Haim – Women In Music Pt III (Polydor Records)
Los prejuicios son un claro síntoma de estupidez. Y para ejemplo, los míos: cómo explicarle al lector que estuve pasando olímpicamente de Haim por el sencillo motivo de que me parecían prefabricadas y mainstream. No me considero machista, en absoluto, no es por eso, tampoco por la juventud de las hermanas Este, Danielle y Alana. Es, simplemente, supongo, que algo dentro de mí decidió que su música, por el hecho de gustarle a un público masivo, debía ser superficial. Algo en lo que caemos no sólo yo, sino much@ otr@s obtus@s que por esta misma regla de tres, si hubiéramos vivido en otros tiempos, tampoco hubiéramos escuchado a Fleetwood Mac, Abba o Pet Shop Boys. Pues eso, estupideces de carcamal cuarentón que cree saberlo todo.
La primera vez que me hicieron levantar la ceja fue no hace mucho, al ver casualmente un vídeo suyo haciendo una versión del clásico rockero “Oh well” de Fleetwood Mac (los originales, los de Peter Green). Me dejaron boquiabierto con la potencia y maestría con la que se manejaban en el escenario. No sabía que los/as jóvenes de hoy podían rockear así sin parecer miméticos ni asépticos. La segunda vez, fue al escuchar por ahí el cuarto de los singles de presentación del disco que nos ocupa, un “The steps” que recordaba a todo lo que me gusta de la FM americana de los años setenta y principios de los ochenta del siglo pasado, con olor a Stevie Nicks, Tom Petty, Pat Benatar, qué se yo… aquél riff de guitarra persistente y percusivo que desembocaba en uno de esos estribillos que hacen época fue ya suficiente como para que mis orejas se estiraran como si fuera Spock. Su explosiva interpretación de la misma en el programa de Letterman (última aparición “normal” en público antes del confinamiento) levantó definitivamente el velo de la estupidez de los prejuicios de mi cara y quise saber con avidez cuál sería el próximo paso de las californianas.
De esta forma, fui indagando en los otros tres singles de adelanto (esa fantástica “Summer girl”), acompañados todos de una serie de vídeos que siempre las presentaban de la misma forma: andando o corriendo por la calle, curiosa uniformidad que ha ido generando un cierto halo en torno al proyecto mayor que constituye un disco de nada menos que dieciséis canciones (contando bonus tracks), responde al explícito título de Women In Music Pt. III y que ha llegado a las tiendas justo en el momento en que su país experimenta el cénit de la crisis del Covid-19.
Una lástima, porque todas las expectativas que muchos nos hicimos en base a los adelantos se han visto confirmadas. El disco reafirma al trío como la máquina de hacer música pop que siempre ha sido, sólo que de una forma mucho más cohesionada que en sus dos anteriores largos. Pese a la duración y el elevado número de canciones, Women In Music Pt. III ofrece poca fisura en lo que es un compendio totalmente desinhibido y mashupeado de muchas músicas en una, la suya propia, que reluce ya con la personalidad que debe esgrimir una banda que definitivamente se ha encontrado a sí misma.
El disco ha sido producido por la mediana y rostro más visible de las hermanas, Danielle, por su pareja, Ariel Rechtshaid y el productor Rostam Batmanglij, tras un período de composición especialmente fructífero, sobre todo teniendo en cuenta las adversas circunstancias que lo precedieron: diagnóstico de cáncer para Ariel, muerte de la mejor amiga de Alana y los problemas con la diabetes de tipo 1 de Este. Todo un jardín oscuro que se ha visto reflejado en estas composiciones, que juegan a la introspección a la par que al hedonismo en fino equilibrio.
Lo primero que se escucha es un saxo, elemento que será bastante protagonista a lo largo de todo el disco y que sirve para dar entrada a “Los Angeles”, tributo de las hermanas a la tierra que las vió nacer (proceden del valle de San Fernando) y de la que son hoy día casi tan embajadoras como en su tiempo lo fueron The Beach Boys. La sucesión de aciertos a partir de aquí es tan natural como apabullante. Es este uno de esos discos que florecen con exuberancia a medida que se escuchan. Su transcurso es fácil, pero lleno de detalles en los que centrar la atención, unos detalles en los que unas multiinstrumentistas tan dotadas como las Haim han puesto especial hincapié.
Se nota sobre todo en los devaneos más soul, en los cuales encuentran una naturalidad poco frecuente en mujeres de raza blanca cimentadas tanto en el rock como ellas. Su facilidad para la mezcla beneficia de este modo al groove y todo se convierte en una particular visión de la música pop, que sirve igual para que bailen las masas como para que uno se ponga sesudamente a desmenuzar sus elementos. Y es que hay para todos los gustos y colores en un trabajo sencillamente perfecto, de esos que, de haber llegado en otro momento, serían saludados con un éxito rotundo, pero que dadas las escasas vías de promoción que ofrecen las actuales circunstancias, probablemente se quede a medio camino de lo que podría haber sido.
Hay jazz, r’n’b, pop, folk, country, reggae, hip hop, pero todo está como dejado deslizar dentro de un elemento unitario, la canción, que es la principal protagonista de este álbum. Todas y cada una de las canciones aquí parecen participar en una encarnizada pugna por saber cuál de todas acabará siendo el single perfecto en un todo que lo pone realmente difícil para destacar una sola por encima de las demás, así que lo mejor quizá sea dejarse de prejuicios estúpidos y disfrutar en su integridad de este que a buen seguro será uno de los discos del verano más raruno de lo que llevamos de siglo y probablemente, también del año.
Escucha Haim – Women In Music Pt III