Aroah – The Last Laugh (Acuarela)
Se llama Irene Rodríguez Tremblay, y con The Last Laugh ha firmado uno de los discos más importantes del panorama estatal de los últimos años y, por supuesto, uno de los mejores del 2004 (¿El mejor?).
Su álbum de debut, No Podemos Ser Amigos (Acuarela, 2002) estaba sembrado de estupendas canciones, a las que quizá les faltaba una producción más adecuada, más unitaria… una continuidad más nítida. Aunque temas de la talla de “Whiskey” (con Abel Hernández, de Migala), son tan enormes que no dan lugar a la crítica.
The Last Laugh, juega una doble baza irresistible. Sitúa en un primer plano la desnudez de las canciones de Irene, presentándolas sobre un fondo de arreglos e instrumentaciones que enriquecen al máximo, unas composiciones de por sí maravillosas. Flautas, cellos, contrabajos, xilófonos, llevan a la plenitud la voz de Irene situándola en una posición predominante pero no exclusiva. Greg Weeks, prácticamente un desconocido excepto para los fans del catálogo de Acuarela, realiza una producción soberbia, y logra equilibrar tantas y tan buenas ideas, sin que nada tambaleé ni desentone. Otro aspecto es la solidez lírica que ha alcanzado Aroah en este segundo álbum. De la candidez más contemplativa que presentaba No Podemos Ser Amigos, asistimos aquí a una incipiente madurez que arroja luz sobre las relaciones sentimentales y la confianza (“Y La Cinta De Los Bingueros”), la fortaleza cambiante de los sentimientos(“Katherine Says”) o el acto de componer (“Autobiographical Rhyming Song”), con una serie de breves pero intensas pinceladas.
Se vislumbran aquí las tempranas cumbres de una autora que no ha hecho sino comenzar su camino. Se puede hablar de Cat Power, de Beth Orthon, de Joni Mitchell, de muchas otras referencias que han contribuido a la gestación de este disco… Pero lo que de verdad hace grande The Last Laugh es la extraordinaria capacidad compositiva de Irene.R.Tremblay. Le queda toda la vida por delante para refrendarlo.