrecer un documento lo más definitivo posible de lo que han sido y lo que son sobre un escenario.
Para Depeche Mode, además, esto tiene mucho de auto homenaje. Con más de cuarenta años de carrera a sus espaldas, su último álbum de estudio, Memento Mori (2023), fue el primero sin Andrew Fletcher, fallecido un año antes de su edición y a cuya memoria está dedicado dicho trabajo, que trajo consigo una mastodóntica y exitosa gira, que se traslada ahora tanto a disco, como a un documental titulado M y dirigido por Fernando Frías (Ya No Estoy Aquí) que fue estrenado en el festival de Tribeca y llevado a salas el pasado octubre.
Pero es la versión en audio de este directo la que nos interesa. En ese sentido, Memento Morí: México City se adiciona a una larga lista de discos en directo de la banda que empezó por la puerta grande con el ya clásico y multiplatino 101 (1989), que también vino acompañado de un film dirigido por D.A. Pennebaker y que de algún modo determinó todo lo que vino después en su carrera. Difícil papel, pues, para este nuevo y triple álbum el aportar algo que no se sepa a tan extenso testimonio discográfico de la vida en directo de una de las bandas más famosas de la historia del pop.
La primera baza que tiene el disco, es, claro, la novedad: se basa en la presentación del mejor disco de la banda en mucho tiempo y por supuesto tiene el morbo de ser el estreno como dúo de David Gaham y Martin L. Gore. Pero hay bastante más: es probablemente su directo con un tracklist más extenso (23 canciones, sin contar la intro), lo cual da para ahondar mucho y de una forma muy completa en todo su catálogo. Y no se queda ahí la cosa: como (generosa) propina, cuatro temas nuevos escogidos entre los sobrantes de las sesiones de Memento Mori. Es prácticamente imposible pedir más.
Sobre todo cuando tras un comienzo al que puede se achacar algo de exceso de solemnidad con “My cosmos is mine”, la cosa entra inmediatamente en harina con otra de las últimas, la magnífica “Wagging tongue”, que precede a una entrada de lleno en los clásicos. “Walking in my shoes” e “It ‘s no good” propinan a la banda, que además de por Gore y Gahan está integrada por Christian Eigner a la batería y Peter Gordeno a teclados, coros y bajo eléctrico, su primer baño de masas.
Gahan, como siempre, maneja al público a su antojo y, aunque esto sólo se escuche y no se vea (para eso está el documental) uno no puede dejar de palpar el fervor cuando él arenga a la audiencia con sus característicos gritos y ellos le responden con ovaciones. Su complicidad es máxima y así desgranan un set que, la verdad, no conoce punto flaco: junto a otras visitas al nuevo disco, entre ellas, claro, la preciosa y emotiva “Ghosts again”, tenemos alguna que otra curiosidad recuperada de su catálogo, como “Sister of night”, de Ultra. Pero, sobre todo, una batería de hits que supone uno de los repasos más completos a la carrera de los autores de Violator jamás registrados.
Especialmente intensas suenan “Everything counts”, en una versión de casi siete minutos que quita la respiración, “Home”, como siempre cantada por Gore con gran emotividad, la tanda electrificante formada por “I feel you” y un especialmente poderoso “A pain that I am used to”, o un siempre efectivo “Stripped” que sirve de puerta de entrada al apoteosis. No por inevitables “Enjoy the silence”, “Waiting for the night” (otra recuperación), “Just can’t get enough”, “Never let me down again” y “Personal Jesus” dejan de ser abrumadoras cuando uno las escucha una tras otra en un momento que muestra a sus autores en su más absoluta grandeza, lo cual es mucho decir, sobre todo tras tantos años a sus espaldas.
Y lo bueno es que, como adelantamos antes, hay propina: los cuatro descartes de Memento Mori que la banda regala a sus fans, no saben a sobras, sino más bien a algo muy próximo al plato principal. Tanto el nuevo single “In the end” como sus compañeras “Survive”, “Life 2.0” o la sensual “Give yourself to me”, que hace pensar en alguno de sus discos de los ochenta, son un más que digno apéndice tras tanto clásico, que abre directamente las puertas para pensar que esta banda aún tiene muchos capítulos que escribir en su biografía y, sobre todo, que tanto la plasmación de tres mastodónticas actuaciones en una de sus ciudades fetiche, como estos nuevos temas, les muestra pletóricos y, pese a ese “recuerda que morirás” que se empeñan en susurrarnos, más vivos que nunca.

