Entrevistas

Eh!

No hay mejor sensación que la de poner un disco y no saber qué va a suceder en la siguiente canción

Elías Egido nos presenta eh!, su nuevo proyecto. Quien fuera bajista de Standstill reunió a varios buenos músicos, amigos por encima de todo, para dar forma a un disco atrevido, intenso y acertado. 36 de 48 es una propuesta instrumental en su mayoría que nos sitúa en escenarios emocionantes propios de las bandas sonoras más arrogantes y oscuras. Elegante y poderosa. Idóneo para personalidades inquietas.

¿Cuándo comenzaste con la composición de estas canciones, en qué tipo de público pensaste? ¿A quién crees que va dirigida una propuesta como eh!?

En mi caso, la música es un ejercicio de introspección, de sacar emociones, e intentar plasmar esas sensaciones en temas, por lo que considero que estas diez canciones no están pensadas para ningún público en concreto. Evidentemente, mi personalidad como consumidor de música está presente, por lo que espero que el publico que se acerque a eh! sea gente con oído inquieto y que tenga ese punto de que les va a sorprender a cada tema que pasa.

Para mi no hay mejor sensación que la de poner un disco y no saber que va a suceder en la siguiente canción, aunque definitivamente, cuando estoy desarrollando ideas, no me planteo hacia que tipo de público quiero enfocar las canciones, ya que en el fondo, lo que hago, lo hago para mi pequeño placer personal.

Tras dejar Standstill, ¿hacia dónde apuntó tu faceta como músico? ¿Tenéis intención de tomarte un descanso o buscabas nuevos alicientes?

Desde luego que mentalmente necesitaba un parón, de hecho pasaron dos años desde que cerré la funda de mi bajo hasta que la volví a abrir. Fue un proceso de descompresión bastante necesario, que me ha servido para reorganizar mi lenguaje musical y saber que cosas son necesarias y cuales no.

Una vez pasado ese momento, el motor volvió a arrancar y poco a poco empecé a trabajar con el ordenador en ideas a las cuales le añadía líneas de bajo o al revés, trabajando sobre líneas de bajo y ver qué tipo de arreglos podía ofrecerme el portátil. Un momento clave ha sido descubrir el contrabajo, el cual está presente en 7 de los 10 temas, un regalo inesperado que me dio el empujón necesario para terminar de definir el sonido de eh! y de cerrar el disco. Para mi sigue siendo fundamental una buena base de bajo y batería, rica en detalles y con ritmos interesantes que permita al resto de instrumentos poder desarrollarse en libertad, que caminen solos. A veces 3 notas hacen más que 40.

Imagino que el cambio de residencia te influyó. Musicalmente, ¿qué te ofrece Madrid que no lo hiciera Barcelona?

Bueno, el corazón me llevó a Madrid y desde luego que mi vida ha encontrado una estabilidad emocional y personal que nunca creí que podría conseguir y es eso, más que la ciudad, la que me ha hecho desarrollar estas ideas que finalmente han mutado en 36 de 48. Desde luego, las dos ciudades tienen una fuerte escena a todos los niveles y ofrecen todas las posibilidades que cualquier músico pueda esperar, en cada ciudad se respira de diferentes maneras y como en todo en esta vida, hay cosas buenas y malas.

Este es un trabajo tan atrevido como bienvenido en una escena saturada de pop-rock (reconozco que soy el primer adicto). Entiendo que era algo que te pedía el cuerpo (independientemente de todo lo demás), pero ¿cuáles consideras que son los puntos fuertes de este disco?

Gracias por lo de atrevido y bienvenido… es todo un halago. Comentaba antes lo importante que es crear una buena base que sirva para el desarrollo del resto de instrumentos, y es ahí donde creo que están los puntos fuertes del disco, en lo que Naiel, Rubén, Dani y Javier han aportado con sus respectivos instrumentos a las canciones. Su trabajo y esfuerzo ha supuesto un extra decisivo para el devenir del proyecto.

Otro punto que considero fuerte es justo ese atrevimiento que te da el lanzarte un poco al vacío e intentar llevar las cosas un poco mas allá, buscando siempre la expresión por encima de todo, ofrecer mi visión sobre lo que es tocar un instrumento y lo importante que han sido comentarios del tipo: es que eres tu, es tu sonido de bajo, lo cual me hace ver que dentro de mis limitadas posibilidades, intento encontrar mi camino y lenguaje.

36 de 48. ¿De qué se trata?

36 de 48 son las horas de grabación que se dedicaron en Sevilla, junto a Raúl Pérez en los estudios La Mina. En un principio, Dani y yo bajamos a Sevilla a grabar los 10 temas para que posteriormente se fueran añadiendo las diferentes capas de instrumentos. Y justo al final de la sesión nos paramos a pensar en cuánto tiempo llevábamos encerrados en el estudio, y surgió este bonito número, 36 de 48 horas… definitivamente era una cifra a recordar.

Se trataba de experimentar… ¿Te consideras un artista con capacidad (y talento) como para ofrecer algo diferente?

Insisto en el concepto expresar por encima de experimentar, ya que en el estudio apenas hubo momentos para experimentar. De hecho, mi intención desde un principio fue el de crear 10 canciones muy definidas en cuanto a su estructura. Que una parte te lleve a la otra, que los cambios no fueran gratuitos, y evidentemente, he intentado que los tiempos no fueran el clásico 4×4 y si lo fueran, dotar a los temas de algún punto que rompiera esa dinámica, con silencios, contratiempos, etc.

Desde luego no me considero un artista con capacidad para ofrecer algo diferente o inspirador, ya que creo que lo interesante es que cada persona implicada, ya no en este, sino en cualquier proyecto, aporte su bagaje tanto personal como musical y es allí donde se cuecen las cosas interesantes.

Demuestras que se puede ser intenso sin desarrollar temas de larga duración. ¿Era éste un objetivo para ti?

Completamente. Como comentaba antes, la primera intención era dejarme de cuelgues, improvisaciones, y hacer 10 canciones. Tal y como suena. Simplemente 10 temas. De entre 3 y 4 minutos aproximadamente. Para mi, ha sido importante realizar ese proceso de compresión de los temas, si tienes un cantante, puedes estirar una parte hasta donde la letra de la canción te guíe, pero este no es mi caso, es un disco para ser escuchado y que cada persona saque sus conclusiones. En cuanto al concepto de la intensidad, para mi es interesante cuando, sin distorsión, consigues niveles realmente altos.

Dani, Javier, Rubén y Naiel viven en diferentes ciudades. Ha tenido que ser complicado juntarse para ensayar y grabar. ¿Cómo elegiste a los compañeros de esta aventura?

Todo surge prácticamente de manera espontánea. La primera persona con la que contacté fue Dani, ya que hablando con Javier (antes de que se implicara en la grabación) me comentó que para el directo se necesita como mínimo un batería. No puedes salir rollo hombre orquesta, darle al play, y creer que eso va a funcionar. Más tarde, tomé la decisión de que las guitarras limpias de Rubén le vendrían de miedo a los temas.

A Javier le dejé carta libre para que trabajara con el theremín y Naiel apareció de casualidad cuando en un principio tenía que ser un piano en un tema, acabo tocando en 9 de las 10 canciones. Finalmente, Carola Pérez, creo un texto que grabó para el tema Un cantante afónico, un pianista de cocktail y un batería, cada frase de ese texto acompaña a cada título del disco dando pistas o confundiendo al oyente sobre el posible concepto tras cada canción.

Básicamente, he intentado rodearme de gente cercana y si, evidentemente es complicado hacer un ensayo, pero todo el mundo en este proyecto ha tocado, grabado y girado en multitud de bandas. Además eh! está pensado para que cada uno desde casa pueda ensayar sin necesidad de una conexión física y para un grupo como este en el que quien más o quien menos tiene diferentes proyectos abiertos, es muy relajante saber que no es necesaria una rutina de local para que suene todo con garantías.


¿Qué aportaron Raúl Pérez (The Baltic Sea) y Karlos Osinaga (Lisabö) en la producción del álbum? Un disco complejo como este puede sufrir alteraciones en la grabación… ¿Varió mucho tu idea inicial, antes de entrar al estudio, del resultado final?

No me cansaré de darle las gracias a Raúl y a Txap por el trabajo que se han pegado. Raúl fue el primer en poner el oído en los primeros estadios de eh!, el se ofreció a grabarlo aún cuando apenas tenía bocetos de las canciones. Realmente los temas no han variado nada antes de entrar a grabar que después, se alargó una parte de esqueletos en el armario porque el tema pedía un cambio en la dinámica del mismo, pero poco más.
El trabajo más duro fue cuando Rubén, Naiel y Javier aportaron sus composiciones ya que la mezcla fue realmente intensa hasta recuperar el sonido de la grabación de base y empastarlo con las nuevas pistas. Tuvimos que hilar muy fino para ver qué instrumentos se destacaban en cada tema y quién cogía el protagonismo de los mismos.

En cuanto al proceso de mastering, que pasara por las manos de Txap era la mejor opción. Realmente, apenas hubo que decir nada, porque pilló el concepto desde el principio. De hecho, el primer master que envió es el que ha ido a fábrica.

Seguro que a la hora de catalogar/etiquetar tu música recurrimos a los mismos nombres de algunos genios de la música instrumental. ¿Hasta qué punto el cine es una influencia para ti? ¿Te interesan propuestas como la de Tortoise, por ejemplo?

Todo es un global. En mi infancia descubrí varias joyas familiares como casettes con la BSO de Un Puñado de Dólares, una recopilación de música de las películas de James Bond y un vinilo de BSO de películas de los años 70. Más tarde, cuando descubrí el punk y el hardcore mi vida musical cambio radicalmente. Pero ese poso se quedó allí. Mis motivaciones van más allá de quedarme en una BSO. Para mi es tan importante No Means No como Francis Bacon, el libro de entrevistas a Tom Waits, o la biografía de Miles Davis, Frida Khalo o Bukowski (y claro, los documentales sobre el Universo).
Tortoise son un grupo de los que te dejan con la boca abierta, aunque ahora mismo mi grupo de cabecera, el que voy loco porque saque nuevo disco es Aloha (Polivynil Records)

Pregunta obligada. ¿Se puede trasladar todo esto al directo sin llevar demasiadas cosas grabadas? ¿Qué planes tienes al respecto? Me han contado que no es tu idea hacer mucha carretera, ¿se puede considerar a eh! como un proyecto más de estudio?

Hay bases que es realmente es imposible de reproducir, a menos que las dispares en directo. Pero en directo, siempre va a haber un bajo/contrabajo, un batería, un guitarra, un teclista y un añadido extra. En el fondo, la mayoría de las bases que se lanzan en directo son partes más abstractas, vientos o palmas que hacen de colchón para los temas.
El resto será tocado en directo, evidentemente, muchas veces no voy a poder contar con toda la gente que ha grabado por sus diferentes proyectos.

De hecho, la agenda se calculará al milímetro, porque estoy también involucrado con Anni B. Sweet, con la que he grabado 4 temas al contrabajo de su nuevo disco, y a la que acompaño en sus directos. En ningún momento me he planteado disparar las guitarras de Rubén o los pianos de Naiel, siempre van a estar tocados en directos por una persona. Evidentemente, tocar por tocar ya no me aporta nada, así que, quienes quieran ver a eh! en directo, tendrán que aprovechar las ocasiones que habrá.
Por el momento, presentamos el disco en la Sala Boite de Madrid, el próximo 15 de mayo dentro del Ferrara Fest, junto con Polock y otra banda más por confirmar.

Este es un proyecto muy importante para mí y sólo se van a hacer cosas especiales. Aunque definitivamente no, no somos una banda sólo de estudio y hay que tocar, pero siempre bajo unos mínimos…

¿En qué situación/ambiente crees que se puede disfrutar más de 36 de 48?

Cualquier momento es bueno para una escucha del disco. Se lo pase a Pepo Márquez (The Secret Society) y él me comentó que le acompañó por las calles de Nueva York de manera muy positiva. De todos modos, tampoco hace falta irse tan lejos para disfrutar de él. Desde luego es lo suficientemente variado como para servir de la banda sonora de tu vida cotidiana o de fondo mientras preparas algún delicioso plato con seitán.

Efecto myspace.

Me gusta myspace, facebook también es interesante. Pero myspace te da la posibilidad de poner cara a un grupo, escuchar su música, y ver que tipo de estética ofrecen.
Es increíble lo accesible y la cantidad de información que puedes obtener de una banda y, evidentemente, hay espacio para todos, lo cual resulta fascinante.

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