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Childish Gambino – Awake, My Love! (Music as usual)

Si hubiera que describirlo en pocas palabras, Awake, My Love! es un compendio de la música negra de los setenta. Un tributo al sonido cálido y a veces monumental de la época en la que Earth, Wind and Fire, George Clinton o Sly and the Family Stone daban colorido al panorama musical.

Guionista, actor, director, compositor y músico, Donald Glover es todoterreno. En su faceta como músico, la que firma como Childish Gambino, forma parte de la nueva ola de hip hop americano que incluye también a Chance The Rapper, Vince Staples, Vic Mensa o Shabazz Palaces y que se caracteriza por alejarse del cliché de guetto-gang-drogas para aportar al hip hop el punto de vista del chico afroamericano de clase media con inclinaciones artísticas. O formaba, mejor dicho. Porque algo ha cambiado en el de Atlanta: para su tercer largo ha decidido dar un salto en el tiempo hasta 1970.

En Awaken, My Love!, Glover abandona el rap para realizar un ejercicio de síntesis y condensar en once canciones lo más selecto del sonido negro de los setenta: funk, motown, groove o funkadelic, entre otros. Para ello, experimenta con nuevos registros vocales y no escatima en una producción que, en aras de la escrupulosidad histórica, casi roza la parodia barroca de los géneros a los que homenajea. El resultado es un trabajo jugoso y rico que podría servir perfectamente de prólogo a su (excelente) serie de televisión Atlanta, en la que la música tiene un eminente papel protagonista.

Desde que se abre el disco con “Have some love”, queda patente que Glover no pretende hacer un simple ejercicio de arqueología musical, ni siquiera de nostalgia. El glock da la bienvenida a un tema de aire góspel y deudor de Prince, que no suena a copia sino a renovación. “Boogieman” juega con el acid jazz muy cerquita de los primeros Jamiroquai, mientras que “Riot” es pura banda sonora blaxplotation, empapada de Curtis Mayfield, de Roy Ayers o de Bobby Womack. Siempre actual, siempre rejuvenecido. El revisionismo sigue con P-Funk de la mano de “Zombies” y en “Stand Tall” coquetea con el autotune y el retro-futurismo.

Pero Donald Glover tiene tiempo también de dejar caer sus influencias actuales. A pesar de ir bañada en acid house, “Redbone” tal vez sea el tema menos setentero del disco. Se cuela por ahí la sombra de Frank Ocean, la de la sensibilidad y cierta dosis de inquietud inherente, y una querencia pop más descarada. “Terrified” también es un poco así: turbadora y preciosa. Parecen experimentos en los que haya querido llevar el sonido actual hacia el pasado y no al revés, como en el resto del disco. Y para eso se acompaña de Gary Clark Jr, otro gran revisionista actual de la música negra, para la instrumental “The Night Me And Your Momma Met”.

Y aunque a priori la propuesta de homenajear toda una década en once temas pueda parecer inabarcable y dispersa, Awake, My Love! es un disco conciso, sinuoso y bonito, con un millón de recovecos. Un trabajo notable que se posiciona, a pesar de haber salido de su zona de confort o quizá tal vez precisamente por eso, como el mejor de Childish Gambino hasta la fecha.

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