Anni B Sweet
Me veo con personalidad propia, pero creo que me queda muchísimo por aprender
Que nadie se asuste: el título del último disco de Ana López, o Anni B Sweet, para que nos entendamos y además suene mucho mejor, no encierra ningún monstruoso secreto, extraños seres ni temor alguno, sino unas canciones tan frescas o más que las de su redondo debut.
Y ahora aquella dulce malagueña que aguantaba estoicamente las (odiosas) comparaciones con otra indie girl con nombre de barra de labios como ariete artístico ha crecido personal y musicalmente con Oh, monsters!, un disco delicado en el fondo pero afilado en sus aristas, un puñado de temas mucho más complejos de lo que parece en una primera escucha que descubren por fin a una artista personal y completamente entregada a la profesión. Pura amabilidad, de la que nos hizo partícipes y de la que dejamos constancia en las siguientes líneas.
Tres añitos ya desde aquel fantástico debut y ahora llega este “Oh, monsters!”. En todo este tiempo no has parado de tocar, y no sólo en España, y además has tenido tiempo de colaborar en discos de homenaje y otros proyectos. ¿Necesitas estar en continua hiperactividad?
Puede ser que sí, también como es algo que me gusta hacer tanto y está todo relacionado con la música, no me doy cuenta y estoy todo el tiempo haciendo a lo mejor cosas, pero sí que es verdad que incluso estando de gira fuera de España, cuando terminé la gira aquí, seguí haciendo canciones y lo sigo haciendo ahora, es algo que me gusta mucho.
Has grabado un disco muy completo, creo que más elaborado que el anterior e incluso has intervenido en la producción, junto con Guillermo Galván, de Vetusta Morla. ¿Ese puede ser el primer paso al total control de tu obra o cualquier ayuda siempre es buena?
Siempre he querido llegar a producirme yo mi propio disco, o sea que es lo que me gustaría hacer, pero siempre me voy a dejar llevar también por la opinión de amigos y de gente en la que confío y en la que creo, así que siempre es buena también una opinión externa.
Hay más guitarras, más arreglos cercanos al rock, como en “Getting older” o “Ridiculous games 2060”, por ejemplo, algo quizá inesperado por la mayoría de tus seguidores.
Sí, puede ser que todo eso no se dejase ver en el primer álbum, pero sí que es verdad que a lo mejor en el directo lo estábamos haciendo, sí que se veía una evolución que iba hacia un lado un poco más fuerte que el disco anterior, no lo dejé ver tan claro como lo estoy dejando ahora. También ha salido bastante natural, estando en casa grabando te pones a probar cosas y al final te das cuenta de que tiras por otros caminos que también te gustan.
Sin embargo, encuentras el equilibrio con las piezas más acústicas. “Locked in verses” es pura intimidad, como un respiro en medio del disco.
Realmente la música en acústico, ese tipo de canción es a lo que acabo yendo otra vez y es lo que mejor se me da, porque llevo más tiempo con ello. Siempre me ha gustado también ese momento íntimo de sólo voz y guitarra y cercanía, también porque el tema pedía el que fuese así, entonces quise dejar alguno de ese estilo.
¿Dónde surge el eclecticismo de “Oh, monsters!”? Esas programaciones, esos vientos…
Yo creo que ha sido un poco el no saber controlar muchos instrumentos. Te pones en casa a grabar, a hacer las demos y tengo teclados, tengo sintes, tengo pedales y te pones a probar con todas esas cositas y al final acaban saliendo cosas con las que te sientes cómoda o con las que te sientes identificada, porque son tuyas. Ha salido de ahí, es un disco que tiene canciones que llevaba componiendo tres años, y en ese tiempo han pasado tantas cosas y he escuchado tantos grupos diferentes que había partes muy distintas, una etapa en la que escuchas una cosa y otra en la que escuchas otra y me daba por otra cosa también.
Después de aquellas primeras comparaciones con Russian Red, tal vez condicionadas en parte porque publicasteis vuestros discos de debut casi al mismo tiempo y bajo los mismos presupuestos sonoros, ¿consideras que has sido capaz de imprimirle a tu carrera la personalidad suficiente para que tu proyecto tenga identidad propia?
Yo no lo sé, me veo con personalidad propia porque yo me conozco a mí misma pero creo que me queda muchísimo por aprender. Tampoco creo que sea justo para nadie el momento este de las comparaciones y cosas así porque cada uno hacemos lo nuestro y es extraño que alguien esté metido en la música para ser igual que alguien o para copiarse, esto viene de más adentro y no es algo tan superficial. No sé qué acabaré haciendo pero ni una cosa ni la otra.
Tu inspiración parece tener una base folk, la misma que sigue gente como Laura Marling entre otras. Sin embargo, ¿sientes que aquí se reconoce más a ese tipo de artistas que a alguien que, como tú, empieza a labrarse una carrera con un mínimo de coherencia?
Creo que ocurre un poco de eso, que los artistas de fuera sí que tienen más reconocimiento aquí y más si hacen este estilo de música. El porqué todavía no lo sé, la verdad es que recuerdo hace años que escuchaba solamente música de fuera y me puse a investigar los grupos de aquí y de repente abres los ojos y hay grupazos, gente muy buena, o sea que realmente todavía no entiendo esta cosa de echarnos nosotros mismos piedras encima.
Si tuviera que elegir un tema de este álbum sería complicado, pero puede que “Catastrophe of love”, por su intensidad, o “Missing a stranger”, por su atmósfera y por su envolvente estribillo. ¿A quién o a qué echas de menos?
Ahora que ya vuelvo a la gira y que estoy contenta tocando de un sitio a otro, estoy bien, pero sí que hay momentos en los que echas de menos a una persona que todavía no has conocido, yo creo que es esa persona que estamos todos buscando o la que buscamos en alguien, la manera de ser de una persona y cosas así, lo que te inventas: “Me gustaría conocer a un chico que fuese de esta manera”, y ya lo estás echando de menos y realmente esa persona ni siquiera sabes si existe. En aquellos momentos sí que echaba de menos a una persona que estuviese a mi lado y que fuese de la manera que yo tenía en mente, por eso esta canción.
Catorce canciones tal vez sean demasiadas en una época en la que casi nadie escucha un disco del tirón y muchos ni se plantean comprar uno. ¿Tenías claro que querías grabar todos estos temas o incluso dejaste alguno fuera?
Tenía más y dejé alguno fuera, que es lo más gracioso de todo, porque hice como veinticinco temas al final y sobre esos tuve que elegir catorce, entonces para mí era como que ya había quitado muchísimos. Pero sí que entiendo que es un disco largo para los tiempos de ahora, lo bueno de ello es que quien quiera se lo va a escuchar entero y va a ir poco a poco, esto ya no es como con las cintas, que te esperabas a que pasasen todas las canciones, ahora en internet está una suelta o la escuchas incluso por spotify y cosas así, te pasas las cuatro primeras y te vas a la de abajo. Al final yo creo que hasta eso da igual, porque cada uno va a escuchar lo que quiera.
Las inseguridades, los miedos, la necesidad de autoafirmación parecen ser las constantes de estas letras. ¿Cuáles son los monstruos de Anni B Sweet?
Normalmente suelen ser la inseguridad y las dudas, las preguntas sin respuestas y todas estas cosas que te surgen en momentos clave, y como justamente he estado una época viajando sola, que lo he pasado super bien y conoces a gente nueva e interesante, tienes conversaciones con gente desconocida y todo esto te crea también una inquietud en la cabeza. Ha sido un poco más eso y sobre todo de lo que me di cuenta y lo que más me preocupaba era el paso del tiempo, que se lleva por delante muchísimas cosas y te hace olvidar cosas que eran muy bonitas, te deja los recuerdos pero todo se va quedando en algo ya no tan intenso como al principio.
¿Sigues siendo la misma joven aspirante a arquitecta que adoraba a los Beatles y que quedaba con sus amigos para tocar sus canciones favoritas?
Pues creo que no. Sigo adorando a los Beatles y sigo quedando con mis amigos, eso sí, pero las cosas han cambiado, arquitectura la dejé de lado y ahora mismo me dedico solamente a la música, pero estoy mucho más contenta que antes con lo que estoy haciendo, eso seguro.
No sé cómo se podrá interpretar, pero si decimos que te has convertido en una de los referencias del indie nacional creo que no nos equivocamos. Tocas en los más prestigiosos festivales y tus discos suenan hasta en Japón, y todo esto con sólo 24 años.
La verad es que yo todavía tampoco lo siento de esa manera, a mí cuando me lo dicen de fuera o me lo comentan me alegra muchísimo, pero yo no lo noto así porque yo estoy de un sitio para otro tocando, me lo paso bien y veo que la gente me apoya y es como que lo siento de una manera mucho más diferente, pero por supuesto es un halago enorme que digan eso y te lo repitan, porque puede que esté pasando algo bueno y muy bonito.
El eterno dilema: cantar en español o en inglés. Más allá de influencias o afinidades lingüísticas, ¿falta mucho para que escuchemos un disco tuyo íntegramente en nuestro idioma?
Yo creo que no, lo que pasa es que me da por épocas. Ahora mismo, por ejemplo, estoy en ello, estoy componiendo en castellano, tengo días en los que me siento muy segura y pienso que voy a sacarlo pronto y de repente pasan cuatro días, escucho los temas y ya no estoy tan segura. Yo creo que nos pasa a todos, pero tengo ese miedo de estar aprendiendo en público y siempre te da un poquito de cosa, no sabes si es mejor incluso esperarte a que salga algo mejor o directamente sacar lo que realmente estás haciendo ahora, que es lo más honesto que podría hacer, así que en ello estoy y creo que va a salir pronto.
Llegar a vivir de la música no es fácil, y son pocos y no siempre los mejores los que lo consiguen. ¿Dónde están tus metas personales y profesionales, qué esperas del futuro más inmediato?
Del futuro más inmediato espero que la cosa empiece a mejorar, porque en lo que se refiere a cultura está todo un poco cayendo con esto de la crisis. Luego, yo siempre pensé que quería sacar un disco y que me hubiese gustado dedicarme a la música, y estoy en ello, ahora lo difícil es mantenerse. Lo que me gustaría es seguir aprendiendo y tratar de hacer cosas buenas, y sobre todo, como me queda tantísimo por aprender, que espero que sea para largo, que me quede y vaya poco a poco siendo mejor en esto.