Conciertos

Imelda May + Roni´s Hot Aces – Joy Eslava (Madrid)

Desde hace años, la reproducción fiel de estilos musicales de antaño ha calado hondo entre las audiencias. Más allá del debate acerca de si es causa de una pérdida de búsqueda creativa en los artistas o de una apatía generalizada en los oyentes por indagar, lo cierto es que las formaciones que rinden tributo al espíritu  rock and roll, swing y rockabilly están en boga.
Buena muestra de ello ha sido la gira por nuestras tierras de Imelda May. Sold out el jueves en Madrid  -con segunda actuación el sábado- congregando a público de todas las edades y estilos -predominando, eso sí, tupés y pin-up´s en la platea-.
Los encargados de abrir la velada fueron Roni´s hot aces. El cuarteto madrileño ofreció una correcta ejecución de los estilos anteriormente nombrados. El énfasis tocando de su contrabajista -lo más destacado de la banda- le llevó incluso a desprender el puente de su instrumento, apañándolo posteriormente como pudo sin que ello empañara en nada su (corta) actuación. Entusiastas y acordes a lo esperado, resultaron un amable entremés antes de aterrizar la diva irlandesa.

Ataviada como una avispa -con cintura que atestiguaba las virtudes del insecto-, Imelda May hechizó con su magnetismo desde el primer segundo. Tribal (14), su nuevo disco, explota las virtudes más callejeras y salvajes en sus primeros lances; y fue con sus pildorazos instantáneos «Tribal» y «Wild woman» con los que arrancó su show.

Poco importa que el resto de su cancionero reciente no esté a la altura de su carisma y legado anterior: la personalidad rotunda de Imelda, junto a una banda engrasadísima, divertida y pintoresca a la par que efectiva y rotunda, elevaron la actuación hasta lograr una excelencia sonora y estética prácticamente cinematográfica.

Clásicos como «Love tattoo» o «Inside out» se mezclaron a la perfección con nuevas canciones como «It´s good to be alive» -aderezada con agradecida y vistosa participación del público-. Pulcra, exquisita e inteligente, reservó para los últimos minutos del grueso del show su batería de hits engarzando del tirón «Psycho», «Mayhem» y «Johnny got a boom boom».
Pero lo mejor llegó al final, en un bis que combinó la energía final con dos temas previos tocados por Imelda con la sola compañía de Al Gare al ukelele, que nos regalaron la intimidad sensual de dos versiones: «Bang bang (my baby shot me down)» de Cher y «Dreamin´» de Blondie, dejándonos esta última al borde de las lágrimas tras hora y pico larga de contoneos de cadera.
 

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