Final de Proyecto Demo 2008 – Joy Eslava (Madrid)
La sala Joy Eslava de Madrid acogió la final del Proyecto Demo 2008, una de las ediciones más igualadas y con más nivel que se recuerdan en los últimos años y que al final ha terminado coronando a Gentle Music Men, una banda catalana que por fin se sale del cansino modelo habitual que marcado el estilo de los últimos vencedores del concurso de maquetas cuyo premio principal es participar en el festival más importante de nuestro país, el FIB Heineken.
Gentle Music Men es un grupo catalán que bascula en torno a la delicada voz y la guitarra acústica de Dani Poveda, ex Flint. En la final de Demo tenían quizás uno de los papeles más difícil, abrir la noche ante un el escaso público que todavía dudaba entre acercase al escenario o seguir jugando a las máquinas del Guitar Hero que un patrocinador había distribuida por parte de la Sala. Los que eligieron la compañía de la Play Station aún se arrepienten. Cuidadas melodías, sonidos amables y luminosos y un par de violinistas sobre el escenario, fueron sus señas de identidad más destacables en una final en la cual bordaron canciones que como «Cry» o «Happy Days», les hicieron acreedores de una ajusta pero merecida victoria.
La actuación de Loveless Face fue una de las más curiosas y arriesgadas que yo recuerdo hace muchos Proyectos Demo. Emi, su cantante, posee una activo de incalculable valor, una voz mimética a la del mismísimo Morrissey que encaja como un guante en el sonido madchester que practica el grupo. Sin embargo, el propio Emi es el encargado de dejar en un segundo plano su propia voz en cuanto da rienda suelta a su expresividad escénica para interpretar todas las canciones de su repertorio rozando el histrionismo. Por los suelos, a capella, suicidándose o incluso masturbándose con una pistola, el cantante de Loveless Face fue intepretando oscuros temazos entre Suede y The Smiths como «I´m not the man» o «98», que quizás merecieron menos divismo prematuro y un poco más de suerte.
Los barceloneses Dunno llegaban a la final de Demo avalados por los votos del público y agradecidos y deseosos de estar a la altura de la confianza en ellos depositada. Seguidores de la escuela post-punk con pocos matices que añadir, la suya fue una propuesta eminentemente vitaminada y bailable que hizo moverse a buena parte de los asistentes. Perfectos en cuanto a ejecución, se notó que a pesar de su juventud cuentan con experiencia suficiente para tener ya un disco autoeditado. Sin embargo, quizás lastrados por la saturación que padecemos de un estilo que ya convence a pocos, no fueron valorados a la altura de un talento que evidentemente atesoran.
Una guapísima Teresa Iturrioz y su nuevo proyecto Single, fueron los encargados de poner el broche de oro a la noche en sustitución de unos fallidos The Rumble Strips, que cancelaron su concierto a última hora.
Variada y sofisticada como su disco de debut, Pio, Pio, Teresa aprovechó la primera parte de su actuación para repasar con brillantez temas como «Tu perrito librepensador», «Honey» o «Quiero estar contigo» en los que mezcla de forma exquisita pop de corte electrónico con reggae, bossa nova, hip hop o easy listening. Encantadora a pesar de la fría acogida que dispensó la sala a unas canciones que demostraron no ser aptas para todos los públicos y menos para el de una final de un Demo, Teresa no se amilanó un ápice y finalizó el concierto con tres arriesgadas versiones interpretadas en tono tropical, divertido y bailable: «Cantiga para pedir dois tostoes» (canción protesta del portugués José Màrio Branco), «Gracias a la vida» de Violeta Parra y «Cabeza cuadrada» de Terry IV. Genio y figura.
