J.F. Sebastian – Ten Covers (J.F.S. Producciones)
Siempre es curioso y divertido escuchar versiones sean de quienes sean, y vengan de donde vengan (y así lo hicimos ver hace poco en el especial de Nuestras versiones favoritas). Canciones conocidas en su mayor parte, que de repente, adquieren una forma sorprendente, (en ocasiones inimaginables) y que dan un espíritu renovado a temas que tus oídos ya estaban cansados de escuchar en el mismo y monótono encuadre. Por eso me alegré cuando escuché que J.F. Sebastian, después de su exitoso debut Ten Fingers, iban a jugar a esto de hacer versiones, e incluso lo iban a plasmar en un disco, cosa que por desgracia cada vez es menos habitual entre los músicos de nuestros días. (Exceptuando claro, la multitud de discos del verano, que rebosan cada año discotecas, televisiones, y gasolineras de nuestro país)
Así que me picaba la curiosidad de saber qué canciones versionarían, pues tenía bastante claro que seguro que serían temas arriesgados, y me hacía gracia pensar como sonarían en esa tesitura folk-acústica cargada de instrumentación que tan bien estudiada tiene la banda. Así que cuando el disco llegó a mis manos, y leí los títulos, no me quedó otra que dibujar una ligera sonrisa y soltar una carcajada, pues sin duda que ni uno de los temas tenía desperdicio.
Y es que las Ten Covers, que en realidad son doce, (y catorce si tenemos en cuenta las dos versiones extras, alternativas de sus propias versiones) comienzan con Love, y su “alone again or” que si bien no es una versión muy atrevida, les viene como anillo al dedo, para comenzar y presentar toda la potencia acústica de la banda a través de violines, guitarras, suaves toques de percusión, y las más que dulces voces de Chris y Neevi. Es a partir de entonces, después de la sugestiva bienvenida de su primer tema, cuando realmente comienza la fiesta con el contraste que supone pasar de Love a la estética disco ochentera de “born to be alive” para seguir con nada más y nada menos que Sex Pistols y su “anarcky in the U.K”. Temas que siguen contando con un ligero aroma a sus originales, pero que se ven totalmente rebosados por el espíritu Sebastian cargado de ironía y buen rollismo, y que al pasar por la mecánica de la banda, y como si de un caleidoscopio se tratase, se convierten sea cual sea su origen (punk, country, electrónicos, rock, swing o pop…) en himnos optimistas e irónicos, cargados de los agradables sonidos de sus teclados, percusiones, y su ya famoso charango. Una muestra de valentía, y de tanto respeto, como falta de pudor, para mezclar en un mismo disco a Lennon con Muse, a los Strokes con Nat King Cole, o a al mismísimo Johnny Cash con Bowie & Queen.
Un excelente ejercicio, con un resultado original y divertido además de con una muy alta calidad, que forma una coherente y poco usual extensión de su disco de debut, a la espera de que salga pronto su segundo trabajo de autor.