Cheek Mountain Thief – Cheek Mountain Thief (Full Time Hobby)
Cheek Mountain Thief es una banda liderada por Mike Lindsay, quien fue miembro del grupo inglés de folk Tunng. La vida de Lindsay dio un giro cuando estuvo en Islandia en el año 2006 y se enamoró de Harpa. Pero no fue hasta cinco años después que tuvo la idea de dedicar un disco a ese país y a su gente: «I had the makings of a record telling the story of new beginnings, new people, alien landscapes, and falling in love. It certainly didn´t sound like an album of loneliness in the wilderness. But how could it?«, contó Lindsay. Publicaron finalmente su primer disco, una obra de las que prometen y que cumplen con aquello prometido. Cheek Mountain Thief consigue transmitir y hacer vibrar y eso, amigos, hoy ya casi lo es todo. Y lo consigue sin efectos especiales ni engaños, sino simplemente con música con mucho sentimiento, sí, suena cursi, pero son sentimientos lo que desprenden sus canciones. El álbum tiene una gran frescura y mezcla pop, folk e indie. Esa frescura que llegan a desprender grupos como Edward Sharpe and the Magnetic Zeros o Alexander creado por Alex Ebert, líder de los Edward Sharpe.
«Cheek Mountain» es una de las mejores piezas con un corte en mitad de la canción para dar vida a unas de las melodías acústicas con instrumentos de viento y cuerda más preciosos de todo el álbum. La melancolía de lugares increíbles recorre el disco con canciones con mucho espíritu, coros y multitud de instrumentos. Un ejemplo de ello es «Spirit Flight», en el que Cheek Mountain Thief introduce los sonidos de marimbas con una melodía decidida a permanecer y un estribillo muy pop con coros. Las trompetas también juegan un papel predominante pero no tan acentuado como en bandas como Beirut. Una muestra de ello es «Strain» y «Snook Pattern».
En Cheek Mountain Thief también hay lugar para la épica más optimista y decidida. En «Attack», la banda va incrementando los instrumentos para ofrecer una canción de una gran intensidad melancólica. Sin distorsiones, sin golpes de fuerza. Los coros junto a una contundente percusión marcan el ritmo para pasar después al lado más acústico con otra de las mejores piezas: «Nothing». Otra de las características principales es que por lo general los diez temas no son lineales, el comienzo no tiene que presuponer un final. Ahí también encuentra esta obra su grandeza.
Y un día estás escuchando o buscando música pop-indie-folk esperando encontrarte con algo parecido y distinto a lo que has escuchado anteriormente. Y creedme, Cheek Mountain Thief es una auténtica y agradable sorpresa.