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Dark Funeral + Ex Deo + Fleshgod Apocalypse (La Sala Movistar Arena) 11/01/25

Los emblemáticos Dark Funeral, o los “inefables reyes de la oscuridad”, como a ellos les gusta ser llamados, se encuentran celebrando su 30 aniversario en una extensa gira mundial. Dentro de este tour – propiciada por Get Rock Live – que ha traído a los suecos por aquí, la parada madrileña recayó en el muevo espacio denominado La Sala de Movistar Arena (antes WiZink Center, quien paga pone el nombre, oigan).

La expectación por ver de nuevo a estos supervivientes del Black Metal escandinavo fue tal, que finalmente se colgó el cartel de entradas agotadas.

Antes pudimos disfrutar de otras bandas como: Ex Deo, o Fleshgod Apocalypse; con sonidos afines y puestas en escena al borde del exceso e incluso rayando la pantomima, como corresponde a ciertos géneros musicales.

Aunque ya habían actuado los franceses Kami No Ikari a muy temprana hora y con la sala todavía a la mitad de aforo, solo llegué a tiempo de subirme al tren de los canadienses Ex Deo. El vocalista Maurizio Iacono es el líder e ideólogo de esta banda de Death Metal melódico, cuya obsesión es la historia del Imperio romano, llevando toda la imaginería de este a sus actuaciones y discos.

Actuación potente y sin fallos la de los melenudos canadienses, aunque desde mi punto de vista, muy lineal y poco arriesgada. Sonido perfecto y ejecución ídem, sin embargo, eso no lo es todo para una buena actuación de rock, sea el género o estilo que sea. Además, lo del solo de batería… eso se acabó ya en el pleistoceno, por favor. Con todo y con eso, lograron despertar al personal, algo parado todavía, con hits como: “Imperator”, “I, Caligvla”, o “Romulus”.

Llegaba la hora de los italianos Fleshgod Apocalypse y eso es otra liga, en todos los sentidos. Puesta en escena clavada, cohesión perfecta entre cada uno de los miembros, sonido apabullante y entrega total para con sus fans.

La banda de Death Metal residente en estos momentos en Perugia hizo una entrada ya digna de cine, con un solo de teclado eléctrico (atrezado como un piano de cola) del siempre presente Francesco Ferrini, para dar paso al resto de la banda, con especial mención a la voz soprano Veronica Bordachinni – comenzando con  “Ode to Art” –  y al líder indiscutible Francesco Paoli (guitarra y voz).

Lo de esta gente en directo es una locura, no exagero, cambios de ritmos imposibles, juegos vocales de otra galaxia, baterías y líneas de bajo al borde del infarto… todo para quedarse a morar en un concierto suyo.

Así, con la presencia escénica infalible de la mencionada Veronica, el inquieto Francesco, cambiando de posición cada poco y canciones como: “I Can Never Die”, con la que comenzaron su intenso bolo, “Sugar”, “Pendulum”, o su ya clásico “The Violation”, dieron un set digno de enmarcar y sin ningún tipo de fisuras. Habrá que esperar a verlos por aquí como cabezas de cartel para poder disfrutar de un concierto suyo con algo menos de prisas.

Llegaba la hora de los culpables de esta velada de metal extremo, con la sala ya completamente llena y con un público entregado de antemano a los oscuros señores del Black Metal sueco. Lástima que tan tremenda noche no estuviera exenta de controversia. Tras el concierto, Dark Funeral expresó su descontento con la sala, debido a la comisión del 20% sobre las ventas del merchandising de todos los grupos. Calificando esta actitud de abusiva y afirmando que algunos responsables del recinto habían admitido no importarles su música, ni sus fans (se puede leer su comunicado en las redes oficiales de los suecos).

Este conflicto también provocó un incidente previo al concierto, cuando alguien relacionado con la sala, retiró un cartel en el que se exponía la queja de las bandas.

Dimes y diretes aparte, la expectación por ver a las huestes de Lord Ahriman, miembro fundador de la banda, creció hasta desbordarse, cuando las luces se apagaron y las primeras notas de “Nosferatu” retumbaron en nuestros tímpanos. Con esta canción, homenaje al vampirismo clásico quedó inaugurado un concierto que será difícil de olvidar.

En un concierto de Dark Funeral todo está calculado para que, en cada momento haya tensión, como en cualquier película o espectáculo teatral, algo de lo que no está exenta la puesta en escena de la formación, por supuesto.

Desde las proyecciones, emulando un cementerio, el escenario, perfectamente colocado, las cruces invertidas, hasta los sonidos de cadenas fantasmales entre canción y canción y nada, pero nada de paradas, eso para los jipis.

Así, sin respiro y con el doble bombo de la batería de Andra Melek invocando tormentas, condujeron por esa carretera oscura que tanto nos gusta, sin pausa, hasta «Atrum Regina».

«To Carve Another Wound» y «The Arrival of Satan’s Empire» marcaron el bloque central del set. Esta última, un himno de su aclamado Diabolis Interiu (Regain Records 2001) fue quizás la primera de las coreadas del concierto. Es en esos momentos en los que Dark Funeral demuestran por qué se les considera una de las formaciones más importantes del Black Metal clásico.

Aunque el set incluía temas más recientes, como «When I’m Gone» y «Let the Devil In», de su último trabajo, We Are the Apocalypse (Century Media 2022), fue en clásicos como «Open the Gates» y «Where Shadows Forever Reign» donde lograron desatar una suerte de locura colectiva, que logró hacernos olvidar cualquier cuestión que no fuese la de asistir a una misa negra de Dark Funeral.

El maestro de ceremonia satánica Heljarmadr, siempre como frontman al frente de la formación y con esa voz de ultratumba no paró de agradecer al respetable madrileño por su apoyo y entrega.

Y así amigos es como se crea una leyenda, con conciertos de diez y actitud y honestidad a partes iguales. Dark Funeral son nuestros pastores, nada nos falta.

Fotos Dark Funeral + Ex Deo + Fleshgod Apocalypse: Fernando del Río

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