Aproximación al Dylan del siglo XXI en 10 pasos
Bob Dylan es, más allá de las líneas de Nazca, la sábana santa o el coeficiente intelectual de nuestra clase política, uno de los mayores misterios de la historia de la humanidad. Tan difícil de descifrar es lo que le pasaba por la mente cuando se apoderó de los sesenta y, de paso, de la posteridad, como lo que debió de pensar cuando decidió adentrarse en sus desagradables 80 con esa americana hortera que lucía en la portada de Empire Burlesque.
Durante su apogeo, Dylan se labró a conciencia, muy cuidadosamente, esa imagen de genio volátil e inaccesible que hoy, ya en pleno siglo XXI, entronca a la perfección con la apariencia del viejo Zimmerman: ese vecino septuagenario que tiene un gato llamado Jasper y golpea el techo con una escoba cuando oye ruidos a partir de las nueve de la noche.
Te hablamos del Dylan de estos últimos años en este interesante artículo.