Escucha el primer álbum de Burn the Louvre
Burn the Louvre es un dúo canadiense formado por Jordan Speare y Sean Cooper. A lo largo de 2022 han venido lanzando un sencillo cada mes para dar forma a lo que será su primer álbum. En mayo ya pasaron por nuestra PlayList Emergente para presentarnos uno de ellos, «Alison», y en septiembre volvieron a hacerlo con «Dumb».
Ese largamente anticipado primer álbum de Burn the Louvre ya está aquí. Se titula Silhouettes, salió publicado el pasado 29 de noviembre y ha sido grabado, mezclado y masterizado por el ingeniero y productor Mickey Ellsworth.
Quien haya seguido la publicación de los sencillos de anticipo no encontrará grandes novedades. Sí que resulta interesante el orden de las canciones en el disco. Silhouettes se abre con una canción de despedida, la que le da título al disco. Una canción soportada por unos rasgueos de guitarra a la que se le van sumando instrumentos y que habla de las secuelas de una relación que termina. La otra cara de la moneda la encontramos al final del álbum, con «Honolulu». Esta es una canción con aires hawaianos que habla precisamente de hacer planes para viajar a Honolulu con la persona amada. Persona que es la misma protagonista de la primera canción, así que asistimos a la historia de una relación en orden inverso, empezando por la ruptura y acabando con el recuerdo de los buenos tiempos.
Entre una y otra, una docena de canciones interesantes que siguen un esquema similar musical: guitarra y voz en primer plano con otros instrumentos, pocos, haciendo alguna aparición. Llama la atención que parece ser la guitarra, más que la sección rítmica, la que marca precisamente el ritmo. La excepción, quizás, se da más claramente en «Dumb» y en «Hey, Stacey»: aquí sí que cogen el mando el bajo y la batería. El resultado es interesante, ya que en los momentos más rockeros parece que estemos escuchando una maqueta de The Strokes, mientras que en otros se coquetea con el rockabilly o simplemente se nos muestra lo que podría ser una gran canción de powerpop con más potencia. Aquí, sin embargo, prima más el sentimiento y la prioridad de la voz a la hora de hacer llegar su mensaje con un fraseo que recuerda, según el momento, a los mencionados Strokes, a los Arctic Monkeys o a Fountains of Wayne.
Un disco, insisto, interesante. Este primer trabajo de Burn the Louvre muestra que el dúo, al que ocasionalmente se unen otros colaboradores, tiene potencial para hacer cosas grandes.
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