Dj Krush – Shinso (Sony)
Dj Krush regresa con su ya séptimo álbum, tan sólo un año después del anterior Zen, y si el inventor del hip-hop abstracto sorprendió con ese disco por el giro estilístico hacia el hip-hop más al uso, y por rodearse de colaboradores, (Black Thought o Zap Mamma por citar sólo dos), esta vez vuelve a hacerlo con un disco que entusiasmará a los seguidores del hip- hop mas vanguardista y a los amantes del riesgo y los retos, pero que dejará indiferentes al resto.
Krush regresa a la crudeza que caracterizó su Kakusei(99) , pero desde una óptica acumulativa de sonidos, alejado del minimalismo (que no de la abstracción), y que quizás supone la cumbre creativa dentro de ese estilo de beats secos que sugiere pasajes acordes con la cultura de la que proviene. De hecho, la búsqueda del zen parece recurrente en sus últimas obras.
Según el propio Krush el concepto del álbum gira en torno a ”la verdad”, se trata de exponer la verdad en términos musicales, de modo que se establece un diálogo entre el propio autor y sus colaboradores tratando de dilucidar sus respectivas verdades.
La grabación del álbum se realizó en un primer momento en Jamaica, y ello influye de una manera determinante en todo el desarrollo. En el muestra ,como en Zen (01), una diversidad estilística oscilando dentro de los palos que ha ido tocando a lo largo de su carrera, pero en esta ocasión el resultado es premeditadamente mas arisco que entonces.
El disco vuelve a mostrarnos a un creador en estado de gracia (¿alguna vez no lo ha estado?), y rodeándose de nuevo de nombres de primera fila para entregas un fantástico ejemplo que muestra el porqué el hip-hop sigue siendo el estilo más determinante del último cuarto de siglo.
Acercándose por momentos al illbient mas propio de un Dj Spooky, en temas como “Sanity Requiem” (esos ecos dub) o la odisea de nueve minutos que es “The Blackhole”, al trip-hop menos “sobado” en “Athelevo” con voces de Angelina Esparza y sobre todo al dub en la increíble «The Lost Voices» ,conexión directa de Japón con Jamaica (con Sly And Robbie ), y en “What About Tomorrow”, de una manera más directa gracias al trabajo vocal de Abijah.
La gran virtud de este Shinso reside en dotar al conjunto de una coherencia y una línea argumental que le dan ese poso fantasmal tan propio de la eclosión de la música jamaicana dentro de la electrónica europea.
Es difícil explicar con palabras las múltiples aristas que esconde un álbum difícil en principio pero que engancha sin remedio, igual que toda su discografía, para bien o para mal.
Mención especial para los geniales Anti-pop Consotium y su Supreme Team.
Lo dicho. Uno de los discos del año.