Entrevistamos a Bronquio por su disco junto a 41V1L
Si empezamos a enumerar la cantidad de artistas que se han unido al jerezano Bronquio, ya sea en sus propias producciones o remezclando sus canciones, no paramos: Rocío Márquez, Cris de Belako, Nita, Le Parody, Natalia Lacunza, Vera Fauna, Camellos, Favx, Carlangas, Esteban & Manuel… Santiago Gonzalo, como realmente se llama la criatura, lleva desde 2018 lanzando bombazos para la pista de baile, tan diferentes como originales, y mezclando sin rubor el techno, el dubsteb, el hip-hop, el trap o el propio flamenco.
Después de innumerables singles y EPs, acaba de editar Sea lo que sea, un larga duración junto a su amiga Livia, 41V1L, de la que lanzaron hace un tiempo un temazo llamado “Manifestación”. Juntos, han sabido sacarle el jugo a unas composiciones que siguen marcando un estilo tan diferente como posiblemente incomprendido en nuestro país. Él sigue, además, produciendo a grandes artistas como si nada.
«Llevo con Bronquio desde 2018 y hasta ahora no tenía ningún disco y, de repente, este año edito tres»
Después de numerosos singles, EPs, remixes y producciones decides editar tu primer LP. ¿Sentías que ya era el momento? ¿Por qué ahora?
Qué va. Todavía no sentía que fuera el momento, porque vivimos una época en la que el LP no es tan común, sobre todo en la electrónica. La única razón para publicar el disco es porque cuando nos juntamos Livia y yo somos muy prolíficos, en una mañana igual sacamos tres temas, aunque sean tres ideas, que después se pueden desarrollar, además de un montón de letras que tiene ella por ahí guardadas. Y como teníamos tantas canciones pensamos: si vamos sacando una canción cada cuatro meses, no vamos nunca a publicar todo esto, que está guay. Así que vamos a hacer un disco y nos quitamos diez canciones de encima. Esa fue la razón de “Sea lo que sea.
Además, estás a las puertas de editar en mayo otro disco con Rocío Márquez. ¿2022 es tu año?
Llevo con Bronquio desde 2018 y hasta ahora no tenía ningún disco y, de repente, este año edito tres. Este “Sea lo que sea”, uno con Rocío Márquez y una banda sonora que he hecho para la película de Santiago Amodeo. A ver, es un año prolífico, sí, pero en ningún momento estaba planteado. Ha ido surgiendo. A mí me hubiera gustado distanciar un disco de otro, pero de repente las cosas son como son y ya está. Si no hubiera habido pandemia las fechas habrían sido diferentes. El disco de Rocío, por ejemplo, hubiera salido mucho antes, pero Universal nos decía que no tenía sentido que sacáramos un disco que no íbamos a poder defender en directo. Y por eso también tiene 18 temas, porque hemos tenido mucho tiempo”.
Volvamos a “Sea lo que sea”, porque llama la atención que hayas elegido a 41V1L para que te acompañe en las voces, con la que ya editaste dos canciones, una de ellas, “Manifestación”, un auténtico bombazo.
El disco no ha sido una decisión, ha sido el resultado de una compenetración y de un disfrute artístico de vernos durante muchísimos días. Somos dos personas muy distintas y nos conocemos desde pequeños. Mi madre y sus padres son amigos y siempre hemos estado vinculados. Por primera vez he sentido que dentro de mi repertorio de producciones había suficiente material para hacer algo más conceptual, de larga duración. Tengo un montón de producciones, instrumentales… pero no puedo juntarlas todas para sacar un disco porque no tienen ningún hilo conductor. Con Livia, sin embargo, sí. Y el hilo conductor de las canciones es ella, porque tiene una personalidad muy fuerte, independientemente de la naturaleza de la música que le haga yo por detrás. Porque en el disco hay matices musicalmente distintos que se aúnan gracias a su voz y sus letras.
¿Piensas un concepto global de temas? Te lo comento porque tienes alguna de electrónica más oscura, como “Granada”, otras más reggaetonianas, como “Tego Calderón”. Una combinación que aparentemente es más difícil, pero que en su conjunto no desentona en absoluto.
Es cierto que música y letras casan muy bien, pero también es verdad que la mano que ha hecho las bases es la misma. Así que de alguna manera, aunque haya sonidos distintos, hay elementos y maneras de construir la música muy parecidas, pero esto se produce por Livia, porque tiene la capacidad de llevarse cualquier cosa que cante a un terreno muy concreto. Y yo creo que eso también es una libertad, porque a mi me permite abrir el abanico de posibilidades musicales, sabiendo que gracias a ella todo va a estar bastante empaquetado. Igual con otra voz no sé si pasaría lo mismo, pero es que la pones a cantar encima de un reggaetón o encima de una canción de rock y de alguna manera parece que se fusionan en un mismo género.
Musicalmente, es verdad que eres un artista que varía mucho de estilo. ¿En este disco has intentado que esa variedad también quede plasmada?
Sí, es algo que me nace, sobre todo cuando estoy haciendo canciones con ella, porque me sirve para probar cosas nuevas. Y me he dado cuenta de que con ella todos mis experimentos y mis inventos funcionaban entre sí. Así que ahora, una vez hemos hecho el disco y elegidas las diez canciones, soy mucho más consciente de la libertad que tengo para hacer lo que quiera porque sé que va a funcionar. Hay una canción en acústico en el disco, otras que directamente no tienen rima, otras que están hechas con una máquina antigua… Y no sé, igual hago una sardana y no funciona (risas), pero por ahora a todo lo que me he enfrentado con ella me ha encajado”.
Y con unas letras muy emocionales, algunas de ellas desgarradoras incluso en su propia forma de cantarlas.
Sí, transmite mucho, son unas letras muy emocionales, muy pasionales, pero a la vez son temas muy profundos tratados con cierta ligereza y humor. Incluso en la manera de escribir alguna frase, en la manera de terminar algunos versos, el hierro no es tan pesado como aparentemente parece. Ella le da como una liviandad que las canciones flotan.
Mucha espontaneidad, también, ¿no?
Claro, la espontaneidad aparte de una virtud, porque no cualquiera puede ser espontáneo a la hora de cantar, es una obligación. Grabamos, le pongo el micro y ella lo lanza. Y al final, yo el error intento transformarlo siempre en una herramienta, como cuando se cuelan sonidos de sillas, el perro, la puerta abriéndose porque la madre nos está trayendo un café… Claro, en cualquier otra grabación más estándar sería motivo para parar la toma y empezar otra vez. Aquí, aparte de crear como cierta ambientación muy sutil, yo cojo esos sonidos y de alguna manera los introduzco. Los incluyo no solo como ambiente, sino también rítmicamente. Estamos abiertos a que pasen cosas.
Hace un tiempo ya hablamos de tu producción musical y me comentaste que siempre estabas trabajando y componiendo y que tu biblioteca de temas era extensa. A la hora de confeccionar un disco como “Sea lo que sea”, ¿buscaste entre tus temas o compusiste nuevos?
Para otras producciones es cierto que le echo un vistazo a lo que tengo y si algo me encaja y me parece bueno, lo aprovecho, como si fuera pescado congelado. Pero con Livia, no, porque todo el inicio de la canción es con ella. Le digo, canta alguna de las letras que tienes, y empiezo a trabajar en la base. A lo mejor cojo algún arreglo que tengo por ahí guardado, pero por lo general todo nace en su casa. Además, entre ella y yo, igual podemos tener 80 demos. Cuando decidimos hacer el LP las escuchamos todas y elegimos diez con una cierta narrativa o discurso homogéneo, con dinámicas. Es un trabajo muy extenso, de tres o cuatro años, donde hay temas sobrantes que me imagino que irán saliendo en próximos discos o en recopilatorios. Cuando no sepamos qué hacer, ella y yo podemos sacar un disco sin hacer nada, simplemente cogiendo lo que tenemos ahí y produciendolo un poquito.
¿Y cómo son tus actuaciones? ¿Combinas temas del disco con remezclas, va enfocado a la pista de baile?
Mis directos son más electro, más clubbing, por así decirlo, más nocturnos. Entonces, claro, yo meto algunos temas que ya he sacado con Livia, que son un poquito más cañeros, como el de “Tus amigos” o “Bochorno”. En cambio, los temas del disco son más tranquilos, así que tengo que hacer una readaptación, porque de alguna manera imagino que la gente que venga a verme habrá escuchado el disco. Todavía no sé cómo voy a hacerlo, pero algo haré. Con un bombo a negras todo se soluciona (risas).
Viene la época de festivales y conciertos. ¿Vas a estar muy presente encima del escenario?
Tengo muchos festivales firmados desde 2020 que espero que se hagan este año, como el Canela Party o el Mallorca Live Festival, pero también está la gira con Rocío Márquez, que lleva performance, escenografía… Yo cuando actúo en solitario voy con mis cuatro cacharros, enchufo y para delante. Pero a nivel de espectáculo, lo de Rocío es más sugerente.