Alondra Bentley – La Materia (Sonido Muchacho)
Seis años después de su último trabajo en largo, el notable Solar System (Mount Ventoux, 2018), soplan vientos de cambio en el universo creativo de Alondra Bentley. La compositora inglesa afincada en España desde su niñez, y que ha estado involucrada en todo este tiempo en multitud de proyectos de diversa índole, se decide por un cambio de idioma en favor del castellano y diseña todo un ideario alrededor de los aspectos relacionados con la materia, el tiempo y la necesidad de vivir el ahora o de romper con ciertos tabúes como ese que impide a la sociedad occidental hablar de la muerte con naturalidad, y que tan bien afronta en “Marchar”, esa preciosa balada dedicada a su fallecida madre. La apuesta funciona apoyada en la valía del material reunido y en el toque siempre distintivo que aporta el mítico líder de Super Furry Animals, Gruff Rhys, a los mandos de una producción afinada y detallista.
De algún modo, se abre un nuevo capítulo (con cambio de sello incluido, siendo Sonido Muchacho su nuevo hogar) en la trayectoria de la artista de Lancaster, similar al que experimentó hace unos años Anni B Sweet al exprimir las posibilidades de conectar con el público de una manera diferente insuflando una importante inyección de oxígeno a la estructura de unas canciones que viajan por las brumas espectrales transitadas por personalidades del calibre de Julia Holter o Kate Bush. La alquimia lograda entre el privilegiado timbre vocal de la autora del excelente Resolutions (Mount Ventoux, 2015) y la barroca y preciosista manera de llenar los espacios con instrumentación y arreglos nada convencionales apoyándose en ecos y efectos que acaba por pulir la preciosista producción de Rhys, resalta los matices de unas composiciones que van avanzando gráciles y vaporosas manteniendo la atención en el oyente, que asiste hipnotizado a un viaje por espacios plagados de magia y misterio, capaces de hacerle desconectar de su realidad.
La primera mitad del álbum apenas da respiro cimentada sobre melodías sedosas que cogen vuelo entre pianos seductores y cuerdas que abrazan cálidas. Singles donde elegir para ampliar su ya importante catálogo de ganchos inmediatos, luminosos y radiables, como “La Corriente”, “Realismo Mágico” o “La Materia” que muestran a Alondra Bentley cómoda expresándose en su nueva piel, con una temática centrada en lo etéreo, jugando inspirada con los vericuetos de esa materia a la que hace referencia en el título de esta obra y que convierte a la existencia en algo estimulante y en continuo proceso de conocimiento y descubrimiento, en contraste con la concreción del cuerpo y sus limitaciones. Ambos conviven en armonía a lo largo de todo el minutaje en un ejercicio de exploración que marida con éxito entre ritmos escapistas y líneas que traspasan.
La antes mencionada “Marchar” es uno de los momentos clave del largo al describir con enorme sensibilidad su percepción de la pérdida, transformando la peregrinación por el dolor y el sufrimiento en algo revelador y afrontando el vacío como un aprendizaje necesario. “Siendo Yo” transita ágil en su reivindicación de la identidad combinando un vaivén de aroma country y un estribillo marcadamente pop con una cadencia que los acerca a los dulces destellos de Camera Obscura, mecida por percusiones y coros del todo pertinentes, encontrando en “Herida Andante Deambulante” su reverso travieso y desafiante. Las plácidas atmósferas tribales que recrean con fidelidad los pasajes oníricos que tanto recuerdan a Panda Bear marcan la tendencia de la cara-B del disco, ampliando la paleta de tonalidades capturadas y enriqueciendo el conjunto, como así atestiguan “Se Esconde El Sol Pero No Se Apaga” o “El Amor Has De Elegir”, con ese mensaje escondido en los textos que reivindica su valía como letrista.
En definitiva, se trata de un paso adelante en la trayectoria de una artista que ha ido alimentando su discurso con decisión y valentía, encarando retos al bucear con soltura en diferentes estilos (folk, soul, pop…) rechazando acomodarse y explorando nuevos territorios en cada movimiento. Con La Materia añade una nueva referencia trascendente y perdurable a su consistente recorrido musical, en la que perderse sin brújula por sus encantadores recovecos.