Crónica del domingo del FIB Benicassim 2018
Última jornada del FIB, que ha comenzado con algún imprevisto provocado por un par de tormentas que han caído de madrugada afectando levemente al escenario principal. El inicio de los conciertos se ha tenido que retrasar un poco, cambiando el horario de Shame. El festival ha informado puntualmente de todo, y más allá de la anécdota, no hay noticia. Así da gusto.
Hemos empezado el día con Zoé, banda mexicana emparentada con Dorian, añadiendo bastantes dosis de lisergia y éxito rotundo al otro lado del mar. De nuevo suave psicodelia para contemplar de potente capacidad evocadora.
A continuación, en el mismo escenario, King Khan & The Shrines han abierto un mercado poco frecuentado por el FIB, el de los grupos de revival garagero y soul. Habituales en eventos de nicho como el Purple Weekend, el Primavera por ejemplo incorpora hace tiempo bandas de este estilo, con repercusión limitada, pero atractivo indudable. Para el público en general suelen ser una propuesta bastante refrescante, porque muchas veces lo que parece antiguo resulta al final lo más novedoso. En esta ocasión, tampoco es que King Khan se haya estirado demasiado, y no ha pasado de correcto. Por cierto, su bajista no ha llegado, han tenido que improvisar con otro miembro de la banda, y no se ha notado en absoluto.
Lo de Madness ha sido uno de los aciertos de esta edición del FIB. En el público había dos o tres generaciones distintas de ingleses (desde jóvenes de 18 a abuelos de 70), que han disfrutado el concierto desde la primera nota hasta la última. Ayuda bastante que Suggs y los suyos llevan la senectud con más que dignidad y han preparado un setlist infalible. Han empezado con «One Step Beyond», «My Girl» ha sonado la quinta, y han mantenido el ritmo hasta desmadrarse cerca del final con «Our House» y «It Must be Love» (versión de Labi Siffre). «Madness» de Prince Buster y «Night Boat to Cairo» han cerrado un concierto memorable.
Para no bajar el ritmo de conciertos a no olvidar al menos en todo el año, Wolf Alice en el Visa han sonado como un trueno. Post punk de manual con un toque emo y toda la rabia del mundo, tendrían que catalogarlos como sustancia estimulante.
Y si alguien podía superar a Wolf Alice esos eran Parquet Courts. Pavement resucitados cuando tocan despacio, los Clash cuando se pasan al punk. Algunas canciones se pueden bailar sin mover los pies, y en otras los pogos son de primera división. En conjunto, una de las bandas más interesantes del panorama actual. En el FIB han estado impecables, y acertadamente, más interesados en sus éxitos que en su último disco (Wide Awake!, Rough Trade, 2018).
Liam Gallagher era uno de los nombres del FIB de este año que despertaba cierta suspicacia porque repetía como cabeza de cartel. Después de ver su concierto, volver a traerle ha sido todo un acierto. Quizás porque ya está preparando la resurrección de Oasis (ha debido llamar a su hermano pidiendo hacer las paces), su actual repertorio prácticamente dobla el número de canciones del mítico grupo de Manchester. El concierto comienza prácticamente igual, «Rock ‘n’ Roll Star» y «Morning Glory» de Oasis, entre el júbilo general. Este año acrecentado porque antes de empezar a tocar ha pinchado «I Am the Resurrection» de The Stone Roses, y Las Palmas ha explotado sin que Liam saliera ni siquiera al escenario.
«Greedy Soul», «Wall of Glass» y «Bold» (canciones en solitario), han sonado como en 2017, pero con el orden cambiado, y a partir de allí el resto del concierto ha sido un grandes éxitos de Oasis. O Noel vuelve, u Oasis va a ser Liam en solitario. Sin máscara alguna se ha marcado seguidas «Whatever», «Supersonic» (piel de gallina en el 99% del público), «Cigarettes & Alcohol», «Wonderwall» y «Live Forever», y se ha desatado la apoteosis.
Un poquito antes, en el escenario South Beach Pool Party, Dj Kabuto también ha montado un lío importante con el «Exta si, Exta no» de Chimo Bayo o «I Am the Resurrection» de The Stones Roses (igual que Liam un poco después), como grandes protagonistas.
En la carpa española, Los Nastys y The Parrots han montado sin solución de continuidad una fiesta desmadrada hasta el infinito. Si tuviera que elegir un ganador, me quedaba con los Parrots.
Como broche final, el lugar donde se encuentra el brit pop con el punk mas trepidante, es decir, Shame. Los londinenses han ofrecido otro conciertos repleto de energía, uno más a sumar a una larga lista que comenzó el jueves.
Poco más que añadir desde Benicassim. Nos leemos el próximo año en el 25 aniversario del festival.
Tengo una premonición FIB 2019: OASIS
ojalá que así sea
Enorme, Iñaki
Espectacular…
De nuevo ha sido un gran festival.
Una año más allí he estado con mis compañeros y esperamos seguir repitiendo cada año