Band of Horses
En los festivales tienes que currártelo para atrapar a los que no te conocen y evitar el una vez vi a Band Of Horses y son una mierda´
Tras la publicación de su último trabajo Infinite Arms, Band of Horses se embarcaron en una gira que les está llevando por medio mundo que ya pasó por Madrid y Barcelona y que les trae próximamente al Dcode Festival de la capital y al Azkena de Vitoria.
Tuvimos la oportunidad de hablar con Ryan Monroe (teclista) que nos contó, por ejemplo, por qué ya por 1992 buscaba España en el mapa.
Cuando apareció Everything All The Time en 2006, recuerdo haber leído una frase vuestra en algún sitio donde decíais que «escribir podía ser doloroso». Escribir Cease to Begin tras la marcha de Matt Brooke, tampoco debía ser sencillo. Pero ¿cómo fue en Infinite Arms? Creo que algunos de los temas los escribisteis en un lago en Minessota, que seguro que es un paraje idílico.
De hecho escribir este disco no fue para nada doloroso, todo lo contrario. Cada uno de nosotros estuvo escribiendo canciones mientras estábamos de gira con el segundo disco, con mucha libertad. Además, no estábamos en ninguna discográfica, así que teníamos mucho tiempo. Fue algo muy informal, cada uno escribiendo a su rollo… Así que esta vez, cuando finalmente nos juntamos para grabar, teníamos un montón de canciones… ¡unas 35! Aunque claro, puedes escribir una canción estando solo, pero luego nunca sabes cómo va a funcionar con toda la banda. Así que las probamos todas una por una y escogimos: las canciones que finalmente forman parte del disco son las que mejor funcionan con toda la banda. Así que no, no fue doloroso para nada.
¿Está este disco inspirado en Estados Unidos?
[Se lo piensa un poco] Creo que sí. Mientras componíamos, estuvimos girando por muchos sitios. También por Europa, lejos de casa. Así que supongo que en nuestro subconsciente, sí, es inevitable que las canciones tengan mucho que ver con nuestro país.
A pesar de la marcha de Ludwig Boss, Infinite Arms es el disco más Band of Horses, sonando más compacto, tal vez por lo que me cuentas de que toda la banda tomó parte en la creación del disco desde el principio, aportando ideas y temas. ¿Crees que esta forma de trabajar ha sido positiva?
Sí creo que ha sido muy positiva. Aunque ese sonido más compacto que dices, tal vez también se deba a que como teníamos tantas canciones, hemos podido escoger las que realmente sonaban mejor tocando juntos. Por eso suena más cohesionado… más compacto, sí, esa es la palabra.
El disco combina dos tipos de canciones: las de la primera mitad (como “Factory”, “Laredo”…) y “NW Apt” son más optimistas, potentes y eléctricas. Mientras que las de la segunda parte del disco son más introspectivas y lentas, más solitarias (como “Blue Beard” o “On my way back”). ¿Es sólo una apreciación personal o es algo que buscabais mientras trabajabais en los temas?
No perseguíamos conscientemente separar el disco en dos partes tan diferenciadas… bueno, desde luego no de forma consciente… Simplemente resulta que hablamos con algunas personas, muy experimentadas, que nos dieron consejos sobre cómo elegir el orden final de las canciones del disco. Al cabo de un tiempo escuchamos las canciones tantas veces, que es fácil perder la perspectiva. Así que alguna gente de nuestro sello y del management nos dio muy buenos consejos que acabaron influenciándonos. Por supuesto, la decisión final fue nuestra, pero nos gustó lo que nos decían y lo tuvimos muy en cuenta a la hora de ordenar las canciones. Y nos gusta mucho como ha quedado.
Infinite Arms está grabado sin la ayuda de ninguna discográfica, auto-producido y editado en vuestro propio sello Brown Records (y en Fat Possum), ¿cómo fue la experiencia de trabajar al margen de una discográfica?
¡Fue liberador! No teníamos a nadie controlando nuestro trabajo. Podíamos hacer lo que quisiésemos, experimentar lo que nos apeteciera… fue muy divertido. Había más bien una atmósfera festiva, porque no teníamos un productor que nos estuviera diciendo «venga tíos, a currar». Lo probamos todo, cualquier idea loca que a cualquiera de nosotros se le ocurriera. Por supuesto existe el peligro de perder un poco el norte en cuanto a la idea final del disco. De hecho, ¡creo que podríamos estar grabando aún, por la cantidad de temas que teníamos y la de vueltas que les dimos! [risas] Podríamos grabar otra versión del disco con otros 12 temas diferentes. Así que llegó el momento de decir, «vale, ya está, así es como nos gusta» y quedarse con la versión que finalmente ha aparecido.
¿Fue traumático abandonar Sub Pop?
No, no, que va. Teníamos contrato con ellos por dos discos, y una vez que el contrato acabó queríamos probar por nuestra cuenta, tener un espectro más amplio de posibilidades. Nos pareció que era el camino natural a seguir. Eso es todo. No hubo problemas ni malos rollos.
En los últimos meses, en España estamos teniendo un debate encendido acerca de una ley para frenar las descargas ilegales de contenido protegido por derechos de autor. ¿Crees que sin la ayuda de dichas descargas, una banda de rock americano alternativo como vosotros podría haber conseguido dos sold out como los de Madrid y Barcelona, que además se están repitiendo en muchas de las fechas de vuestra gira por Europa y otras partes del mundo?
Hmm, es una buena pregunta… Creo que, independientemente de que descargar música ilegalmente sea bueno o malo, es cierto que ayuda a mucha gente a conocer nueva música. A veces pienso que no todo es cuestión de dinero. Creo que es bueno que la gente, aunque no vaya a comprar tu disco si tiene que pagar por él, tenga al menos la opción de escucharlo. Y si le gustan tus canciones, a lo mejor acaba viniendo a tus conciertos y convirtiéndose en fan de la banda… ¡y comprando finalmente los discos!
Fijándonos en vuestro twitter, vemos que en las últimas semanas habéis añadido más y más fechas a vuestra gira, que os ha llevado a recorrer Estados Unidos, Australia, Japón, Europa y que más tarde os llevará otra vez a Estados Unidos. ¿Qué tal va la gira? ¿Os gusta ir de gira?
¡Me encanta estar de gira! Por supuesto me gusta volver a casa y descansar un poco, pero al cabo de unos días ya tengo mono de salir otra vez a la carretera a tocar. ¡Me encanta! Tengo que decirte que Bill [Reynolds] y yo somos solteros, por lo que cuando volvemos a casa no tenemos responsabilidades familiares… así que no tenemos tantos impedimentos para volver a salir de gira. Pero igual si les preguntas a los demás te dirán que les encanta salir de gira, pero también les gusta estar en casa con sus familias.
El año pasado salisteis de gira con Pearl Jam, y dentro de un par de meses vais a abrir para Kings of Leon. ¿Os sentís cómodos saliendo de gira con bandas tan grandes? ¿Creéis que es importante entrar en contacto con una audiencia más amplia?
Bueno, a alguno de esos grupos con los que giramos los hemos seguido como fans desde que eran menos grandes ¡y los hemos visto crecer! Así que nos encanta tocar con ellos. Además, por supuesto, para nosotros es una oportunidad de tocar para mucha gente que a lo mejor de otra manera nunca llegaría a escucharte.
Es curioso que hayáis grabado vuestro disco de una manera muy modesta y casera, y luego al salir de gira vuestros números, en cuanto a conciertos y a llenos, se estén haciendo cada vez más grandes.
Es raro. Es muy raro. Aunque realmente es un mundo diferente grabar un disco y hacer shows en directo. Pero sí que es verdad que es un poco chocante. Cuando haces un disco, esperas que lo escuche la mayor cantidad de gente posible y que a la gente le guste. Y llegar al punto de ser capaces de viajar por el mundo para tocar las canciones de ese disco delante de mucha gente a la que le gusta, es bonito.
Hace unas semanas publicasteis un single conjunto con Cee-Lo-Green, versionando su tema “Georgia”. ¿Cómo surgió la oportunidad de hacer una colaboración tan curiosa, con un artista a priori tan alejado de vuestro estilo?
Cee-Lo hizo una versión de nuestro tema «No One´s Gonna Love You» en su disco. Resulta que Cee-Lo es un gran fan de los Georgia Bulldogs, un equipo de fútbol del que Ben también es seguidor. Al enterarse de que ambos seguían al mismo equipo, quiso devolverle el favor a Cee-Lo haciendo una versión de un tema suyo. Como además vivimos cerca, enseguida surgió la idea de compartir un single. Así que dijimos “sí, qué diablos, hagámoslo”. La verdad es que musicalmente no tenemos mucho que ver, pero es muy divertido cuando haces cosas así, que se salen un poco de tu estilo natural. Estaría bien poder repetirlo… con Cee-Lo o con otros artistas.
En junio estaréis tocando de nuevo en España en el Dcode Festival madrileño y en el festival Azkena en Vitoria. Este último está claramente orientado a los fans del rock americano y compartís cartel con Gregg Allman, Ozzy Osbourne o Bright Eyes, entre otros. ¿Os sentís más cómodos en un festival de este tipo o preferís una audiencia indie más heterogénea y generalista?
La verdad es que estoy tan agradecido por cada oportunidad que nos dan de tocar, que no sé si soy capaz de decantarme por alguna de las opciones. Los festivales de verano molan: hace calor y te lo pasas bien. Por supuesto, tanto un set en un festival como un concierto en una sala puede ir bien o mal. Los disfruto tanto los dos, que creo que me es imposible decidirme por uno. Me gusta la idea de que podamos ir mezclando espacios y tocando en diferentes sitios. Cada tipo de concierto tiene su encanto. Y me gustan.
Y en los festivales lo que me gusta es la idea de tener que ganarte a la audiencia, que muchas veces no se sabe tus canciones. Les guste más el rock o no, tienes de currártelo porque todo es mucho más rápido: tienes que conseguir atraparlos lo más rápidamente posible, porque si no les gusta lo que les ofreces, se van a ver otra cosa. Sólo tienes una oportunidad y tienes que evitar el «vi a los Band of Horses una vez y me parecieron una mierda» [risas]. La gente que viene a vernos a nuestros conciertos en sala probablemente conozca nuestros discos. Esto nos da una ventaja, aunque también son más exigentes. No sé… cada cosa tiene lo suyo.
Me ha encantado el vídeo del tema “Dilly”, dirigido por Philip Andelman. Es muy surrealista. ¿De dónde surgió la idea?
Desgraciadamente no tenemos mucho que ver con la idea del vídeo. Digo desgraciadamente porque nos hubiera encantado participar más activamente. Un colega nos vino con la idea, nos gustó y le dijimos ¡adelante! Le daba totalmente la vuelta a la idea del tema. Y visto el resultado, creo que es diez veces mejor de lo que imaginé. Es tan freak y raro… ¡Imposible de descifrar de qué va la canción a partir de lo que pasa en el vídeo!!! [carcajadas].
Cuidáis mucho la parte visual de vuestro trabajo, con las portadas, los vídeos, las proyecciones en directo. ¿Es importante para vosotros? ¿Es algo que supervisáis vosotros mismos?
Sí que es importante sí, y aunque no es algo que nosotros podamos hacer directamente, sí que nos gusta poder decidir sobre la parte visual. En el tema de los vídeos, por supuesto lo dejamos en manos de otros en los que confiamos plenamente. Les dejamos hacer lo que quieran.
Pero en lo que se refiere a portadas y a toda la imagen de la gira, se lo debemos a nuestro amigo Chris Wilson. Viene de gira con nosotros y es el encargado de las proyecciones que se ven mientras tocamos. También se encarga del artwork de los discos, de llevar nuestra web… es el director estético de Band of Horses [risas]. Es como el sexto miembro de la banda. Lo hace todo, menos los vídeos.
¿Qué tal por España, donde habéis tocado recientemente en Madrid y Barcelona?
Bueno, ha sido maravilloso, la gente estaba muy entregada. En Madrid hemos tocado en un club pequeño que nos recordó a cuando éramos más jóvenes y tocábamos en ese tipo de salas, con la gente muy cerca y donde notas toda la energía. Y la sala de Barcelona, es preciosa. ¿Y sabes qué? Me acuerdo de cuando era un chaval, en 1992, cuando las olimpiadas de Barcelona, y el Dream Team vino aquí a jugar. Y recuerdo oír hablar de España y de Barcelona y buscarlo en el mapa. Y ahora he tenido la oportunidad de venir aquí y tocar delante de un montón de gente a la que le gusta nuestra música… es una locura.