Bruce Springsteen & The E Street Band – The Legendary 1979 No Nukes Concerts (Sony)
La industria musical básicamente ahora vive, a nivel de ventas físicas, de rascar bien hondo en su material de archivo (y en los bolsillos de la incauta fauna melómana). Por supuesto, hay paja para llenar un trillón de graneros, pero de vez en cuando, va y aparece el oro. En este caso, además, es una de esas vetas que uno, fan irredento e incauto de sus ídolos, espera con ahínco encontrar.
Sabíamos que existían estas grabaciones de las LEGENDARIAS (por una vez, este adjetivo se utiliza como toca) actuaciones perpetradas por Bruce Springsteen y la mejor versión posible de la E Street Band en el marco de los conciertos antinucleares que organizó en septiembre del 79 Jackson Browne en el Madison Square Garden de NY, tradicionalmente conocidos como No Nukes. De lo sucedido allí se publicó en su día un triple álbum que contenía parte de la grabación del directo del combo, pero por lo que se ha comentado siempre, la orgiástica ración del mejor rocanrol que propinaron a su audiencia, en un momento, además, que se encontraban precisamente en el tránsito entre sus dos mejores trabajos (Darkness On The Edge Of Town y The River) y perfectamente engrasados para el directo, merecía una atención singularizada.
Como su colega Bob Dylan, Bruce está capitalizando bien su legado y va soltando sus vaults con cierta regularidad. Esto es un bombazo similar a las marcas ya registradas con las cajas The Promise y The Ties That Bind. Y un complemento perfecto a la mítica Live 1975-1985. Pero además, pasa una cosa: no se había editado nunca un directo de esa época consistente en una sola actuación (bueno, miento, realmente son dos noches, pero de la misma serie de conciertos). Por tanto, se trata de un documento muy valioso. Y no sólo para fans, también para cualquiera que busque disfrutar de una ración de rock and roll como nadie más que estos tíos en esta época podría dar.
El corazón del rock, no lo duden, está aquí. Esto es todo. Es el cénit que se puede alcanzar, el acabose y -prometo acabar ya con los topicazos- el desiderátum llevado a un escenario. Con un sonido, además, que hace justicia a su enjundia. Evidentemente, el equipo de producción con que contaron MUSE (Musicians United for Safe Energy, no el grupo de horteras) para la serie de cinco noches de conciertos en el mítico recinto neoyorquino, fue de lujo, con la perspectiva de grabar las actuaciones. Por eso, en base a la calidad de las grabaciones iniciales, ahora se ha podido dar brillo y esplendor al repertorio completo, que viene a ser una combinación de las dos noches en las que intervino la E Street, en concreto el 21 y el 22 de septiembre de 1979.
El motivo de porqué estas actuaciones son tan legendarias, es, además de por la inusual excitación que se experimenta cuando uno las deja sonar o las ve (esta edición a todo lujo contiene también su parte audiovisual en formato DVD o en alquiler a través de plataformas), es que significaron el estreno de un clásico tan importante en la carrera de Springsteen como es “The River”. El disco que recibe su título de esta canción estaba en pleno proceso de grabación. De hecho, el tema acababa de ser registrado dentro del largo período de sesiones e hizo su debut oficial (e histórico) la noche del 21 en el Madison. La que aparece aquí es, sin embargo, la versión de la noche siguiente. Una versión alucinante, por descontado.
El resto de este esencial doble en directo es igualmente soberbio. Desde el trío de ases de Darkness que lo inaugura -“Prove it all night”, “Badlands” y “The promised land”- pasando por el mencionado estreno y un “Sherry darling” a tope de fiesta que también acabaría incluido en The River, así como, por supuesto, las siempre imprescindibles “Thunder road”, “Born to run”, la siempre épica “Jungleland” o el eterno punto álgido de cualquier concierto de Bruce, un “Rosalita (come out tonight)” que además en esta ocasión contaba con el guiño inicial al “Stagger lee” de Lloyd Price.
Y después, las versiones: un “Stay” que Jackson Browne arrebató a los Zodiacs y convirtió en éxito propio. Aquí sale a tocarla junto a Bruce y su banda, Tom Petty y Rosemary Butler. Y arman una buena, pero nada comparable al espectacular “Detroit medley”, que incluye los clásicos “Devil with the blue dress on”, “Good golly miss Molly”, “C.C. Rider” y “Jenny take a ride”, todos ellos tal y como los dejó registrados el mítico Mitch Ryder junto a los no menos míticos Detroit Wheels. Y la cosa no acaba ahí: una versión de ¡10 minutos! de “Quarter to three” del buen amigo del boss Gary U.S. Bonds y otra más corta del “Rave on” que popularizara Buddy Holly culminan esta hora y media de puro, sudoroso, salvaje, apoteósico menú del más exquisito rock and roll que se pueda degustar. Y es que ESTO, amigas y amigas, ya sólo ocurre en las viejas grabaciones. En documentos como este que nos traen a la actualidad cosas que eminentemente pertenecen ya a un pasado que jamás volverá. Por eso estos rasca-bolsillos a veces, sólo a veces, saben a gloria bendita.
Joie de vivre