Amaia feat Marisol o cómo reventar los clichés periodísticos
Muchos son los portales que llevan semanas dando la matraca con “La maldición del ganador de OT”, y aunque les hacen clickbait, no les falta razón. Pero cierto es que, en esos mismos reportajes, cuando hablan de Amaia la tachan de “Es otra cosa” sobre todo porque es verdad y porque ella así lo ha querido.
Amaia no tiene nada que ver con el UniversOT, aunque de ahí provenga y nunca la oiremos renegar de él. Pero es evidente que de un sitio donde priman los artistas con canciones fast-food, ella, haciendo gala de su condición de nueva musa indie, ha preferido un camino más contracorriente pero, a fin y al cabo, más largo y con más proyección de futuro. Cuando en la Academia decía que era fan de Marisol, muchos la tachaban de anticuada, de viejuna, de no estar a la page, pero a ella le daba lo mismo. Hasta cantó “Me conformo” que el tuiterío penco lo tachaba de “Cloroformo”, pero ella era tan feliz homenajeando a Marisol, su Marisol, que se la resbalaba. “Prefiero conocer a Marisol que a Madonna” decía alto y claro. Ahora que Marisol es mito indie, mito patrio y hasta bandera para los hípster, ella sigue diciendo lo mismo. Y ahí es donde gana.
Anoche, en Málaga, enmudeció al teatro, literalmente. A ser sinceros, el término Gala se me hace largo, y cuando esta mañana hice mi repasa a la prensa online, vi que todos los portales hablaban de su actuación. Directamente me fui y sí, estaban en lo cierto; “Amaia se marca el “Rosalía” de este año”. “Sublime Amaia” “Dolor y Gloria y Amaia” o ese otro que dice “Amaia, y luego los Goya”. Con la compañía de una simple guitarra, y mayormente a capella, encuadró emotivamente La canción de Marisol, compuesta por Augusto Algueró, de la película Ha llegado un ángel, que fue dirigida en 1961 por Luis Lucia Mingarro.
Así se hacen las carreras y así se evita ser artista de consumo rápido. La de Amaia está siendo muy constante, alejada del foco mainstream, pero dando pinceladas que nos hacen ver la artista grande que es y será, porque hay Amaia para rato. Cada semana una nueva actuación en festival puntero, cada dos por tres una noticia impactante y siempre desde lo profesional sin necesidad del postureo.
Vestida con un conjunto rojo, la pamplonica se colocó en el centro del escenario mientras que en tres pantallas veíamos escenas de algunos de los filmes de la gran Pepa Flores, eternamente Marisol. Marisol no estuvo, pero como más presente que nunca se notó su presencia. Celia, María Esteve y Tamará Gadés, salieron juntas a recoger el Goya de Honor. Marisol. Fue Esteve la encargada de leer un breve discurso en el que indicó que su madre estaba viendo la gala “en un lugar tranquilo y en un televisor grande”.
Así que, Amaia, ¿Qué más te puedo decir? Te dedico lo que escribió Machado y gracias por hacer estas cosicas:
«Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar».
Aquí el vídeo de la actuación
Me ha hecho llorar, literalmente, una sublime actuación. Qué grande.
Un homenaje a la altura de la homenajeada, grande Amaia
A lágrima viva estoy viendo el video
¿Hay alguna voz en España de nuevo corte con más sensibilidad que la de Amaia? No, es así y punto.
Marisol, mito indiscutible patrio, en honor a nuestras madres y abuelas. Amaia le dio el toque personal y emotivo y algo que la honra. Llegará lejos esta chicuela.
Mucha hondura, brillante y emocionante.
Acabo de ver la actuación a través de vuestro portal. Qué bien canta la joía, y qué bien todo. Me ha molado mucho.