Ciclo DeProp: MIshima – La Pedrera (Barcelona)
La música de Mishima crea una atmósfera pop de paz, amor y buen ambiente («Diu que et transporta a un altre planeta, t´inflama el cor en mil somriures i del cel fa caure espurnes d´or per cada moment que tornes a viure», cantan en «Qui n´ha begut»). Éste es el ambiente que creó la banda catalana en su concierto en La Pedrera donde se reivindicó como uno de los mejores grupos de pop del panorama indie actual cantado en catalán. El simple escenario, en uno de los sitios más míticos y simbólicos de la ciudad, ayudó a acercar más las preciosas e intimistas melodías del grupo, a pesar de que éste fuera más propio de un concierto acústico.
Más de 200 personas sentadas escuchaban atentas («con este silencio parece que estéis en el cine«, bromeó el cantante David Cabarén) las intensas canciones de Mishima, que fueron creciendo a lo largo del concierto, terminando con una plena armonía entre los músicos y el público. Una sintonía que tuvo su auge en la canción «El temple», donde Cabarén hizo cantar a los asistentes: «¿Què en farem del desig ara que em trobat l´amor?». Así, el grupo mostró el potencial de sus canciones de ayer, hoy y también mañana, ya que presentaron parte de su nuevo disco Ordre i aventura, que se publicará el próximo 12 de abril.
Tras 11 años de carrera, Mishima se mostró sencillo, incluso tímido, entre las columnas ideadas por Antoni Gaudí. Su arranque no fue el mejor, pero ello quedó bastamente perdonado con el despliegue de color que demostraron en su hora y media de concierto. Unos ritmos que fueron acompañados por coloridas escenas de videoarte que formaban parte del ciclo DeProp.
Los puntos álgidos del concierto fueron algunas de las canciones de su anterior disco Set Tota La Vida cuando cantaron aquello de «Tu no saps com em fas sentir» en «Un tros de fang» y «No ens necessitem, però ens tenim», de «La tarda esclata». A pesar de que la presentación oficial del nuevo disco será el 2 de junio en la Sala Apolo de Barcelona, Mishima presentó algunos de los nuevos temas, los cuales tuvieron una muy buena acogida y siguen en la línea de la calidez y del bello trabajo anterior.
Recordando aquella etapa de Los Planetas en que insistían en repetir las melodías de sus canciones, como «La guerra de las galaxias» y «Toxicosmos», incrementado su fuerza, Mishima hizo lo propio en este concierto remarcando el ritmo de sus guitarras, bajo, batería, piano y voz al final de gran de parte de sus canciones, en las que se dejaban llevar para tocar libremente, haciendo sentir a un público que se iba animando al mismo ritmo que las canciones.
«No se si m´entens però tu ja em tens», dice Cabarén en «La tarda esclata». Y, en la Pedrera, lo entendimos y nos tuvieron.