Chucho – Galileo Galilei (Madrid)
Los Conciertos Únicos, impulsados por segundo año consecutivo por la sala Galileo Galilei, proponen la celebración de actuaciones especiales e irrepetibles en las que los artistas nos ofrecen su lado menos convencional. Por la edición de este año (que trascurre entre octubre y marzo), ya han pasado Mercromina, Deluxe, Nacho Vegas y Piratas, siendo el pasado sábado el turno de Chucho.
Nada más salir al escenario, luciendo una camiseta de su nuevo sello, Sinnamon, Fernando Alfaro prometió una noche única, en la que sonarían “canciones que hace muchos años no se tocan en directo”. Lógicamente, inmediatamente el público tuvo la inevitable sospecha de poder escuchar temas de los Surfin´ Bichos tal y cómo el propio Alfaro se encargó de desempolvar hace poco menos de un mes en otra sala madrileña, pero nada más lejos de la realidad.
En un recinto de dimensiones reducidas, con la mitad del aforo sentado, la noche era propicia para un concierto íntimo. Así, con todos los integrantes de su banda sobre el escenario (menos Isabel León) y en formato acústico, los albaceteños recurrieron a su repertorio menos habitual combinándolo con algunas de sus piezas más populares. “Sin Piel” abrió la noche y poco a poco fueron cayendo “De Aire”, “Una Nueva Vida” o “El Detonador Emx3”. Rescataron las antiguas “Mi Anestesia”, “El Ruido De La Calle” o la versión con letra de la instrumental “Paracaídas”.
Combinaron la belleza de “El Mundo En Un Segundo”, “Vision Rayos X” o la frágil “Cráter” (tan sólo voz y piano) con los momentos oscuros de “Esto Es Mi Sangre” y “A Morte“. Además no se olvidaron de las clásicas “Un Ángel Turbio”, “Revolución”, “Una F-Foto Tuya” o “Magic”, en una versión en la que Javier Fernández, habitual batería y hoy encargado de las programaciones, sustituyó a Juan Carlos Rodriguez al bajo para que éste se encargara de la armónica y los coros.
Sin duda una noche única, memorable y entrañable. Ya lo dijo Alfaro, «pasa el tiempo y nos hacemos mayores. Pero vosotros tampoco os libráis, porque lleváis acompañándonos desde siempre».
Y que dure muchos años.
