Grant Hart – The Argument (Donino)
1984: Hüsker Dü lanzan Zen Arcade, un disco que derriba todas las reglas del punk rock. En plena era del hardcore, del tocar lo más rápido y contundente que se pueda, Bob Mould y Grant Hart se despachan con un trabajo, que sin olvidar sus raíces hardcore, se expande en todas direcciones: folk, psicodelia, pop, rock clásico, jazz etc…
29 años más tarde, Grant Hart se permite sacar un doble disco con 20 canciones que parece inspirarse en aquel caleidoscópico sonido. El ex batería y cantante ( o como él prefiere ser recordado, cantante que toca la batería) de Hüsker Dü siempre fue el más ecléctico del power trío de Saint Paul y aquí lo demuestra con creces, si bien, no hay demasiado de aquel sonido marca de la casa que luego explotaron a conciencia desde Pixies a Nirvana y casi cualquier grupo del rock alternativo americano.
The Argument (2013) toma forma a partir del poema narrativo de John Milton «El Paraíso Perdido» que William S. Burroughs, amigo personal de Hart, quiso adaptar en una obra de teatro, cuyo tema central es la eterna lucha entre el Bien y el Mal.
Visto así, podría sonar a tochazo cultureta en que el autor quiere darnos una lección de literatura clásica mientras desliza su música onanista, sin embargo, el álbum es lo suficientemente variado y jugoso como para transportarnos hacia una experiencia altamente gratificante.
Podemos encontrar de todo, desde la psicodelia alucinada de «War In Heaven» al glam rock («Awake, Arise»), la tétrica sinfonía coral de «The Argument», el power pop más cercano a lo que podríamos esperar de Hart en «Glorious» y «It isn´t love» o el rock alternativo que parece birlado de los primeros álbumes de R.E.M. («For Those Too High Aspiring»). Y todo ello trufado de arreglos cuidadadísimos que permiten colorear cada pieza con el pincel que desea el compositor. La trompeta y la mandolina que construyen la tonada folk de «Underneath The Apple Tree», los teclados de rock progresivo de «Out Of Chaos», la percusión furiosa de «I Am Death»… pero también hay espacio para canciones más directas y efectivas, como la tatareable «Morningstar» de lo más destacado del álbum o la jubilosa «Run For The Wilderness».
Quizá cuando entra en el terreno del pop es dónde pierde su efectividad, con temas menos competentes como «Shine, Shine, Shine» o «So Far From Heaven».
No obstante, son simples muescas en un repertorio sólido y ambicioso que desde ya ha de ser considerado entre lo más granado de este 2013.