Dwomo + Nilo Mc – Sala El Sol (Madrid)
Un flyer muy extraño, con unos culturistas en tanguilla sobre fondo rosa y un lema: “Fiesta de la justicia infinita… y de la libertad duradera” eran suficientes alicientes para acudir a la gran gala josé-luis-moreno-style que los chavales de la revista “Zona de Obras” llevaron a tres ciudades de la geografía hispana. Pero si además en dicha fiesta actuaban los freakies de Dwomo, viaje asegurado.
Abriendo la fiesta de Madrid en la sala Sol estuvieron Nilo Mc, hip-hop afro-caribeño con recuerdos a Orishas y movimientos pélvicos a tutiplén. Mucho ritmo y mucho baile.
Rayaba la una de la mañana cuando salieron Jorge y Antonio, los madrileños más jodidos de la cabeza que se han visto en muchos años por estos lares. Y está bien que haya gente así, como Dwomo, como Sidonie, como Doctor Explosion, que le echen gracia al asunto (vamos, que no tengo nada contra la afectación post-rock, pero unas risas son unas risas).
Ese “cosmic cocktail” que es la música de Dwomo (en un concierto pasan de la batucada al power-pop y de ahí al dub oscuro) hace que su estilo sea todo menos un estilo. Entre collares luminosos y gafas ye-yés fueron cayendo canciones como (precisamente) “Somos muchos ye-yés”, incluida en el recopilatorio Siglo 21-4 (2002), o “El turco”, todas aderezadas con simpáticas bases techno.
Pero es que además de pasar de un estilo a otro, también lo hacían de idioma. Mis oídos pudieron percibir inglés, gallego, francés, castellano y deliciosas idas de olla como “Redemption song” de Bob Marley cantada en japonés (o chino) y la punkarra “Valerio”, en un latín de lo más refinado.
A pesar de las coñas, Dwomo son un grupo para no tomárselo a idem, y así lo demuestran en sus Eps Usted y Mi padre. Habrá que prepararse para cuando saquen el disco. Cuidado.